"HOJAS DE HIERBA"


Estoy intentando cambiar de vida, decía el otro. El otro que está hablando dentro de la película que se llamaba "Hojas de Hierba". Y yo pensando que se basaba en la obra poética de Walt Whitman que en concreto se llama, "Hojas de Hierba" y va y el tema de la peli versa sobre la Marihuana (o hierba) y donde va toda incluída su filosofía de Pocahontas. La filosofía de un mundo feliz y en que la Marihuana lo cura todo, hasta el cáncer más agresivo y a lo que le pongan por medio. Pero la gilipollez desde luego no la cura. Por ejemplo, hay un estúpido que se cree un dios de divino que es, que en las redes sociales día sí y día también, mete una nueva puyita sobre las divinidades y bondades de la Marihuana. Que tampoco digo todo lo contrario y no niego que tenga poderes curativos y sobre todo, paliativos para los enfermos terminales. Que no es mi caso y porque durante unos pocos de años, entre los 20 a a los 25 años me sentaba como miel de los dioses, pero de repente y creo que nunca sabré el porqué, me empezó a sentir como una patada en los huevos. Me volvía medio paranoico y llegué a pensar que la gente me vigilaba y me perseguía y como si todo el mundo estuviare pendiente de mí. Y las paranoias me perseguían en la noche y el insomnio empezó a ser mi compañero de batalla. Hasta me empezó a caer el pelo.
Tuve que dejar de fumar Marihuana. Y las pocas veces que posteriormente volví a fumar, se repitió la misma cantinela. Paranoico y angustiado. Claro que un imbécil como el que habla en las redes sociales sobre la divinidad de la Marihuana, me diría que soy yo el que falla. Y otro complejo de mierda para mi chepa. Pero eso quisiera él y porque cada uno es muy libre de sentir diferente con las drogas y por mucho que ésta droga se llame Marihuana. Por mi, que el tipo problema se fume varias cosechas de hierba, pero por dios que le curen el ser tan plasta y tan pesadito. Creo que ni la hierba le va a curar. Sabéis de aquél tío que pensó que tenía un remedio para todo y claro, se volcó tanto en vender su milagroso remedio, que de lo que no se dió cuenta es que lo que para él era un remedio para todo, no lo era para algunos de los demás (Yo, entre ellos). Pero el tipo estaba tan metido en su puto mundo de mierda, que igualmente siguió vendiendo su filosofía de que todo se cura con la hierba. Y la verdad, es que no quiero acabar pensando, que gran parte de éste asunto, es cuestión de tener fe.
Por mi está claro, quiero que legalicen la Marihuana y es más, quiero que legalicen todas las drogas y el quiera colgarse de un Pino que se cuelgue y el que quiera meterse matarratas directamente en las venas, pues eso, que es muy libre de hacerlo. Las prohibiciones no resuelven los problemas, pero tampoco los resuelven esos tíos que van de santurrones y pontificando bondades donde a lo mejor no las hay o no las hay tanto de esa manera que predican. Que sí a ti te siente muy bien fumar una tonelada de Marihuana, pues fúmatela y que te siente muy bien. Pero no perdamos de vista lo diferente y no elevemos a nivel cielo a la santa Marihuana. Cada uno, puede tener su droga, pero también puede gustarle no tener ninguna y vivir en un mundo sin drogas. ¿O no?






















CUANDO LLUEVE...


A veces pienso que tendría que decir...
cuando llueve... me acuerdo de tí,
pero no lo puedo decir
es más bien al contrario...
cuando llueve... me acuerdo de todos menos de tí
tu ficha fue anulada por orden cerebral,
tus archivos fueron a la papelera de reciclaje,
tus fotos son puntos blancos dentro de mi disco duro,
todo ha sido borrado del mapa espacial que nos unía,
tus besos fueron olvidados y abandonados,
tus buenos días ardieron en el último incendio
y aquella media sonrisa se diluyó entre las sombras más oscuras,
y no hay nada que salvar de aquél naufragio,
ni la memoria me deja,
ni hay hechos por reivindicar,
ni nada es mentira ni todo es verdad,
pero lo que yo sé y además te lo voy a decir...
es que cuando llueve
ya no me acuerdo de tí...
























¿SOMOS HUMANOS?


Voy comprobando, que con el paso del tiempo, me estoy volviendo más tibio y más prudente y más complaciente y creo que también, más estúpido. No existen los todos y si existen los algos que a su vez suman y te hacen ser un poco más de un lado que del otro. Pero de aquél todo y un todo tan absolutista queda muy poco, por no decir, que no queda nada. Y de nuevo, el todo y la nada y sino va quedando el todo, tampoco va quedando la nada. Yo flutúo como las mareas vivas o no tan vivas, estoy en ese continuo sube y baja que tiene la vida y ahí no me quedo quieto. Es decir asciendo, ahí me mantengo un tiempo y después empiezo a bajar y ahí abajo me quedo otro rato. Por tanto la mayor parte del tiempo estoy en estado de transición hacia algún lugar y sitio y claro que toco los extremos e incluso podía decir, que hasta les he cogido cariño. Pero los extremos, de tan intensos que son y de tanta pasión o desilusión que requieren, te cansan y te agotan y por eso es fundamental saber salir de ellos a tiempo. Antes, no lo conseguía siempre, es más muchas veces no lo conseguía y por eso hubo años en mi vida que acabaron siendo extremos, patéticos, pobres, dependientes de cualquier bulto de carne con ojos, débiles, frágiles y obsesivos y al menor soplo de viento, me rompía en mil pedazos. De aquellos polvos estos lodos, que diría el otro.

Pero ser frágil, al final y si sobrevives a ello, te hace ser más fuerte que nunca. Pero yo no presumo de ser fuerte, porque no lo soy y en cambio, presumo de haber pasado por todas o por muchas situaciones malas o peores y de seguir vivo y con una ganas de vivir que ya quisieran muchos. Yo ahora, todo lo veo más templado, menos pasional, más tranquilo y ya no voy de infarto. Lo único que me queda de todo ello, es una parte de mi instinto más asesino. Es el primer instinto que te sale (es el instinto más primario y visceral), ese que te hace palpitar como un caballo desbocado, que te hace petar la yugular como si fuera un tambor, ese que te inunda los ojos de sangre fresca y que si no matas es porque realmente... estás en contra de matar y de sufrir y de torturar y porque al fin y al cabo, al final (y menos mal), siempre gana o casi siempre gana el pensamiento más humanista y ese pensamiento, es plácido, prudente, sosegado y sopesado. Y somos humanos (aunque muchas veces lo dudemos y por un millón de razones y todas lógicas), pero la tendencia debe ser inclinarse del lado más humano posible. Y en esas... estoy yo ahora y con mucha paciencia y buena letra, yo sigo adelante.




















¿PARA QUÉ?

 

Esto que estoy viviendo ahora, no es un invento que yo mismo me he creado. Me toco y siento como mi piel cruje. Grito y aullo de miedo, mejor dicho, aullo porque me gusta aullar y lo del miedo es harina de otro costal. Me siento y me gratifico escribiendo. Pese al desplazamiento de las cosas y porque es ley de vida que las cosas se desplacen, tengo que decir que yo me muevo con ellas, que soy uno más y hasta hay veces donde me pongo a la cabeza del grupo. Recuerdo aquella vez donde iba yo en cabeza de una pequeña manifestación de estudiantes y por el camino nos encontramos con un grupo de fachas todo aguerrido que no nos dejaba pasar, que iban armados hasta los dientes y yo, ingenuo de mí, me puse en plan valiente y dije a por ellos mientras al mismo tiempo me lanzaba de cabeza y con lo que no contaba era que en esa avanzadilla me iba a quedar sólo y cuando me dí cuenta los fachas me estaban moliendo a palos y me abrieron una brecha en la cabeza  de varios centímetros de largo y ya sabéis como se sangra por el cuero cabelludo y toda la cara cubierta de sangre y la camisa roja por el mismo motivo. Y ¿fuí valiente o fuí gilipollas?. Mas bien fuí gilipollas y por ello me dieron un premio en forma de brecha que estaba pidiendo a gritos.

Desde ese mismo día aprendí a no ir tan por delante, digamos que aprendí a seguir delante pero en segunda fila. De todo se aprende en ésta vida que nos han dado. Y lo que son las cosas, gracias a la adrenalina del momento ni dolor ni hostias benditas, pero después de una hora, aquella brecha comenzó a reclamar todos los receptores de mi dolor. Está bien si uno ha aprendido algo, por lo menos algo y porque algo es más que nada. Fue mi época guerrillera, guerrillera pero sin armas de fuego salvo los cócteles molotov, que se convirtieron para mí en una especie de pasión incontrolada. Tampoco es que fuera quemando todo lo que existía a mi alrededor, pero si en una manifestación se llevaban cócteles molotov, allí estaba yo, pero como dije antes, estaba delante pero en segunda fila. Más de una vez en mi vida me volví a acordar de los dichosos cócteles molotov y porque hubiera lanzado unos cuantos más. En sueños sí que repetí lanzamientos de cócteles y todos fueron acertados además de merecidos.

Dicen que si eres valiente en tus sueños en la vida lo serás igualmente, pero pasa que a veces tarda demasiado tiempo en pasar del sueño a la realidad. De todas formas da igual lo valiente que seas o que dices ser y porque ser valiente no te hace ser mejor persona. Yo no pido medallas para mí y porque no me las merezco. La vida te enseña a luchar o a ser vencido y es mejor luchar pero ¿para qué?...pues muy sencillo, para ser mejor persona tú y todos los que te rodean y para eso a veces hay que ejercer de cobarde y en otras ser un puto valiente  y cinco mil cualidades más que ahora no es momento de entrar en ellas.











ESTOY APRENDIENDO A...


Estoy aprendiendo a ser mejor persona,
más completo, más radical, más decidido,
porque mi ideal es decir las cosas a la cara,
porque si señalo a alguien quiero dejar claro que he sido yo
porque si te echo de menos lo diré a voz en grito,
porque si te quiero lo escribiré con sangre de mi pasión
porque el aire y el viento me hacen sonreír,
y porque la lluvia enternece mi vieja piel de pergamino,
hay tantas razones para ser distinto,
hay tantas diferencias entre mi mundo y el tuyo,
que yo levanto mi pulgar para decir que sí,
que sí estoy contento,
que sí quiero más de lo que tengo,
que sí amo casi todo lo que me rodea,
que sí soy una pieza más de ésta hemeroteca en la que estoy viviendo.























Hoy 29 de agosto

 


Hoy 29 de agosto y hoy estaba pensando que debo ir haciendo mi testamento y porque ya tengo una edad en riesgo de quedarme tieso un día cualquiera. Yo que en vida nunca he sido nada previsor, pues ahora y mira por donde, quiero serlo. Pero del dicho al hecho hay un trecho y de ahí a que realmente lo haga puede que antes me quede tieso. Y entonces quedarán escritas mis intenciones que es lo que estoy haciendo ahora. Cuantas promesas incumplidas, cuantos deseos incomprendidos, cuantas palabras desperdiciadas, cuantos sueños se convirtieron en auténticas pesadillas, cuantas alegrías que se fueron por las alcanrillas, que cantidad de ilusiones se perdieron por el vacío de la noche, cuanto amor se convirtió en desamor, cuantos besos se transformaron mordiscos de rabia, cuantas personas me han querido y yo no he sabido querer a todas, cuanto tiempo dedicado al escribir y para recibir un profundo silencio como respuesta. Y todas son reflexiones de verano y en donde en teoría la vida es más plácida y más bucólica, pero que mi realidad me dice lo contrario y el paso de cada mes del verano es una victoria que hay que anotar en los anales de mi propia historia. Nadie me va a responder tal cantidad de preguntas y como además no es mi intención que alguien me las responda, son preguntas que dejo en el aire y para que cada uno se las conteste como le de la real gana. Al final, uno hace balance de su vida y  se queda con lo malo que por abundante que es, lo deja pasar y con lo bueno, que es un bien escaso, pero estando la cosa así de descompensado, al final nos quedamos con lo bueno y porque es mejor llevarte al otro lado un buen recuerdo de ti mismo.

Tanto rollo, tanta historia y tanto cuento para tener que resumir toda tu vida en ¿ha o no ha merecido la pena?. Yo soy de los que voto por el ha merecido y porque ya nací siendo positivo y entonces me moriré siendo consecuente con mi forma de ser. Y claro que ha merecido me diré para mis adentros, para fuera no, para fuera pondré cara de pena y de pobrecito de mí. No deseo mal nadie, mejor dicho, a muchos que no todos, pero hay algo dentro de mí que me dice tú da mucha pena, que te lloren a raudales, que el que te vas eres tú y no son ellos. Por tanto, hay algo de que se jodan los que se queden y es una forma muy tonta de querer compensarse y ya que me estoy muriendo, pues echarme de menos. Total te echarán de menos dos días, al tercero ya estarán pensando en sus propias cosas y tú ya no estarás entre ellas. Pasarás a ser un recuerdo que acabará siendo encuadrado dentro de un día. Tal día murió mi padre y en recuerdo de él me cogeré una gran e inmensa cogorza y entonces llegará un momento muy importante, serás un recuerdo entre vahos alcohólicos.

Todos queremos ser más y haber sido más y más importantes y que nuestro nombre apareciera en los libros de historia y de todo eso, no ha quedado nada, ni la simple historia de nuestra vida. Yo tengo recuerdos muy vagos de mis padres, claro que yo con mis padres era otra película muy distinta (casi rozando el género de terror) y creo que he conseguido borrar de mi disco duro muchos recuerdos de ellos y con ellos y lo poco que ha quedado es cuando menos que es infumable. Un recuerdo bueno por diez malos o uno a cien o uno a un millón.



















¿MUNDO?

Y resulta que en éste mundo que nos hemos montado, ya no cabemos todos. Bueno cabemos, pero como el mundo está lleno de putos listillos que se lo quieren correr todo o que se quieren ascender todos los picos de la tierra y llegar a los 8 miles y a los 7 miles y para acabar en los 2 miles y porque ya no van quedando objetivos que puedan aumentar sus egos de esa forma tan espectacular. El Kilimanjaro todo lleno de tiendas de campaña. El Everest que parece una peregrinación a la meca o el mismo Camino de Santiago. El mundo es una mierda que se está llenando de más mierda. Todos queremos ser más y mucho más y porque el viajar ya no es viajar en plan romántico y disfrutando de la intimidad de cada lugar y sitio.
Hoy en día se viaja en manada y todos haciendo lo mismo, haciendo selfis para que los demás vean donde coño estás. No importa lo que tengas delante y que esa vista resulte ser espectacular, porque lo que realmente importa es que tú has estado allí donde ya quisieran estar algunos otros. No importa el hecho de lo que tienes delante y porque lo que importa es que tienes que joder el precioso paisaje que tienes detrás con el puto careto que tienes de imbécil. Por tanto, el Yo, manda por encima de todo. Un mundo lleno de Yos egoístas que lo quieren todo para ellos y todo lo demás es secundario. Y todo y absolutamente todo, sólo sirve de telón de fondo para sus putos selfis de mierda echos con su aifon de última generación.
Pero bueno, te vas por el río Orinoco y pasa lo mismo. Y te vas al Vietnam y más de lo mismo y te vas a la mierda y allí te los encontrarás a todos. El mundo se hace pequeño ante ese espíritu tan viajero y al que le encanta desplazarse en masa. Y ¿adonde va Vicente?...adonde le lleve la corriente de masas que funciona como inmensos bloques de hielo que a su vez serán desplazados, por las corrientes marinas que a su vez, mueven el globo terráqueo. Y detrás de un guiri hay otro guiri y detrás de éste hay miles y millones de guiris haciéndose fotos y selfis. Siempre hemos pensado que la Tierra sería invadida por extraterrestres y nos habíamos equivocado, pues esos extraterrestres somos nosotros mismos que vamos invadiendo los mejores paisajes y como una máquina de guerra destructora, los vamos convirtiendo en sitios desencantados y deslustrados. Es decir, le chupamos la savia y los dejamos tiesos.
¿Qué exagero?. Y un huevo. Y casi no queda sitio en el mundo donde en el mes de agosto, no esté invadido por las hordas guiris. Son ejército invasivo y destructivo, que como todo lo que funciona en masa no se atiene a razones. Y los primeros serán empujados por los segundos y los segundos por los terceros y el penúltimo de la fila, por el último en funciones. Y así se mueve esa masa amorfa y sin forma, masa que no tiene cabeza, que no tiene principios y porque sólo tiene un objetivo, salir él o ella en sus putos selfis de mierda. Sin darnos cuenta de ello, hemos criado al monstruo dentro de nuestras propias entrañas y ahora el monstruo sólo quiere devorar selfis y a costa de la destrucción total de todo lo que se menea y apenas respira.
Todas las reaccione




















ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...