"HOJAS DE HIERBA"
CUANDO LLUEVE...
¿SOMOS HUMANOS?
¿PARA QUÉ?
Esto que estoy viviendo ahora, no es un invento que yo mismo me he creado. Me toco y siento como mi piel cruje. Grito y aullo de miedo, mejor dicho, aullo porque me gusta aullar y lo del miedo es harina de otro costal. Me siento y me gratifico escribiendo. Pese al desplazamiento de las cosas y porque es ley de vida que las cosas se desplacen, tengo que decir que yo me muevo con ellas, que soy uno más y hasta hay veces donde me pongo a la cabeza del grupo. Recuerdo aquella vez donde iba yo en cabeza de una pequeña manifestación de estudiantes y por el camino nos encontramos con un grupo de fachas todo aguerrido que no nos dejaba pasar, que iban armados hasta los dientes y yo, ingenuo de mí, me puse en plan valiente y dije a por ellos mientras al mismo tiempo me lanzaba de cabeza y con lo que no contaba era que en esa avanzadilla me iba a quedar sólo y cuando me dí cuenta los fachas me estaban moliendo a palos y me abrieron una brecha en la cabeza de varios centímetros de largo y ya sabéis como se sangra por el cuero cabelludo y toda la cara cubierta de sangre y la camisa roja por el mismo motivo. Y ¿fuí valiente o fuí gilipollas?. Mas bien fuí gilipollas y por ello me dieron un premio en forma de brecha que estaba pidiendo a gritos.
Desde ese mismo día aprendí a no ir tan por delante, digamos que aprendí a seguir delante pero en segunda fila. De todo se aprende en ésta vida que nos han dado. Y lo que son las cosas, gracias a la adrenalina del momento ni dolor ni hostias benditas, pero después de una hora, aquella brecha comenzó a reclamar todos los receptores de mi dolor. Está bien si uno ha aprendido algo, por lo menos algo y porque algo es más que nada. Fue mi época guerrillera, guerrillera pero sin armas de fuego salvo los cócteles molotov, que se convirtieron para mí en una especie de pasión incontrolada. Tampoco es que fuera quemando todo lo que existía a mi alrededor, pero si en una manifestación se llevaban cócteles molotov, allí estaba yo, pero como dije antes, estaba delante pero en segunda fila. Más de una vez en mi vida me volví a acordar de los dichosos cócteles molotov y porque hubiera lanzado unos cuantos más. En sueños sí que repetí lanzamientos de cócteles y todos fueron acertados además de merecidos.
Dicen que si eres valiente en tus sueños en la vida lo serás igualmente, pero pasa que a veces tarda demasiado tiempo en pasar del sueño a la realidad. De todas formas da igual lo valiente que seas o que dices ser y porque ser valiente no te hace ser mejor persona. Yo no pido medallas para mí y porque no me las merezco. La vida te enseña a luchar o a ser vencido y es mejor luchar pero ¿para qué?...pues muy sencillo, para ser mejor persona tú y todos los que te rodean y para eso a veces hay que ejercer de cobarde y en otras ser un puto valiente y cinco mil cualidades más que ahora no es momento de entrar en ellas.
ESTOY APRENDIENDO A...
Hoy 29 de agosto
Hoy 29 de agosto y hoy estaba pensando que debo ir haciendo mi testamento y porque ya tengo una edad en riesgo de quedarme tieso un día cualquiera. Yo que en vida nunca he sido nada previsor, pues ahora y mira por donde, quiero serlo. Pero del dicho al hecho hay un trecho y de ahí a que realmente lo haga puede que antes me quede tieso. Y entonces quedarán escritas mis intenciones que es lo que estoy haciendo ahora. Cuantas promesas incumplidas, cuantos deseos incomprendidos, cuantas palabras desperdiciadas, cuantos sueños se convirtieron en auténticas pesadillas, cuantas alegrías que se fueron por las alcanrillas, que cantidad de ilusiones se perdieron por el vacío de la noche, cuanto amor se convirtió en desamor, cuantos besos se transformaron mordiscos de rabia, cuantas personas me han querido y yo no he sabido querer a todas, cuanto tiempo dedicado al escribir y para recibir un profundo silencio como respuesta. Y todas son reflexiones de verano y en donde en teoría la vida es más plácida y más bucólica, pero que mi realidad me dice lo contrario y el paso de cada mes del verano es una victoria que hay que anotar en los anales de mi propia historia. Nadie me va a responder tal cantidad de preguntas y como además no es mi intención que alguien me las responda, son preguntas que dejo en el aire y para que cada uno se las conteste como le de la real gana. Al final, uno hace balance de su vida y se queda con lo malo que por abundante que es, lo deja pasar y con lo bueno, que es un bien escaso, pero estando la cosa así de descompensado, al final nos quedamos con lo bueno y porque es mejor llevarte al otro lado un buen recuerdo de ti mismo.
Tanto rollo, tanta historia y tanto cuento para tener que resumir toda tu vida en ¿ha o no ha merecido la pena?. Yo soy de los que voto por el ha merecido y porque ya nací siendo positivo y entonces me moriré siendo consecuente con mi forma de ser. Y claro que ha merecido me diré para mis adentros, para fuera no, para fuera pondré cara de pena y de pobrecito de mí. No deseo mal nadie, mejor dicho, a muchos que no todos, pero hay algo dentro de mí que me dice tú da mucha pena, que te lloren a raudales, que el que te vas eres tú y no son ellos. Por tanto, hay algo de que se jodan los que se queden y es una forma muy tonta de querer compensarse y ya que me estoy muriendo, pues echarme de menos. Total te echarán de menos dos días, al tercero ya estarán pensando en sus propias cosas y tú ya no estarás entre ellas. Pasarás a ser un recuerdo que acabará siendo encuadrado dentro de un día. Tal día murió mi padre y en recuerdo de él me cogeré una gran e inmensa cogorza y entonces llegará un momento muy importante, serás un recuerdo entre vahos alcohólicos.
Todos queremos ser más y haber sido más y más importantes y que nuestro nombre apareciera en los libros de historia y de todo eso, no ha quedado nada, ni la simple historia de nuestra vida. Yo tengo recuerdos muy vagos de mis padres, claro que yo con mis padres era otra película muy distinta (casi rozando el género de terror) y creo que he conseguido borrar de mi disco duro muchos recuerdos de ellos y con ellos y lo poco que ha quedado es cuando menos que es infumable. Un recuerdo bueno por diez malos o uno a cien o uno a un millón.
¿MUNDO?
ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...
Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...

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Yo tenía cinco años. La maestra escribió en la pizarra: "Todos los hombres son mortales". Sentí un enorme alivio, un gran regocijo...