ENTRE...


Entre mil respiraciones por segundo
y entre estertores que crepitan
y que se han instalado sigilosamente dentro de mis pulmones,
tengo que decir y a voz en grito
¡que no me encuentro!...
que me toco y no me siento
que me hablo y no me oigo
que me juzgo y no me condeno
que me digo y no me escucho
que me sueño
y que por fin, despierto.

DEJASTE...

Dejaste la puerta abierta,
dejaste entrar lo que no tiene nombre,
ni tiene sentido, ni pausa, ni alivio.
Dejaste pasar la apariencia
y te disfrazaste de ella.
Dejaste pasar lo mezquino,
lo trivial y lo anodino.
Dejaste atrás el abrazo sincero,
la mirada tierna,
y la caricia de mis dedos.
Dejaste todo en la puerta
y cuando vi tu nuevo rostro
me dije:
"será verdad que en ésta puta vida
hay mundos que no conocemos".
Todas las reaccio

SI YO TE ESCRIBIERA VERSOS...

Si yo te escribiera versos
sería bajo el suave rumor de la arena bajo mis pies,
e instalado en el subsuelo de nuestra realidad,
o también lo haría
bajo el manto húmedo de la bruma
y con el denso olor a tierra mojada,
allí, yo te esperaría...
en teoría,.... te esperaría
porque en realidad, sé que no puedo,
pues tengo que decirte... que no sé esperar,
no sé sentarme y mirar al vacío mientras espero,
no sé como se cuenta el tiempo de ausencia.
Y es que si yo te escribiera versos,
sería en otra lengua y en otro idioma,
solo hablado por los duendes
y por los amantes que en su día
no supieron como amar.

VOY A TENER SUERTE...

 

Voy a tener suerte,
sé que voy a tener suerte
sé que al final de mi vida
saldré como un valiente
me quedaré loco como el viento
y libre de miedos y prejuicios
seré como la primera parte del amanecer,
la más intrépida, brillante y alucinante...
porque yo soy valiente,
porque la curiosidad me pica, me duele y me escuece,
porque el amor siempre se me complica
y porque la vida siempre me presentó sus credenciales,
la vida siempre me dijo:
...te queda poco... muchacho
te queda mucho menos de lo que hemos calculado
y verás y notarás
como se oxidan tus articulaciones
y como los problemas te crean nidos cerebrales
que te romperán y te destrozarán antes de lo previsto.
Pero cerca de esas zonas
hay un área que conservo indemne
allí nacen los mejores pensamientos
y por eso me digo y me permito decir
que voy a tener suerte
y porque la suerte se tiene o no se tiene
y perdónenme ustedes
pero también sé que la suerte está de mi lado,
porque en éste mismo momento
está acariciendo mi mente.

QUIERO HACER CONTIGO TODO LO QUE LA POESÍA AÚN NO HA ESCRITO (Elvira Sastre).

Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú.
Te veo venir por el pasillo
como quien camina dos centímetros por encima del aire
pensando que nadie le ve.
Entras en mi casa
—en mi vida—
con las cartas y el ombligo boca arriba,
con los brazos abiertos
como si esta noche
me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho,
con las manos tan llenas de tanto
que me haces sentir que es el mundo el que me toca
y no la chica más guapa del barrio.
Te sientas
y lo primero que haces es avisarme:
No llevo ropa interior
pero a mi piel le viste una armadura.
Te miro
y te contesto:
Me gustan tanto los hoy
como miedo me dan los mañana.
Y yo sonrío
y te beso la espalda
y te empaño los párpados
y tu escudo termina donde terminan las protecciones:
arrugado en el cubo de la basura.
Y tú sonríes
y descubres el hormigueo de mi espalda
y me dices que una vida sin valentía
es un infinito camino de vuelta,
y mi miedo se quita las bragas
y se lanza a bailar con todos los semáforos en rojo.
Beso
uno a uno
todos los segundos que te quedas en mi cama
para tener al reloj de nuestra parte;
hacemos de las despedidas
media vuelta al mundo
para que aunque tardemos
queramos volver;
entras y sales siendo cualquiera
pero por dentro eres la única;
te gusta mi libertad
y a mí me gusta sentirme libre a tu lado;
me gusta tu verdad
y a ti te gusta volverte cierta a mi lado.
Tienes el pelo más bonito del mundo
para colgarme de él hasta el invierno que viene;
gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca
y una boca que me mira mejor que tus ojos;
guardas un despertar que alumbra las paredes
antes que la propia luz del sol;
posees una risa capaz de rescatar al país
y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos.
Y de repente pasa,
sin esperarlo ha pasado.
No te has ido y ya te echo de menos,
te acabo de besar
y mi saliva se multiplica queriendo más,
cruzas la puerta
y ya me relamo los dedos para guardarte,
paseo por Madrid
y te quiero conmigo en cada esquina.
Si la palabra es acción
entonces ven a contarme el amor,
que quiero hacer contigo
todo lo que la poesía aún no ha escrito.

Irene X


Ojalá tuviésemos veinte años para jurarnos
que nos enredaremos para siempre.
Para poder mentirte,
todavía,
sin saber que lo estoy haciendo
y decirte que te besaré las muñecas hasta el final.
Pase lo que pase
contra viento y marea.
Lo que pasa es que el tiempo
es un reloj que se paró aquel día de playa
y no supimos ajustar.
y hoy sus agujas
son pestañas en los ojos
que me escuecen si no las retiro.
Lo que pasa es que contra el viento
nunca ha ganado nadie
y,
además,
desde que mis arrugas son de cualquier expresión,
estoy a su favor;
y al de las mareas,
los océanos,
los árboles,
el sol,
las tormentas eléctricas.

APRECIO (Pedro M. Martínez)


El barrio Jarana, cuando pasábamos el Caño Zurraque el viaje casi había terminado, los niños lo presentían, ya no preguntaban ¿cuanto falta?, los esteros interminables, el olor a mar, Cádiz al fondo, la felicidad presentida, ayer, o hace poco, la vida entera.
Lo decía Félix Grande: “Donde fuiste feliz alguna vez / no debieras volver jamás: el tiempo / habrá hecho sus destrozos, levantando / su muro fronterizo / contra el que la ilusión chocará estupefacta”.
Pero, desobediente, obstinado, nostálgico, vivo, vuelvo y vuelvo y encuentro, me reencuentro, soy feliz, siento, no contrasto, aprendo, absorbo el cielo azul, la gente, el acento, los olores, la alegría, “en los olivaritos, niña te espero, con un jarro de vino y un pan casero” lo escribía Lorca y lo cantaba Camarón, lo recuerdo ahora mientras paseo entre casas bajas, ventanas enrejadas, “apoyaó en la reja de la mancebía” y tanto estaba aquí, ahora lo sé, Andalucía, mil kilómetros desde allí, sin brújula, disfrutando cada minuto de sentir la vida, esta, la de ahora, no hay otra, el luego no existe. Les deseo esta paz aprovechando que no hay levante que se la lleve. Les aprecio, ea.

LOS VENCEJOS (Fernando Aramburu)

«No me gusta la vida. La vida será todo lo bella que afirman algunos cantantes y poetas, pero a mí no me gusta. Que no me venga nadie con alabanzas al cielo del ocaso, a la música y a las rayas de los tigres. A la mierda toda esa decoración. La vida me parece un invento perverso, mal concebido y peor ejecutado. A mí me gustaría que Dios existiera para pedirle cuentas. Para decirle a la cara lo que es: un chapucero. Dios debe de ser un viejo verde que se dedica desde las alturas cósmicas a contemplar cómo las especies se aparean y rivalizan y se devoran las unas a las otras. La única disculpa de Dios es que no existe. Y aun así yo le niego la absolución.»

TAN RÁPIDO VOY...


Tan rápido voy...
y voy tan rápido,
que al final me quedo por delante de mis deseos
y cuando sueño soy
como un embrión en medio de líquido amniótico,
y cuando quiero amo a destajo
sin control y hasta que las costuras se me descosen
o hasta que se ponen a temblar todos mis músculos
y se resquebrajan mis huesos
o hasta que pierdo el sentido
y la velocidad la convierto en vértigo
y entonces es cuando solo puedo percibir
la inmensa sombra del pasado.

EL BESO PERFECTO


El beso perfecto es...
es el beso que tú me has regalado,
sí, ese beso que brotó de tus labios,
y que por inercia se posó en los míos.
Un beso entre lo divino y lo inhumano,
un beso de araña, suave y tierno,
un beso envuelto en fiebres de una noche de verano.
Un beso perfecto
fue mi primer beso,
un beso inseguro, tímido y apocado,
un beso de temblores y de mezcla de sabores,
sabor a saliva con mucha adrenalina,
dulce de placer y amargo de duda,
y a partir de ese momento,
sólo pude tener una idea fija dentro de mi cabeza,
siempre y siempre,
perseguiría la perfección de tus besos.
Por esa razón,
yo te persigo,
y lo hago desde aquel día
en que me diste el beso perfecto,
y busco tus labios de flor de almendro,
y tu boca de planta carnívora,
y daría mi vida por ellos,
por tus labios y por el deseo que tienen los míos,
y creo que desde ese beso,
estoy marcado y me siento tu esclavo,
y sólo sueño y duermo con la comisura de tu boca,
y cada noche y antes de dormir,
le doy un beso al aire,
un beso que sólo es para ti,
y por supuesto,
para que caiga sobre la seda de tus labios.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...