Acabo de dar una segunda mano de pintura a una puerta y me estaba acordando de que un compañero y amigo de mi Galicia natal, que el tío me reprochaba que cuando hacíamos un mural sobre una pared cualquiera, que yo no calculara previamente si me iba a caber el dibujo y las letras que había que poner. Y yo como era un terco del carajo y me consideraba un poco artista, yo iba dibujando las letras y el dibujo en si mismo e improvisando como buenamente podía.
Yo sé que mi amigo tragaba saliva y callaba, pero por dentro ardía y se cagaba en todos mis muertos. Y yo las pasaba un tanto canutas, pues sin cálculo previo a veces tenía que hacer verdaderas virguerías y ahí venía lo que más le jodía a mi amigo, que el final salía victorioso y el resultado era que me quedaba un mural cojonudo y hasta todo dios me felicitaba. Él también lo hacía, pero estoy seguro que a regañadientes y deseando que algún día me saliera mal.
Pues yo pintando a brocha gorda me pasa lo mismo y asumo todo el riesgo que conlleva no tomar medidas preventivas. O sea que pinto a pelo y tiene que ser la cantidad justa en cada pincelada para poder pintar y sin que me caiga una sola gota al suelo. Supongo que será porque de los contrario me aburriría. Y hago números de circo y hasta hago piruetas para no manchar nada. Vamos que le pongo entusiasmo a la cosa, entusiasmo, pasión y devoción y riesgo, mucho riesgo. Si al final va ser verdad ese refrán que dice: "qué cada se divierte como puede".
Yo sé que mi amigo tragaba saliva y callaba, pero por dentro ardía y se cagaba en todos mis muertos. Y yo las pasaba un tanto canutas, pues sin cálculo previo a veces tenía que hacer verdaderas virguerías y ahí venía lo que más le jodía a mi amigo, que el final salía victorioso y el resultado era que me quedaba un mural cojonudo y hasta todo dios me felicitaba. Él también lo hacía, pero estoy seguro que a regañadientes y deseando que algún día me saliera mal.
Pues yo pintando a brocha gorda me pasa lo mismo y asumo todo el riesgo que conlleva no tomar medidas preventivas. O sea que pinto a pelo y tiene que ser la cantidad justa en cada pincelada para poder pintar y sin que me caiga una sola gota al suelo. Supongo que será porque de los contrario me aburriría. Y hago números de circo y hasta hago piruetas para no manchar nada. Vamos que le pongo entusiasmo a la cosa, entusiasmo, pasión y devoción y riesgo, mucho riesgo. Si al final va ser verdad ese refrán que dice: "qué cada se divierte como puede".