CRISIS IDEOLÓGICA (Parte 1ª)

En éste pais en el que vivimos, ¿quién sabia algo de economía? y me refiero a hace  más o menos 7 años. Quién sabía algo, ni los economistas, por supuesto, creo que lo han demostrado de sobra, han demostrado que ni puta idea de que iba éste asunto de la crisis, que algunos llaman estructural y yo le llamo crisis del capitalismo, aunque no por ser crisis, significa que sea definitiva o que venga el derrumbe total del capitalismo. Pero a lo yo iba, como decía los economistas no tenían ni idea, ni los ministros y menos los banqueros, (aunque esto último hay que matizarlo), pero tampoco teníamos ni idea el resto del personal de a pie y ahora tampoco, pero por lo menos aprendimos algo de terminología. Así escuchamos hasta la saciedad: crisis estructural, prima de riesgo, el IPC, los impuestos directos e indirectos, los activos y los pasivos, el banco tóxico, y un largo etc...

             Antes hace 7 años, nuestro conocimiento económico iba encauzado por otros derroteros: la economía doméstica y la ampliación de la casa, los préstamos bancarios: para el cohe, para la casa, o para darle de comer al niño, no importaba el motivo, al cuestión era pedir un préstamo, las inversiones en bolsa, la compra-venta, los beneficios y demás mandangas. El conocimiento económico por parte de la población indica como está el percal. Si se habla de inversiones y de beneficios, es que la situación es de bonanza y lo único que interesa es la pasta fácil y que la inversión sea por encima de todo, rentable y lo demás no importa. Inversión y rentabilidad, estaba en la boca de muchos, no de todos menos mal, pero éstas dos palabras traen sus consecuencias y esas se concretan, en que se crea una nueva filosofía de vida. Se vive desenfadamente, se despilfarra, se invierte y se recoge en triple o el cuadruple de lo invertido y esa ganacia se vuelve a invertir, se venden tierras a espuertas, se construye a lo bestia y eso crea una nueva clase social, que con la crisis desapareció logicamente,

    Fueron muchos y muchos más que no sabemos, los que se pusieron a jugar al monopoly, ahora compro, ahora vendo y ahora invierto y asi la rueda seguía su marcha. Y a lo que yo iba, todo éste tinglado de trapicheo contínuo crea una cultura determinada, la cultura del trapicheo, trapicheo pero a lo grande. La cultura, las ciencias, las profesiones de carrera, perdieron enteros y es más pasaron a perder poder y emergieron otras nuevas, otras que ya estaban pero lo estaban en estado latente, los pertenecientes a esa clase social nueva. Se empezó a sobrevalorar y por encima de todo, al dinero, al san dinero, al dinero bendito y llegó a ser tan idolatrado que se convirtió en el único dios verdadero. En torno al dinero y a su ideología se hizo otra escala de valores y empezó a prevalecer: la ostentación, la envidia, el trepismo o ser un trepa,  la avaricia, el chivatismo y sobre todo y por encima de todo, se instaló el poder del dinero.

    Yo nunca vi, como en esos tiempos, tanta despilfarro y tanta ostentación, nunca había visto tanto todoterreno a lo bestia y a poder ser de grandes marcas (pues son de más pasta y daban poderío) y al ver a su conductor,aún te quedabas más pasmado, iba un señor al mando que hasta ayer había sido paleta, pero ahora estaba transformado, su mirada era de poder, del poder que da la pasta, la música a toda pastilla y sus manos callosas se ofrecían continuamente para dar unas buenas hostias, aparte que servían para portar una lata de cerveza o al volante iba su señora o parienta, que solía ser una gorda, gorda peinada en una peluquería de lujo, con ese look de maceta planchada y de uñas pintadas en colores muy vivos y horteras y que si al final no te apartabas y no le dejabas sitio, porque simplementa había que dejárselo, pues te arrasaban con su tanque 4x4. Nunca había vistotanta moto de gran cilindrada y tanto pseudomotero de moda. Nunca había visto tanto avión y coche teledirgido, tanta recambio de muebles, de electrodomésticos y un largo etc... Tampoco se me olvidan los carros de supermercado, no eran carros eran camiones de mercancía y cervezas a lo bestia, y colas y grasas y más grasas y más  asquerosas grasas.

 Es esa la ideología que da la pasta: que se tenga lo mejor de todo y tenerlo no llega hay que demostrar que se tiene y es más hay que demostrar que te sobra. Y claro ésta ideología tan divina crea un muno de ambiciosos y de flojos. Ambición por ser más que el otro y flojos, porque el curre físico se dejó para los últimos de la fila y esos no eran otros que los inmigrantes. Ahora los inmigrantes nos sobran y entonces se les da la patada y entonces, que pintan ellos aquí, no ven que no hay para nosotros, que se piensan éstos mierdas, que se vayan de una vez. Como vemos, nosotros entramos en la economía del mercado y entramos tan fuerte que hasta a las personas las tratamos como mercancía. Antes les deías quédate y limpia la mierda de éste water y ahora, me sobras o sea que fuera.

MI CABEZA (Poema)

Mientras doy vueltas a mi cabeza,
al mismo tiempo,
pienso en mil cristales rotos,
en inundaciones devastadoras,
en estallidos de guerras nucleares,
en los movimientos ciudadanos,
y en el porqué, existen las hormigas.

Mi cabeza me asusta, y me produce miedo,
lo cual me crea desconfianza,
y me plantea dudas a destajo:
o es que estoy loco, loco de verdad,
y necesito ser tratado con un herbicida,
o mi cabeza alberga un tumor o un bulto,
o más cientificamente, una masa tumoral,
y lo que necesito es pasar por el veterinario.

Aunque mientras dilucido el tema,
yo le doy el gusto a mi anómala cabeza,
la dejo jugar, 
y jugar a despedirse del mundo,
ella es así y así soy yo,
aunque a veces noto,
y noto, como mi cabeza
se me escape cada vez más entre mis manos.

SEGUIR O NO SEGUIR (Poema)

Que es lo que me retiene,
que es eso que a mí me retiene,
y que es que lo me impide
 andar sobre mis pies cansados,
¿que puede ser?,
y que sea tan dificil, de que se muestre.

Pueden ser tantas cosas a la vez,
que de tantas, se pueden resumir en una sóla,
por tanto, podría ser una retención fiscal nueva,
o una multa de tráfico, o un requerimiento,
o una condena de muerte,
o un aviso de tsunami,
o pueden ser miles de pequeñas cosas,
minúsculas como miniaturas,
pero afiladas como puñales,
de esas que no se notan y que te ries de ellas,
y cuando haces balance,
ya estás destrozado de cuerpo entero.

Al final no encuentro la causa o motivo alguno,
y ni veo los obstáculos que tengo por delante,
y no sé si cogí el camino correcto,
y si debo esperar a que la bruma pase,
o seguir a tientas tropezando con las piedras,
lo único que sé yo, lo único que sé,
es que estoy en medio de un pantano,
con los pies enfangados,
y sobre todo, con el agua por el cuello.

VENDERÍA TODO (Poema)

Hoy vendería todo lo que tengo,
vendería mi casa, mi coche, mi ropa,
y hasta mis pensamientos,
los pondría a todos en venta
o mejor dicho, los pondría a vender en subasta.

Haría esfuerzos,
encomiables esfuerzos,
y daría mis ojos y mis órganos vitales,
hasta daría mis brazos y piernas,
daría tanto, tanto daría,
que daría hasta lo que yo no poseo.

Si por mi fuera,
ya no estaría aquí,
aquí donde me encuentro ahora,
estaría tan lejos y en un lugar tan recóndito,
que no alcanzo a imaginar
 hasta donde podría llegar.
  Seguramente,
caería en un planeta desconocido,
o sobre la punta de una estrella fugaz,
o en un anillo de Saturno,
pero seguro y más que seguro,
que muy lejos de donde ahora yo me encuentro.

No quiero huir ni escapar,
simplemente quiero irme,
irme de aquí o irme al más allá, ¡que más dá!,
pero irme con dignidad y con orgullo,
con la frente bien alta,
y con la mirada y la satisfacción del deber cumplido.

Qiuzá algún día se cumpla el deseo,
y yo lo consiga,
quizá, quizá y siempre quizá,
pero el quizá, sí, el quizá,
sea el único que me oiga y me comprenda,
por eso en él, en el quizá de siempre,
deposito todo lo que tengo.

SILENCIO (Poema)

Lo que realmente importa,
 lo que importa realmente,
 es que hoy llueve y mañana escampe,
y eso es así,
porque así lo siento.

Me siento cansado y harto,
de verme hacia mis adentros,
todos los días y a todas horas,
a cada segundo que respiro,
y en cada pensamiento que yo tengo.

A mí me puede lo inmediato,
el que voy a hacer hoy
y como mucho,
 el que voy hacer mañana,
no veo más lejos,
no veo, ni miro, ni siento, ni padezco,
sólo cojo lo que alcanzo con mi mano,
y para ello, si lo alcanzo sentado,
pues no voy a mover ni un sólo dedo,
ni estirarme todo lo que puedo,
no voy a hacer nada más,
nada más que eso,
esperar sentado a que escampe mañana.

Estoy hastiado de rebuscarme por dentro,
agotado es poco,
es mucho más que eso,
es notar el sabor de la rendición,
es levantar la bandera blanca,
y es pedir, piedad y auxilio.

Imploro que mi cabeza se pare,
y que dentro de ella domine el silencio,
el silencio de monasterio,
el silencio sepuscral,
el silencio sin palabras,
y el silencio de los ángeles del cielo.

BOCA (Poema)

Boca negra,
boca de alcantarilla,
boca que me besa,
y a veces me habla,
boca que me come,
que me come la boca,

boca llena de comida,
boca lasciva y de labios ardientes,
boca desconfiada y con dientes afilados,
boca sumisa y silenciosa,
boca que me come,
que me come la boca.

Boca que me duele la boca,
 boca de un perro que me ladra,
 boca de una serpiente que se enrosca,,
 boca entre todas las bocas,
 boca de la reina y la de la reina-madre,
boca que me come,
que mi come la boca.

Boca grande de un sapo,
boca que mastica chicle,
 boca que enseña los dientes,
 boca de la bocana del puerto,
boca de mi boca,
y es esa boca que me come,
que me come la boca.

 Boca de lengua viperina,
 boca del que mucho habla,
boca del que no dice apenas nada,
 boca de labios carnosos,
y es esa misma boca,
la boca que me come,
que me come la boca.

PESADILLAS (Pensamiento)

Hay amigos que cuando dejan de serlo, por las circunstancias que sean, te dejan como regalo, una pequeña herencia. Como se dice, una herencia de sentimientos encontrados. Por un lado te dejan los buenos recuerdos, los momentos dulces, las conversaciones sinceras, las noches locas y de conversaciones hasta la madrugada y hasta te dejan parte de su Yo. Esa parte más amable y afable, más cariñosa y más tierna, y todo esto lo guardas como un tesoro, un tesoro que dependiendo como haya acabado la historia entre los dos, si acabó mal o fatal, lo guardas muy a fondo y si puede ser muy escondido y si acbó más o menos bien, lo guardas para tenerlo más a mano, para que sea un recuerdo de usar a diario. Por otro lado, están los recuerdos malos, que en sí no tienen que ser malos objetivamente, pero tú los interpretas como malos y éstos recuerdos, intentas guardarlos en zonas aún más profundas de tú alma, en algún sitio recóndito y enterrados bajo una buena capa de hormigón reforzado. También en éste lado de la balanza, va un trozo de su Yo o de su alma y por mucho que luches, siempre te aparece esa parte de su personalidad: si era demasiado frágil, si mentía con cierta asiduidad, si no era del todo sincero y cuando dejó de serlo del todo, en fin, lo que llevaba bajo su máscara, esa máscara que llevamos todos, abolutamente todos, sin excepción.

            Entonces, si son sentimentos encontrados, aunque su orden de aparición es caótico, aparecen los buenos y malos entremezclados, y suelen aparecer cuando menos te lo esperas. Y esto viene a cuento de que yo ya había enterrado, metaforicamente hablando, a un amigo de hace muchos años y lo enterré con ganas, con todas mis ganas. Y pasó el tiempo y de vez en cuando asomó su cabeza y logicamente lo hacía a través de los sueños, simplemente porque en mi estado consciente no aceptaba ni el mínimo recuerdo y entonces se colaba con más fuerza por mi subconsciente. Y esta es la primera contradicción, tú no quieres recordar a alguien y es igual él se te cuela por los malditos sueños. Durante unos años pensé o me forcé a pensar, que eso era ley de vida, pues fueron años  y maravillosos años de amistad y aunque el final fué más bien trágico y penoso, el peso de esos años felices tienen su peso en oro. Y aquí de nuevo fluye otra contradicción, y es que por mucho peso en oro, si después la cosa acabó malamente, y tan malamente para no querer saber nada de nada de la otra persona, porque el subconsciente tiene los santos cojones de sacarte a la palestra esos momentos buenos, cuando tú ya te niegas a querer verlos y que además no lo haces porque sí, porque te dé la gana, lo haces porque para tí esos recuerdos son sufrimientos y además sufrimientos sin posible salida.

              Tuve una experiencia parecida más adelante, con otro amigo de la misma época. Y es curioso el tema, pues lo que dije anteriormente se aplica perfectamente a éste caso. Aunque las dos historias no tengan nada que ver, en cuanto a las causas, ni el tipo de relación, ni como acabó la historia, pero les une éste punto en común. De vez en cuando me sale éste último amigo a través de mis sueños y eso después de hacer un esfuerzo ímprobo por querer olvidarlo. Entonces me pregunto, ¿de que sirve olvidar?. Pues no de mucho, por lo que veo y eso aunque lo tengas más que claro y vendas tú alma al diablo. Tantas capas de hormigón armado, tantas para nada, tantas para que un sueño las diluya como el agua.

            En mi confusión astral, yo me he llegado a preguntar si acaso lo que me pasa es que he cerrado el caso de forma forzada, es decir, si cerré el caso en contra de mis sentimientos, porque si no no lo entiendo. Pero cada vez que me hago esa pregunta, me pongo a repasar el pasado y a rebuscar en los porqués que llevaron a dejar a aquellas amistades y mis conclusiones sólo me confirman aún más en que aquella amistad, por lo menos en los últimos tiempos, era una amistad peligrosa y más que peligrosa, era una amistad oxidada y corroída, no sincera y llena de mentiras. Ha pasado el tiempo y sigo convencido que la cosa tenía que acabar así, hiéndose todo a la mierda. Por tanto y en definitiva en éste caso me encuentro en un callejón sin salida. Aunque salida tiene que haberla, por lo menos voy cerrando puertas: me confirmo en que tuve que dejar esa relación y esa puerta más que seguro ya está cerrada, por tanto sería una estupidez por mi parte intentar volverme a poner en contacto y más con la sóla razón de querer resolver mi entuerto. Pues ahora sólo me queda la curiosidad, la curiosidad malsana, la curiosidad de querer buscar otros porqués más poderosos que me refuercen en mi postura. Ya no queda el cariño, ni quedan los sentimientoa que nos unían, en realidad no queda nada, sólo queda un asunto que resolver, que son la interpretación de mis sueños o pesadillas. Pero eso es harina de otro costal, del cual hablaré otro día. Mientras tanto a joderse con mis sueños o pesadillas.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...