EL ORIGEN DE TU OMBLIGO


Que te piensas,
que tú eres dios,
y que la tierra es el origen de tu ombligo,
y que todo el universo gira alrededor de ti,
y de tus egos y de tus necesidades de mierda.

Pues me parece que no,
que no, que estás muy equivocada,
caundo tú vas, yo ya estoy de vuelta,
cuando tú naciste, yo ya nací dos veces,
que me vas a decir a mi, que yo no sepa,
me vas a dar clases magistrales de como va la vida,
o me vas a enseñar como funcionamos en nuestro fuero interno,
y es más y te lo digo, ni lo uno ni lo otro,
yo te voy a decir de que va la cosa,
y va de que primero aterrices,
y te desmontes entera,
pieza por pieza y con todo tu esmero,
y que te limpies, desatasques y que enjabones tu mala boca,
y un buen chorro de agua dulce por encima,
y ahí, quizá ya podemos empezar a hablar.

Cada uno en su sitio,
yo en el mío y a la misma altura que el tuyo,
y los dos viendo de que va el mundo,
vemos, observamos y sacamos conclusiones,
entonces y a partir de ese momento,
podemos empezar a suponer de que va el mundo,
y cuál y cuál es su puto funcionamiento.

EL PRIMER RAYO DE SOL (mi seguno escrito)

 


El primer rayo de sol de España, como todo el mundo sabe, sale por Es Castell, por la puerta del muelle Cales Font, que es la verdadera Puerta del Sol de España.

Antes, el sol salía por Antequera y se ponía por las Islas Cíes (Vigo), ahora el sol sale por Es Castell y se pone igual, en las Islas Cies (Vigo). Para mi es así y punto. Pienso que lo realmente bonito del sol en la Isla, es su salida, su despertar, su amanecer que tiñe de rojo-naranja la cúpula del cielo y que poco a poco va bajando y hasta que inunda nuestras almas. Es impresionante, ver como la luz del sol se va extendiéndo en forma de manto y va encendiendo las bombillas del cielo. No desprecio los atardeceres, son preciosos, pero yo tengo grabado en mi preciosa retina los atardeceres de mi ría de Vigo y cuando el sol se acuesta sobre las Islas Cies. En mi vida he visto atardeceres más bonitos y si a ello sumamos, cuando acampábamos en sus pinares y trepábamos hasta el Faro y quedando a nuestros pies un hermoso acantilado y allí sentados al borde del abismo, hacíamos piña y pasábamos de mano en mano esos canutillos compartidos, cuando aún se compartía algo. Pues se veía la puesta del sol y tambien se iba más lejos, a ver quien era el guapo, que no vislumbraba el famoso rayo ver

Yo, en estado digamos normal, nunca llegué a verlo y en estado de pseudocoma canutil, pues creo que sí, bueno yo y todos los que compartimos, ya se sabe qué. Esta era una regla de tres, a más mandanga, más rayos verdes veías. Es curioso, pero ésta moda, también se estilaba en la zona de Cádiz. Sólo que aquí y dada la calidad del costo (el moro está a dos pasos), el rayo verde siempre se veía con más nitidez. Aunque podía ser verde, naranja, amarillo, y que más daba el color, si al final todo era negro, negro del ciego que te acababas pillando.

Pues eso, volviendo a la Isla y a sus amaneceres rojos, como dice una amiga que gusta de bañarse a las siete de la mañana, la vida en el mar se hace de noche y ¡!es verdad!!. Yo creo que los humanos cooperamos a ello, aportamos nuestro granito de arena, sino que alguien se sumerja en el mar de noche y de día, y establezca una comparativa y así verá que en la noche todo es quietud y paz (a nuestro oído los peces no hacen ruido) y en el día todo es ruido, ruidos de motores, de risas, de gritos, de llantos, de mierda...Sí, nosotros cooperamos a que nuestros peces sean insomnes, les hicimos cambiar su ciclo de vida. A veces, es verdad que pescamos a pleno día, pero yo creo que éstas capturas, son de peces empanados que aún no llegaron a su casa o están bajo los efectos de una noche de juerga o sea de resaca.

No añoro el mar, sino el Océano. Añoro sus mareas vivas de agosto en el Océano Atlántico, esas mareas más altas y más bajas que nunca, la arena mojada y bañada por ese mar que sube y que baja más que nunca, el brillo que emite, la gama de colores y el olor de las algas (por eso le llaman, mareas vivas y porque en esas mareas hay más vida que nunca). Dicen que es olor a yodo, yo nunca olí el yodo o sea que para mí, huele a algas y las algas huelen a marde las profundidades  y punto. También es verdad, que añoro la montaña, sus cimas, sus ruidos, sus árboles, su frescor casi eterno, sus cencerros, su cielo de estrellas, sus colores verdes, amarillos y ocres... Lo de sus colores ya es patológico, toda mi vida amé los colores otoñales.

Y que decir tiene, los ríos. ¿donde están los ríos?. Aquí están muy muy lejos, tan lejos que aquí no existen. Nunca pensé que echaría de menos un río, siempre los tuve de mano, pero era más de mar que de río. Pero ahora sí, sí que necesito un río, un río del Norte, de aguas frescas y frías. Busco con tesón un rincón tranquilo del rio, donde pueda escuchar sus sonidos: los pájaros, el viento y el murmullo de sus aguas revueltas.
Así me dejo llevar y tal cual me quedo medio dormido, pues en éste estado de shock me quedo muy tranquilo.
"En Menorca vivo, y la llevo en el alma. Pero los otros trozos los tengo en Cádiz y en Vigo".




TARIFA (Una escapadita)

 


Hoy es día 7 de Julio y es el día que comienzan los San Fermines (en realidad, los San Fermines me importan un carajo, pero tenía que decirlo). Me gusta este acontecimiento, me gusta verlo a primera hora (y por eso creo que es por lo que me gusta) y eso que a mi no me gustan las corridas de toros (las repudio y por salvajes y animales), pero esto es distinto, le encuentro un no se qué que me atrae. Quizá sea, porque en el fondo siempre pensé en ir a los San Fermines y ser uno de los corredores y  correr como una fiera o mejor dicho delante de la fiera y eso si, siempre salía de rositas de la cornamenta del toro (creo que más que un sueño, fue una pesadilla). Pero tampoco siento frustación por ello, pienso que tengo cosas que para mi son mucho más importantes, cosas pendientes, reales y futuribles. Me queda muchísimo por ver y por viajar, me queda tanto que podría escribir un libro lleno de lugares pendientes y es que además yo he viajado muy poco, conozco España y no del todo y un casi nada de paises europeos. Más lejos, no conozco nada.
Últimamente me muero de ganas por viajar y me pasa por la cabeza: la Toscana, Portugal de mis amores, Marruecos y tirando para arriba, Suecia, Islandia y Finlandia. Son sueños de una noche de verano, son sueños producto del calor entre las sábanas, aunque el que sueña mucho, al final siempre retiene y aunque sea a un sólo sitio de éstos, iré a parar con mis desgastados huesos. De momento tengo casi asegurado ir a un sitio mágico, que no es ningún sitio de los anteriormente mencionados, es un sitio que ya conozco pero que vuelvo encantado de volver, es Tarifa, la tierra del viento. Como tengo que ir por otros asuntos personales, pues aprovecho el viaje y es que me encanta la idea. Y si ya me dejaran la casa a la que he ido otras veces, entonces sería para volverme loco. Una casa que está en la montaña que hay por detrás de la playa y que linda con el Parque de los Alcornocales y que sus vistas  son un espectáculo, se ve Tarifa y su linda playa, el océano Atlántico del Estrecho y como telón de fondo Marruecos con sus montañas tocando el mar. Estoy enamorado de éstas vistas desde esa casa, es como un balcón que abre sus puertas al mundo.
Esas otras veces que aterricé en Tarifa, fue con mi familia y con un surtidillo muy variopinto de niños, o sea con mis tres hijos y algunos de sus amigos. Recuerdo los caminatas por el Parque de los Alcornocales. Los baños y paseos por sus playas. La duna de Bolonia. Las noches tumbados en la hierba viendo la cúpula del cielo y contando estrellas fugaces. El precioso pueblo de Tarifa mostrando sus encantos, la gente que lo pasea, el ambiente de kitesurf y de winsurf, la playa llena de cometas de todos los colores y el viento, el viento que azota continuamente y que no te da un respiro, pero que te embriaga. Ese mismo viento que antes alejaba a los guiris y hoy los atrae como moscas, el viento que moldea dunas inmensas y que remueve conciencias, un viento purificador y que a veces te hace enloquecer, el viento de Levante, él es el rey de éste recóndito lugar yes en concreto, el punto más al sur de Europa. Y enfrente África, África guardando con recelo ese halo de misterio, ese continente para mí aún es desconocido, esa tierra llena de secretos ancestrales y que emite energía, sólo viéndola desde enfrente ya sientes la llamada de la selva o del desierto o de las extensas estepas o la llamada desde el mismo, Kilimanjaro. África es otro continente en todos los sentidos y me siento atraído por las insinuantes curvas de su figura, es una atracción fatal, fatal pero me encanta observarla desde esa casa.

LOS SONIDOS DE PUEBLO


Es curioso lo de los ruidos, pues uno está tan habituado a ellos, que cuando te faltan, te sientes extraño. Uno necesita el ruido urbano, el ruido de motores de coches, de voces atropelladas de personas, de campanas que tocan al libre albedrío y te haces con ellos y observas que en cada sitio son diferentes. Aunque sigo prefiriendo el ruido de la naturaleza, del mar o del viento o el ladrido de un perro. Somos tan urbanitas que después de venir de ambientes tan ruidosos como hay en las ciudades, va y aterrizamos en medio de un pueblo y nos incordia y molesta y hasta nos desvela, el canto del gallo y esto no lo digo porque sí, es que me ha pasado. Yo nací en barrio urbano con campo o mejor dicho con muchos descampados y allí se mezclaba todo, los cantos de gallos, con el de los pájaros, con los ruidos de motores y bocinas o sea ruido de ambiente fronterizo entre campo y urbe.
Los veranos ya era diferente y el ruido predominante era el mar, pues veraneábamos cerca de la playa y allí en la ventana de mi habitación o lo que era mi palco preferido, escuchaba con avidez los grandes conciertos que me brindaba el mar amigo, claro que para oirlos tenía que esperar la llegada de la noche. En el día, predominaban los mugidos de vacas, los pajarillos y los ladridos de los perros y la voz aguda de mi madre llamándome a filas.
Después me trasladé a Santiago de Compostela y ya me tocó vivir en jaulas-pisos y allí me volví sordo a los ruidos exteriores y así hasta que me fuí a vivir a la plaza de las Bárbaras en A Coruña y posterirmente a Corcubión, donde me empecé a reconciliar conmigo mismo y de nuevo volvieron a mis oídos los antiguos sonidos, el ruido de las olas, el silbido del viento y el canto de los gallos. Y a partir de ahí la jodí, pues una vez probado de nuevo un pastel tan dulce, ya no hay quien te haga probar otro. Ahora en Menorca vivo y por otras razones que no viene a cuento contar, en un pueblo pequeño, que me recuerdan sus ruidos a mis primeros años de chaval cuando vivía en mi barrio. Escucho a los pájaros, a las campanas de la iglesia, el ruido de unos cuantos motores y por supuesto el canto de los gallos y duermo tan plácidamente como un recién nacido. Ahora mismo escucho un camión con su tono grave, el murmullo de los coches, unas cuantas voces por las calles y de fondo se oyen el repicar de las campanas, ah! y bueno, el sonido de como se rasca mi perro. Todo un completo y un buen surtidillo de sonidos en pleno día.

EL LOQUERO (La entrada)

 


Y sigo dándole vueltas a la libreta recién aparecida y es que es acojonante, pues allí estaba mi primer escrito, que por cierto era infumable, pero tiene el mérito de ser el primero y además hecho dentro de la trena (o loquero). De aquellas y hablo de hace 15 meses, yo no sabía que me gustaría tanto escribir, que me gustaba pero hacía más de 30 años que no lo hacía, salvo algún amago que tuve por el medio. Y cuando descorché la botella en el mes de Junio pasado (2.013), han salido escritos como churros. Alguien me dirá que lo llevaba dentro y es verdad lo llevaría, pero como tardara un poco más en empezar, ya me veía escribiendo desde el otro lado del abismo o desde el infierno más profundo. Volviendo al loquero, el loquero era una pasada, allí metido en el medio de un maravilloso pinar y en la parte alta de Barcelona, todo un lujo de loquero, pero loquero, al fin y al cabo.
La llegada era bestial. Con mucha educación te pedían que sacaras todo de los bolsillos y una vez revisados, que te pusieras en pelota picada y te dieras la vuelta y para mirarte el culo, vamos que no te metían el dedo por él de milagro. Yo a mi edad (56 años de aquellas) y enseñando mi lirondo culo, ¡Qué pasada!. Después te revisaban la ropa exhaustivamente, tocando las costuras y dándole la vuelta a la ropa y que no llevaras ni un cordón, no vaya a ser que tuvieras la tentación de colgarte. Te requisaban el neceser, por eso de la prevención de cortarte las venas o la yugular o la garganta y agüita. Después, primera sobredosis de medicamentos. Al cabo de una hora andabas dando tumbos como una pelota, de pared en pared y tiro porque me toca.  Del bombazo que te metían te quedabas sobado hasta de pie y así arrastrándote como un gusano, aterrizabas o te hacían aterrizar, en el comedor comunitario y allí te presentaban en sociedad. Del ciego que llevabas no te enterabas de nada, ni de como se llamaban los compis del loquero, ni que cara tenían. Ya habría tiempo de conocerse mejor.
En ese primer día observé a otro compañero zombi, a uno que iba más traspuesto que yo y ni fuimos capaces de mirarnos a la cara y por supuesto no probamos nada del magnífico menú con que nos obsequiaban (sic). Simplemente nos quedamos dormidos encima de la mesa. Más tarde, vino la cura del sueño y durante dos días sólo sobabas y te levantabas sólo para hacer que comías. Y así durante dos o tres días, dependía de la megadosis de fármacos que te daban y al cabo de ellos, venía un médico a hacerte una exploración física minuciosa. Lo peor que se llevaba era la exploración de la marcha y la del equilibrio, te era muy difícil mantenerte de pie, parecías un pato mareado.
El médico susodicho, tenía un buen método para despertarte de sopetón y era su puta halitosis, ese olor a pescado podrido que salía por su boca, te daba de pleno en la pituitaria y sólo deseabas que se acabara de una vez por todas la exploración neurológica. Pensé varias veces en decírselo, que bebiera lejía o un vaso de aguafuerte, pero no estaba yo para dar recomendaciones en un puto loquero o sea que cogí la vía más rápida, que era la de acabar lo antes posible.
Ese olor a poza negra aún adía de hoy soy capaz de recordarlo. Ese olor ancestral, ese olor a cloaca de los infiernos, y era y era una puta tortura china, era peor que todo el mes que pasé en el loquero. Y el tío como si nada y acercaba su asquerosa boca a mi cara y aquella bocanada de mierda resesa, y...y... y mejor no sigo con éste tema, pues aún me produce arcadas. Ahora ya pasado el tiempo, pienso en que a lo mejor escogieron a ese médico a propósito, pues superada la prueba de su halitosis, ya sólo querías mejorar y salir de allí y no volver nunca jamás de los jamases y claro, así su estadística de altas sería alucinante. Era imposible que alguien en su sano juicio y sin estarlo (como era nuestro caso), quisiera pasar de nuevo por la prueba halitósica. Asi y de momento concluyo: mi mejoría inicial fue gracias a ese método tan asqueroso.

LA REALIDAD TÓPICA


Son tópicos o son realidades y si no son ni lo uno ni lo otro ¿entonces que son?. Digo yo que serán algo de las dos cosas. Estaba viendo de refilón una película de mierda y que su única atracción era que la tía era una mundana y una yupi y con pasta a espuertas. Mientras el tío, era un un señor tranquilo de pueblo, pero también forastero con mucho mundo y había viajado por todos los rincones de la tierra y es como si ese conocimiento lo llevara de nuevo a vivir en el pueblo o sea de tanto que conoció, ahora necesitara meterse en vereda o en un proceso, digamos, más intimista. Se me olvidaba que los dos eran unos guaperas. Fácil hacer una mierda de película extrapolando los papeles o sea, una tía pija y yupi y que vive en Nueva York y que estaba en el pueblo y no me acuerdo porqué, pero que a la vez tenía su pequeño corazoncito tierno, además, demuestra que su cerebro no se le quedó disecado del todo, no del todo, pero si bastante. Y el tío, todo sapiencia reposada (como todo un macho con experiencia), todo tranquilidad y paciencia infinita y sólo le faltaba la barba y la pipa y ponérsela a fumar en el porche de la casa y con su perro a sus pies y él meciéndose en la mecedora que había heredado de su abuelo o sea y en resumen, un empalago de tío, pero con todas sus letras.
Bueno, ya sé como acabará la película, no hace falta ser muy inteligente para saberlo, se enrollaran los dos como dos cosacos, follaran a destajo y por supuesto serán felices y comerán perdices y se casarán y tendrán muchos hijos y los criarán en el puto pueblo de mierda. El tema lógicamente no va de lo que me dice esta plasta de película, el tema va de si en la realidad cotidiana, no pasa un poco de eso.
Yo me trasladé a mis tiempos de médico de pueblo y de la imagen que daba como médico. Como médico más o menos me defendía, pero notaba esas miradas interrogantes que me seguían a todas partes y algunas eran de más interés que el simple hecho de conocerme más a fondo. Todos sabemos de que hablo y el lógico interés que despertaba un tío médico y porque re<almente se preguntaban ¿qué pinta éste tío aquí?.  Algún problema arrastrará, algún misterio tendrá escondido (si ellos, supieran). Un pueblo es un pueblo por mucho que se diga, y es que a veces hay muy pocas alternativas. Y eso lo observaba hacia mi, como hacia otros personajes que vinieron a vivir al pueblo, pues lo nuevo, siempre rompe algo el día día. Y el tedio es el peor enemigo de un pueblo.
Posteriormente trabajé en otros pueblos y volví a tener las mismas sensaciones y no es por tí o porque seas tú y seas guapo o feo, es por lo que representas, y representas poder y algo fresco, aunque muchas veces, lo de fresco como que sobra, pues vas más quemado que la pipa de un indio. Y cuando hablo de esto, hablo de pueblos muy pequeños, donde el cura, el guardia civil, el alcalde y el médico, son los poderes fácticos de la película. O sea, que en definitva y volviendo al principio, hay algo de realidad y también algo de tópico, hay algo de verdad en las dos cosas..

EL TEMA DE LA TORTILLA

 


Y mira que hay bichos raros en la fauna ibérica y como decía aquél pesado pero entrañable tío, el dr. Félix Rodriguez de la Fuente, que en paz descanse: En la fauna ibérica hay ejemplares únicos y algunos de ellos están en peligro de extinción y viven en las poderosas montañas del Pirineo Ibérico y se extienden como manchas de aceite por la longeva meseta castellana, hasta alcanzar los extensos campos de olivares de andalucía y punto, se acabó la cinta, por la otra cara tenía grabado a la Lola Flores y olé. Pues hoy removiendo un poco la fauna, me vino a la cabeza algunos ejemplares que pululan por ésta Isla y me quedó claro que tenía razón el inefable Félix, con lo de las especies en peligro de extinción. Y no es ridiculizar, es resaltar el porqué ellos destacan, y es que en realidad serían poca cosa sino destacaran por ser tan raros.

Hay un ejemplar que dice ser anarquista y con eso no me meto, eso lo respeto, pero dice serlo y a serlo realmente hay un trecho. Es cuadriculado de pensamiento, todo funciona en el orden que el propone, todo tiene que ser bajo la supervisión de su ombligo y por tanto él no concibe que se falle en pequeños detalles que para él son vitales. Por ejemplo llegar tarde 1 minuto o sea, tiene que tragar su propia saliva y contenerse con un león enjaulado, de todas formas una pullita por el minuto de mierda, siempre te va a caer. Pero bueno esto hasta te puede resultar simpático e idiosincrásico y porque en realidad no pasa nada, pero digamos que es una pequeña introducción hacia su persona.

O sea que ponemos maniático y cuadriculado y seguimos. Un día le pregunté donde iba de vacaciones en verano y me dijo un sitio determinado y que se iba a un hotel de 5 estrellas, pues era su forma de paliar la crisis económica que de aquellas estábamos sufriendo, dando curre a los demás mientras él disfruta. Y ya me quedé a cuadros, el tío necesitaba justificar que se iba a un hotel de 5 estrellas, diciendo que así se mantenía el número de currantes. Pues el razonamiento era muy simple, si gastamos mucho, mantenemos al personal y puede que poco a poco vayamos ingresando en el negociete y así, nos haremos socios capitalistas de todo el tinglado y no entrarán en quiebra y por tanto, menos posibilidad de despidos ¿y de paso?...y de paso nos llevamos unos cuantos euros por lo invertido  al principio.  Entonces uno va en avión y en primera clase, para dar curre a los pilotos y azafatas y a los porrtamaletas y hasta al sector limpieza, por eso es conveniente ensuciar mucho y mear por fuera  y cagar en el lavabo y escupir en el techo y... y así crear y mantener puestos de trabajo.  ¡Joder, que vacaciones más complicadas!. Hombre si tiramos más del hilo, pues él no debía ir en coche porque sólo mantiene directamente a los gasolineros y entonces mejor ir en transporte colectivo, digo yo.

No sé, de vacaciones uno ya lleva bastantes maletas con la tuya y la de tu parentela, como para llevarte las maletas de todos los trabajadores que te encuentres por el camino, al final ni vacaciones ni hostias benditas. No sigo con éste tema, porque en realidad es muy simple de desmontar. Bueno una última interrupción, es que es muy tentador. Es una manera de compensarse, yo voy de lujo en mis vacaciones y me compenso a mi mismo pensando en que estoy dando curro. No sé me recuerda al tema de la tortilla, que no sé si tiene mucho que ver, pero tengo ganas de contarlo. El tema iba que cuando estabas follando y para no correrte de primeras, tenías que pensar en como se hacía una tortilla y te concentrabas en ello: primero, se pelan las patatas, después, se cortan y se fríen y a continuación, se baten los huevos con garbo y soltura y aquí cuidado, pues a veces, al pensar en los huevos pensabas en los tuyos, que por cierto estaban a punto de petar y ahí se jodía el invento, la concentración se iba al carajo y después ya se sabe lo que pasaba,......que te corrías inmediatamente. Pero el tema de la tortilla siempre compensaba, porque simplemente aumentabas los tiempos, que de aquellas eran muy importantes. Ahora y menos mal, no lo son tanto. Éste simil que he hecho no sé muy bien adonde me llevaba, pero me pareció interesante hacerlo como un apunte científico más.

 Claro que todo lo anterior del tío problema, trae otras consecuencias. Vestía que daba pena  y porque vestir de lo más cutre, entraba dentro de su religión. Ropa antimoda (que esto no me importa), de hilo malo y tejido deshilachado y de colores desteñidos por faslta de cuidado y por ser ropa de hace 40 años y por supuesto sin planchar. Y no caben falsas apariencias en su cadena de la consecuencia, no se trataba de dar el pego de pobre y que la ropa tenga aspecto de descuidada y mala y que después sea ropa cara y buena, no señor, es que era mala de mala, mala a conciencia. Y ya vamos completando el muñeco, a base de unir las piezas.

Entonces había que preguntarse, ¿porqué me cae bien el tio?,. Pues no lo sé muy bien, pero también tiene sus virtudes, es un buen currante y buen profesional, cuida a los pacientes y a sus compañeros y tiene un toque solidario, ah¡ y tiene su coña marinera, hace gracias serias, que tienen su arte. Con esa apariencia tan seria y tan seca, te la mete bien metida y doblada y a veces te cuesta diferenciar cuando está de coña o cuando está en serio. Y si no tuviera esas virtudes, pues supongo que en el fondo será como todo, que no es cuestión ni de sumar las cualidades ni de restar los defectos, el tío te cae bien porque sí y a lo mejor te cae bien por eso, por ser tan taro y por pertenecer a la fauna más rara de ésta Isla o porque simplemente te lo dictamina así tu instinto primitivo, el más importante de los instintos y ese instinto es imposible de razonarlo y punto y pelota.

                         

NORMAL, ANORMAL Y PARANORMAL


Ahora con la perspectiva que da ver la vida desde la lejanía, es decir, vista la vida con el prisma del paso de los años y con esas ganas entusiastas que tengo yo de descifrar los misterios que me he ido encontrando, llego a preguntarme, si a la vida le tengo que poner un sello, un sello que ponga si he tenido una vida normal o anormal o paranormal. En definitiva si me he desenvuelto dentro de los parámetros de la normalidad o fuera de ellos. El que ponga un sello u otro, es un juego, pero un juego que me puede ayudar a saber por donde me he movido. Si concluyo que mi vida fue normal, entonces la anormal o paranormal fue la vida de los demás, pues parto de un principio irrefutable, mi vida no se parece en nada a la de los demás. Y al revés también vale o sea, si mi vida fue fuera de lo normal, la de los demás fue normal.

A veces tiendo a pensar que yo fui normal, pero muy movidito, desde luego, tranquilo y sumiso, nunca lo fui. Y en otras ocasiones tiendo a pensar lo contrario, es decir  que nunca fui normal y siempre me salí por la tangente. Para mí tiene más peso ésta última teoría, pues me encanta salirme por la tangente y siempre disfruté con ello. Y ya no digamos moverme en el filo de la navaja y hacer todo tipo de equilibrios y componendas para no salir trasquilado, eso me apasiona y me apasionó desde siempre. Claro que estos son juegos peligrosos y no siempre uno está en plena forma para poder desarrollarlos. Si uno está bien, ¿qué le importan los límites establecidos?, pero cuando uno está mal, si importan y mucho. Si yo me encuentro en mi salsa y con esa aptitud vital que yo tengo, los límites me los paso por el forro de los cojones y mantengo mi pabellón particular bien en alto. Pero cuando se está ahí arriba, por el camino te vas forjando enemigos, pues a veces hay personas que mal interpretan tu forma de ser y les resultas provocativo y hasta hay personas de tu entorno habitual, que se reviran contra tí. Hay mucho componente de envidias y de resentimientos y eso se acumula y sólo esperan el momento de verte débil, para darte un buen palo en la cabeza, un buen golpe mortal, un golpe definitivo.

Esto que describí anteriormente lo he comprobado in situ y me pasó varias veces, y para mi la más evidente de todas fue cuando era estudiante de Medicina en Santiago de Compostela. De aquellas era un tío que irradiaba y me mostraba seguro de mi mismo, con aires de líder y de mangonearlo todo. Y me forjé buenos amigos, pero también unos cuantos enemigos, enemigos que yo ni sabía que los tenía y que sólo estaban al acecho y esperando el momento propicio para desnucarme. Y llegó ese momento y fue cuando dejé mis actividades revolucionarias y no me quedó otra, que enfrentarme a mi propia realidad y que era bastante desastrosa. Acumulaba asignaturas pendientes y de varios cursos y aquello se me puso muy cuesta arriba, pero muy cuesta arriba... pero aún así lo hice. Me enfrenté con uñas y dientes, y a pesar que por el medio algunos antiguos compañeros y algún amigo se tomaron la venganza y se cebaron conmigo. ¿No eras tú el que ibas a solucionar el mundo? y ¿donde están tus camaradas y amigos?. Lo de los amigos tampoco era así, porque más o menos los conservaba, pero los camaradas habían huído como ratas del aquél barco hundido. Y me dolió y claro que me dolió y me hizo daño y tanto daño me hizo, que incluso me ayudó a hundirme más en mi particular ciénaga.

Y no exagero nada, así fue y así lo viví. Cuestión vengativa fue mucha y de resentimiento, mucho más que bastante. Aún a posteriori, traté de entender porque creé tanto resentimiento y varias veces me puse en el papel de mis enemigos escondidos y pude sentir que sí, que pude hacer daño y aunque no fuera mi intención, concluyo que sí debí hacerlo. Pero esas cosas no se remedian con venganzas tontas y sanguinarias, pues yo me levanté de nuevo al cabo de unos cuantos meses y por fin entendí que habían sido otros tiempos y punto. Y si alguno me llevé por delante en esa época anterior, pues fueron bajas colaterales y que se jodan y se retuerzan en su puta envidia.

Lo que yo realmente pienso, es que cuando estoy bien, soy un tío que irradio e imanto a las personas y no lo hago a base de estratagemas, lo hago con naturalidad, pues es un don con el que he nacido y por tanto no pienso desaprovechar y lo pienso exprimir hasta mi último halo de vida. Lo malo y como dije antes, es cuando empieza a bajar mi tono vital, pues al principio, no quiero reconocer que estoy bajo mínimos y entonces tardo demasiado tiempo en darme cuenta de ello y a su vez, tardo demasiado en reaccionar. Pero todo tiene su cara buena y su cara mala y si yo quiero una cosa, pues simplemete me jodo y porque me tengo que contentar a su vez, con la que no quiero.

En fin y concluyo, en el fondo me da igual ser normal, que anormal o que paranormal, me importan las tres cosas un pito y el saltarme las reglas, para mí sólo tienen dos límites: uno que no me joda demasiado mi vida y la otra, es que traigan consecuencias sobre mis hijos (mi relación con ellos), entonces apago y me voy y me vuelvo al corral de donde salí por la tangente. Aparte de éstas dos cosas, lo que me importa es seguir sintiendo con la misma intensidad que ahora siento y si para ello es imprescindible saltarse las reglas, yo seré el primero en saltármelas y que el mundo explote y ya puestos a pedir, pues que también se vaya a tomar por el culo.

LOCOS E IMPRESENTABLES

 


Se acabaron las fiestas de mi pueblo y ahora ¿qué hago?. Ya no tengo tema del que hablar y es que me he quedado en blanco satinado. De las fiestas sólo queda la bocina de los coches de choque: piriririrí,...piriririrí, que suena de vez en cuando y nada más. Ayer estuve de guardia y sólo tuve pacientes psiquiátricos, algo está pasando que los altera demasiado. Yo llegué a la conclusión, que a falta de vientos fuertes y persistentes, que aquí toman el nombre de Tramontana, pues tenía que ser el calor axfisiante y por supuesto y sobre todo, la luna llena. Está claro que la luna llena excita y excita en todos los sentidos, en el sexual, en el afectivo y en que dispara las ideas y los pensamientos. Si tenemos en cuenta que los psiquiátricos ya están previamente disparados, pues un poquito más de ayuda, es lo que les pone cariocos. Y ahora en éstos tiempos negros de tormenta, en que los recortes campan a sus anchas, el tema psiquiátrico está desquiciado. Es un sector con poco peso social y es tomado como una losa por los que gobiernan y aprovechan la coyuntura económica para ir dejando los psiquiátricos en casa con sus familiares.

Un caso curioso que cada vez es menos excepcional. Resulta que nos avisa un tío y dice que hay una paciente a trastamiento psiquiátrico que está fuera de sus cabales. Llegamos y me sale el tio que dio el aviso, y me quiere contar su vida, que si la tia era una malvada, que si estaba rompiendo cosas en su casa, que él la había acogido en su casa al ver que dormía en un cajero y que se la estaba destrozando, etc. Yo con esa seguridad que da ser médico de la puta calle, le escuché por encima y mientras me dirigía hacia la tía para escucharla (hay que escuchar a todos) y cuando hablo con ella, veo que el tio achanta y calla y no quiere decir nada, pues me olió como a chamusquina. Tiré un poco del hilo de ella, la tía no era psiquiátrica y era una hijo puta redomada, con mala baba, rencorosa y asquerosa y sobre todo agresiva. Pero el tío era lo mismo o peor, salvo que era tío y que llevaba barba en cambio de dos tetas y que de entrada era más suave. Y ete aquí, que le saco al tío, que él también está a tratamiento psiquiátrico y que su piso era tutelado o sea él estaba bajo control tutelada y que él a su vez  controlaba a la tía.

Se le podía poner nombre a éste nuevo sistema de terapia, el psiquiatra controla a uno y éste controla a otro y así sigue la rueda. No quiero pensar como cuidará el penúltimo del último loco de la cadena. Hasta se lo podía poner nombre: la cadena psiquiátrica. Y claro ante semejante engrudo, lo mejor era tomar la vía de Tarifa y hacer que los dos se mojaran o sea enfrentarlos más y que se acabaran denunciando mutuamente (que era lo que no quería hacer la policía) y asi dos pájaros de un tiro: los dos se quedaban contentos por denunciarse mutuamente y la atención a sus demandas pasaba a manos de la policía.

En éste caso eran unos impresentables y que de alguna manera como no está catalogado esa enfermedad, la de ser unos impresentables, pero se les metió en el saco de la patología  psiquiátrica, como a tantos otros que realmente son debidos a problemas sociales. Pero a lo que voy, cuantos pacientes psquiátricos que necesitan hospitalización psquiátrica (que no era éste caso) o sea, necesitan estar en un loquero y con el tema de la crisis, los están dejando en sus casas y a veces a cargo de personas demasiado mayores (madres o padres) para hacerse cargo de un psicótico o de un maníaco o de otra enfermedad psiquiátrica de alto riesgo. Aunque esto ya me suena de hace años y con el PSOE de Andalucía, que cerraban los psiquiátricos, amparándose en que eran partidarios de loqueros de puertas abiertas. ¡Hay que joderse! y encima haciéndose los aperturistas, pero eso sí, pasándoles el gran marrón a las familias. Ya puestos debieron hacer lo mismo con las prisiones y hacer prisiones de puertas abiertas y que los chorizos y demás especies carcelarias, a la puta calle.

INGLESES DE MENORCA


Último domingo del mes de julio del 2.013 y hoy si que dormí a pierna suelta. Ayer no puse el despertador, pues estaba derrotado y me dije como el anuncio, yo me lo merezco y acabo ahora mismo de despertar, justo a las 10 de la mañana, ¡qué lujo!. El sueño me debe muchas horas o yo se las debo a él, porque en realidad yo no lo trato muy bien, más bien lo maltrato. Hay noches de curre que duermo en tres pedazos, ahora una hora, después hora y media y al final cinco minutos y lo más curioso de todo, es que el sueño me obedece y soy capaz de sobarme en cada intento...pero no siempre sale así la cosa, pues hay noches de guardia en que literalmente no pego ojo. Aunque al día siguiente y duerma o no duerma, yo no soy persona, soy un zombie que aguanta de pie ese día y para no descontrolar más el horario del sueño. Así que es un día nulo y en el que no me entero de casi nada, pero que todo sea por la patria, al sueño hay que cuidarlo y mimarlo y él tiene su horario hecho y por eso y por encima de todo, hay que respetarlo.

Aquí estoy escribiendo en la sala de mi casa prestada, pues tuve que irme de la mía, elemental si tenía que alquilarla. Y en ésta sala escucho de fondo la música muermo de la iglesia Anglicana, pues esta casa tiene enfrente una pequeña y coqueta iglesia anglicana. En este pueblo hay muchos ingleses, si el pueblo tiene 7.000 habitantes, pues 800 son ingleses. Hay pub, tiendas e inmobiliarias inglesas, ellos tienen su submundo dentro de la Isla, su sector servicios que cubre casi todas sus necesidades: mecánicos, jardineros, fontaneros, carpinteros y hasta abogados. Médicos no, pues la sanidad pública española tiene su prestigio internacional y ellos, que no son tontos, saben que hay que aprovecharla. Es una colonia que vive en su mayoría de espaldas al resto de los habitantes autótonos y forasteros peninsulares afincados en Menorca (como yo) y es verdad que el tópico funciona, privan hasta a sus muertos si tienen forma de botella. No todos pero casi, están embalsamados en alcohol y lo único que les une con el resto de los habitantes de la Isla, es cuando necesitan atención médica.

Bueno, me voy a desayunar y a ducharme y después haré un rato de meditación, pues los Domingos son días de reflexión y respeto, vamos hoy de terapia introspetiva y de hacer balance de la semana. O sea de hacer análisis de conciencia y de vaciarte de las maldades. Los ateos o agnósticos o como se nos llame, también tenemos nuestros momentos de análisis y de autocontemplación transcendental y yo en concreto, hago mis abluciones más elementales, los Domingos por la mañana y por tanto ahora mismo me voy al water, a rezar sentado en mi santuario personal.

TIBURONES HUMANOS

Hay días, como hoy, en que pones una palabra y todo se desliza y van apareciendo palabras y más palabras y sin forzar demasiado y con sólo tirando del hilo y con sumo cuidado, vas recogiendo la pesca. Y salen palabras de todas las especies y eso es un congrio y esto es un besugo y lo de más allá, es un mejillón. Y sin poner cebo, ni gusano, ni mejillón machacado, solo el sedal y punto. De todas formas parte de esto, puede ser por el día que hace, pues no sería extraño que al salir a la calle fueras saludando peces, pulpos y hasta un tiburón hambriento. Es tal la sensación de pecera, que parece que estás bajo el agua.

De todas formas entre saludar a algunas personas o entre saludar a un pulpo, no hay tanta diferencia, pues por la sencilla razón que a veces un pulpo es mejor y más inteligente que algunas personas. Hay personas tiburón, que se le nota por la forma del morro y por esos dientes siempre dispuestos y afilados, para ver si se comen algo de lo que sea y por supueso, ellos van a por el pez más débil. O sea son buscadores de la debilidad ajena y están al acecho de todo lo que huela a miedo. Tiene un olfato muy desarrollado y por ellos, huelen a distancia el olor agrio del miedo.

Porque el miedo huele y sabe. Y huele a sudor agrio y sabe a ácido de las profundidades más remotas. Y estos señores tiburones y buscadores de la debilidad humana, buscan y rebuscan y tampoco es tan difícil encontrar algo, porque por desgracia en éste mundo, hay mucho más miedo del que se necesita. Porque el miedo se necesita, pero hasta cierto punto, un poco de miedo viene muy bien, pues te hace estar alerta y sobre todo, te hace ser prevenido. Pero el miedo en abundancia, te deja inválido y paralizado y de eso se aprovechan esas almas maliciosas, que se llaman tiburones humanos.

UN PLAN B (2.014)


Un buen desayuno y ya empieza el Domingo. Y es día 6 de Julio del 2.014 y creo que a éstas alturas sólo sé que se acercan los San Fermines, creo que es el día 7. En éste mes pocas cosas pasan, el 4 de Julio en EEUU  y por eso de celebrar su independencia, el 7 de los San Fermines, el 24 de Julio que es la fiesta patronal de San Jaume en éste pueblo y el 25 que es el día de la patria gallega. Bueno aún hay cosas y más de las que esperaba. Y el día de comienzo de mis vacaciones, que es el día más importante para mí y ese día es el 14 de Julio. Día importante donde los haya, más importante que el día del  desembarco de Normandia.
Yo cogiendo las vacaciones y para ir a no se sabe donde y eso que indagué y rebusqué y me pasó lo peor, que me quede con las ganas de viajar. La pasta, la asquerosa pasta me marca y me impide realizar un viaje astral. A no ser que obre un milagro y que la puñetera Hacienda se comporte y me devuelva parte del dinero ya ingresado previamente en sus arcas. Eso o que la clínica privada, me pague de una vez por todas. Como suele pasar me pagarán después de acabar las vacaciones. Es ley de vida que sea así.
No es posible que todo te cuadre, no es posible que la suerte se alíe contigo, no es posible que pueda darse tanta dicha. No señor, a joderse y a poner en funcionamiento un plan B, un plan B sin necesidad de pasta, un plan B de asfixiado y un plan B de arrastrado. El plan B es fácil, te quedas en casa, enciendes el aire acondicionado y te dedicas a seguir escribiendo. Pero bueno, no puedo quejarme, tengo por lo menos un plan B y eso es mejor, que no tener nada.
Año 2.022: Uno, por supuesto no hubo viaje a ningún sitio. Dos, la clínica privada tardó en pagarme un huevo de tiempo y además, me pagó una mierda  y esa misma mierda, se la llevó Hacienda (y por trabajar en dos sitios a la vez). Éstas fueron mis famosas vacaciones del año 2.014.

EL ROTO


 

HASTA CIERTO PUNTO


En otros tiempos ya pasados, yo tuve un amigo o mejor dicho, tuve un gran amigo, que era el rey de las matizaciones. Un buen tío y mejor persona, pero tenía ese defecto congénito, que lo matizaba todo y cundo digo todo, es todo. Le pedías una opinión sobre algo y aquello era empezar por el origen del mundo y dios nos creó así y asado y el juicio y el diluvio universal y las guerra napoléonicas y como todo influye, siempre había en todo ese discurso un puntito de conexión. Pero defínete, ¡hostia bendita!, defínete y mójate y no señor. Mi amigo era el rey de los que no se mojan.

Era su punto más desquiciante. Yo me ponía carioco y me daban ganas de meterle una buena y sacrosanta hostia. Siempre pensé que así se nace y a lo mejor lo que le pasó es que tuvo sus dudas en el canal del parto y salgo o no salgo y que le pasó a mi madre para ser yo concebido y de donde procedo y hacia donde voy y para que nacer... ¡Y tío sal del canal que te vas a quedar tonto perdido!, anóxico y sin oxígeno. Y el tío acabó saliendo, porque la madre estaba hasta los ovarios de tenerlo obstruído entre sus piernas. En el día a día no, en el día a día era más incisivo y porque sino era imposible su existencia. Pero ante una pregunta un poco compleja, más valía sentarse cómodamente y hasta podías echarte una siesta por el medio.

Total daba igual que oyeras o no, porque aquello era un repaso histórico y daba igual  en que siglo fuera la película. Porque al final y en base a su desarrollo y en base también a todos los matices históricos, pues el tío no se definía igualmente y por todo este mogollón de razones anteriormente expuestas. Y si lo dejabas, pues volvía con sus antecedentes históricos y los bárbaros y los piratas y el capitán Trueno y sobre todo volvía, con el que yo no me mojo. Es decir, más valía partir de que su opinión iba a ser un mar de dudas y entonces le dabas un tiempo y un tiempo corto y para que se sintiera contento y pensara que se le escuchaba, cuando en realidad tú ya lo tenías decidido previamente. A los amigos se les concede ciertos favores y que no se le conceden a otras personas y a veces tienes que ejercer de oyente o no sé... si de durmiente. Pero claro y como en todo, ¡hasta cierto punto!.

¡NORMAL!

 



Sí señor la gente se divierte y queda y se habla...
y se entretiene y se baña en la playa....
y tienen amigos y también enemigos, pero la gente en sí, se busca la vida fuera de su casa.

Y yo sigo en plan ermitaño, encerrado en mi cueva y a cal y canto. Y ya van para dos años, dos años de encierro consentido, dos años de ser mi único amigo, dos años de hablar conmigo mismo, de...de...de....
De que me voy a volver loco, de que cuando me veo en el espejo ya no me reconozco, de que soy mi propio esclavo y mientras tanto, la gente creo que se divierte o eso dice...
   
Pero yo también me divierto y si estoy encerrado es porque yo quiero. Lo que pasa es que el tiempo pasa y yo estoy dos años más viejo y poco ha cambiado bajo éste espeso cielo de verano. Mi vejez ha cambiado un poco y mi onda interna también, ahora evoluciono hacia no sé donde, pero evoluciono positivamente. Y digo positivamente, porque yo lo noto, pues uno sabe cuando se encuentra bien. Una corriente interior, un orgasmo, un espasmo, un calambre o una convulsión, da igual el nombre, el caso es que esa descarga recorre mi espalda y desde mi nuca hasta mi talón.

No sé, pero si me encuentro bien así ¿porque quiero cambiar?. En realidad no lo sé, pero cuando veo pasar a la gente me entran ganas de ser normal. Normal y quedar y hablar y salir y volver a quedar y entonces seré uno más. Pero poco dura esa alucinación, en un minuto noto de nuevo ese calor interior y que es producto de mi propia de satisfacción y entonces me envuelvo en mi propia normalidad y así me quedo yo, satisfecho del como soy y estoy.

Desde éstas ha pasado la friolera de 8 años (ahora, estamos en el 2.022) y sigo tan encerrado en mi cueva como antes y feliz, sigo feliz de la vida. Creo que ahora, es mi nueva forma de vida: vivir aislado entre éstas cuatro paredes, contento, animado, a veces un poco descontrolado y malhumorado, siempre escribiendo, dándole vueltas a todo...y me temo que en ésta silla en la que me siento a escribir... va a ser donde me quede tieso cualquier día de estos...

EL SINDROME DE BOURNOUT


Ya me tengo que ir de nuevo, me paso la vida hiéndome y en éste caso es al curre. Son las 7 de la tarde y ya tengo encima esa pesada losa  y eso que entro a las 8. Pero lo que dije antes, que ya estoy cansado y la energía está bajo mínimos o está en la puta reserva. Ya sólo me quedan dos noches, pero parecen 20 años de condena. Ayer puse el despertador a las 7 de la mañana y hasta que me enteré estuvo media hora sonando y eso que suena como el bocina de un tren o la de un barco. Pero claro hasta las 2 y media de la mañana no me había dormido y cuando me desperté me llevé un susto que no veas, no sabía donde estaba y por desgracia estaba en la puta clínica privada (como la odio).

Estoy más quemado que la pipa de un indio. A lo mejor padezco el síndrome de Bournout o síndrome del quemado, cosa que tampoco es descartable, pues de la medicina estoy hasta los huevos, a los jefes los colgaría por los pulgares, a algunos compañeros los mandaría a un campo de fumigación y para desparasitarlos y así quitarles el servilismo de encima o lo que es lo mismo, quitarles esa capa grimosa de peloteo y favores. Veis sólo me fijo en lo negativo y por eso yo sé, que estoy quemado.

Nada que no solucione unas buenas vacaciones, pero cuidado que los chorizos no se van de vacaciones y entonces tendré que poner una alarma que espante chorizos. Una alarma política y que suene en función de las promesas electorales, cuanto más promesas incumplidas más veces sonará. De todas formas no es mi obsesión que me roban, quizá sea por no tengo muchas cosas de valor, salvo yo mismo y no creo que a éstas alturas de la película alguien tenga intención de robarme a mi como persona. 

AGENCIAS


Claro que esto del blog, tiene sus cosas y mientras el tema es nuevo, tienes la curiosidad de indagar entre sus posibilidades. Pero una vez vistas éstas, ya empiezas a ver sus limitaciones. Vamos, pasa como en todo y eso es lo que pasa con las parejas al principio, que tienen esa necesidad de investigarse mutuamente, pero que una vez conocidos, ven las limitaciones del otro y de uno mismo y entonces, empiezan a aparecer cosas que no gustan. Al final, o te acomodas a lo que hay y con sus virtudes y con sus defectos o decides que esa relación no tiene razón de ser.

Parezco el consejero de una agencia matrimonial y dame tus datos y dame tus aficiones y a ti te corresponde ésta titi, pues porque tenéis los gustos iguales. ¿Quién puede tener los gustos iguales?, si cada persona es un mundo distinto y todo porque a los dos os gusta el wiski o el coñac, ya sois dos personas compatibles. Hombre a la hora de privar, puede que sí, pero en lo demás, creo que no. Y ese anuncio donde sale una tía toda pija y hasta la médula y con sus manos en los bolsillo y extendiendo sus codos hacia atrás y como si fuera una linda mariposa saliendo de su capullito y nos dice, "que ella con Edarling, sí, porque es muy exclusivo" o más menos quiere decir eso.

Al tío del otro anuncio que tiene esa agencia, lo colocan delante de un portátil y con pose de señor interesante y para que pensemos que es un tío y valga la redundancia, interesante y exclusivo. Y dice más o menos lo mismo que dice la tía. La tía la representan como una tía pija y tonta pero guapa y al tío como un tío interesante, guapo y exigente. Si desde luego meten estopa machista por todos los lados. Eso sí, los dos de clase media alta y porque los pobres no tienen pasta y por tanto no tienen derecho a liarse por el Internet. Pues nada que yo soy pobre y no tengo portátil, eso sí, soy la hostia de claro y por tanto, yo no me lío nadie con el que no quiera liarme y menos hacerlo por internet.

HOJA Y LABIOS


 

MARWAN


 

UNOS Y OTROS


Unos tienen uñas

y otros

tienen pezuñas

y todos arañamos piel y corazones

y de vez en cuando,

encontramos un gato que maúlla

dentro de nuestras articulaciones.

JULIO CORTÁZAR


Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...