Y ya he comido, pero no puede ser, son las 4 de la tarde y no puedo comer tan tarde o por lo menos no debía. Pero en éste puto país todo está hecho con los pies y los horarios de trabajo y de coles e institutos y de todo, todos son tardíos y ¡así va el país!. Vamos por detrás de los acontecimientos y por eso siempre llegamos tarde a todo. Pero así somos los españoles, llegamos tarde y después queremos ser los primeros y así nos dan de palos hasta en la bandera.
Comes tarde, cenas tarde y después cuesta madrugar y porque la cena tan cerca de la dormida es indigesta. Los guiris comen y cenan antes y después beben como cosacos y para ello tienen sus horas de esparcimiento, pues a las 8 de la la tarde ya están libres para darle a la botella y a la 1 o 2 de la mañana ya están cocidos como el marisco y ya duermen la mona hasta el día siguiente. Nosotros no, nosotros cenamos hasta las 11 o 12 de la noche y después hacemos lo mismo que los guiris, solo que no caemos a las 2 de la mañana, caemos a las 6 o 7 y entonces, ya se jodió el día siguiente.
Coño, horario europeo, que los nórdicos y anglosajones saben mucho de como aprovechar la luz del día, pero aún así, no les llega y por eso nos invaden las hordas de guiris borrachines. Porque ponen la coartada de que vienen a tomar el sol, cuando en realidad viene a darle al botellón. Éste no es turismo de sol, es turismo de botella al sol. Porque si a esos guiris blancos como la nieve, les diera el sol con todo su esplendor, las playas de ésta Isla estarían llenas de cadáveres carbonizados y yo os juro que no he visto un guiri carbonizado, pero puestos y borrachos he visto a mogollón.

Coño, horario europeo, que los nórdicos y anglosajones saben mucho de como aprovechar la luz del día, pero aún así, no les llega y por eso nos invaden las hordas de guiris borrachines. Porque ponen la coartada de que vienen a tomar el sol, cuando en realidad viene a darle al botellón. Éste no es turismo de sol, es turismo de botella al sol. Porque si a esos guiris blancos como la nieve, les diera el sol con todo su esplendor, las playas de ésta Isla estarían llenas de cadáveres carbonizados y yo os juro que no he visto un guiri carbonizado, pero puestos y borrachos he visto a mogollón.