FELICITACIÓN EN DOS IMÁGENES

¡FELICES FIESTAS A TODOS!

Como veis para ésta noche he encendido a las estrellas y a la Luna le pise pilas de Duracell, para que duren, duren y duren y así no gasto en electricidad.







También he puesto a nevar paisajes nevados y sobre ese barco escorado y congelado, que es una preciosidad. ¡Cosas de la magia potagia y todo porque es Navidad!

¡FELIZ NAVIDAD!

Señores, hagamos del día de hoy, un día de Paz y Armonía, pues un día al año no hace daño. Hoy dejemos las herramientas de la lucha y dediquémonos a ser jipis y ¡viva Jipilandia!. Aunque no crea para nada en éste tinglado, su espíritu me gusta y ya teniendo hijos, pues me gusta mucho más. Para ellos todo es muy sencillo, se celebra ésta noche y se hace en  familia y ya está y nada de darle vueltas a porque tengo celebrar algo en que no creo y si yo soy ateo y demás mandangas patateras. Hoy se celebra la Nochebuena por mis cojones, que no son benditos, pero son mis cojones, y ante ésta razón tan evidente y contundente, que no queda otra  que ponerse a la tarea.

Bueno señores, a todos los que me habéis seguido en mis escritos y a los que los padecieron de vez en cuando, yo desde éste peñasco en medio del mar Mediterráneo, os felicito la Navidad y que cumpláis muchas más. Cada Navidad es un año más y un año menos en nuestra existencia carnal, a la espiritual no sé lo que le pasará, pero ese cuerpo serrano que ahora tenéis, al final será pasto de los gusanos, como  es lógico y menester.

O  sea que a celebrarlo por todo lo alto y con fe y resignación cristiana (sic) y sobre todo con ganas, con ganas de seguir viviendo, con ganas de cambiarlo todo y con ganas de disfrutar. El día de hoy daré descanso a mi nave espacial y no voy a escribir más o eso espero no hacer, porque eso supone que estoy centrado en el tema navideño. Ya sabéis que en el día de hoy algo pasó en Jerusalén y no sé si será verdad lo que pasó, pero esa creencia o leyenda hizo cambiar al mundo, no sé si hacia el lado bueno o hacia el malo, pero el mundo cambió y yo creo que para peor. Y como dije al principio nada de comerse el coco, hoy es Nochebuena y mañana Navidad. ¡Qué disfrutéis como cosacos o por lo menos como voy a disfrutar yo!.

LUNES 23

Y hoy el lunes lunero y es día 23 de Diciembre, víspera de Nochebuena y hoy es mi última guardia de éste año, no vuelvo hasta el 4 de Enero. Así que a ver si las horas se apuran y ya me veo saliente de guardia y dispuesto para disfrutar de mis 10 días de asueto. No sé el porqué pero no me apetece nada estar de guardia, iba a decir como siempre, pero eso no es verdad, pues normalmente no tengo ese problema. Me gusta currar en lo que curro y por tanto, disfruto con ello.

El día es claro y limpio, eso sí, bien regado de abundante humedad, humedad a chorros. A veces me da la sensación que de noche y cuando uno está durmiendo, le dan la vuelta a ésta Isla  y la superficie pasa a estar debajo del agua, sino es imposible explicar semejante grado de humedad. Por el día dios se compadece un poco de nosotros y le da al botón que pone: secado de bacalao lento y  ahí aparecemos nosotros siempre chorreantes  y rebosantes y nunca secos del todo..

¿Y rebosantes de qué?, a lo mejor rebosantes de envidia ajena. Por lo menos en mi caso sí, pues yo reboso envidia a quién tenga una montaña delante o un río o un bosque de montaña. Pues éstas son las carencias principales de ésta Isla, ni ríos, ni montañas, ni nieve, ni por supuesto padecerás del mal de altura, el pico más alto es de 300 metros y desde él divisas la Isla entera.

O sea plana tirando a ondulada, como las patatas fritas o como si a la Isla le pasaran un peine por su superficie, pequeñas oscilaciones del terreno pedregoso, porque esa es otra, está Isla está hecha como sus muros, piedra sobre piedra y así hasta el centro de la tierra. Bueno una vez dicho lo que echo de menos, tengo de nuevo que quitarme el sombrero ante la belleza que tiene ésta Isla, porque hay que poner a las cosas en su sitio y valorar sus aguas cristalinas, sus calas magníficas y sus bosques mediterráneos.

Los Isleños o aborígenes son punto y aparte. Es como sumergirte dentro de la población del Parque Jurásico, ellos tienen sus costumbres ancestrales y entre ellos se entienden y con los demás un poco menos, pero a su modo nos respetan y nosotros, por supuesto, a ellos. Pero el que venga a Menorca, que empiece por calmarse y sino que se tome un valium, aquí la vida transcurre de otra manera, transcurre tranquilamente y a veces, quizá demasiado. Pero más vale quejarse de exceso de calma chicha que de lo contrario. Yo prefiero un vaso de tila que uno de anfetaminas, todo es cuestión de gustos, pero el que venga que tenga claro que esto no es Ibiza y suerte de que no sea.


Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...