A Jueves...estamos a Jueves y a punto estoy de tocar la orilla. Día 08 de Agosto y el 13 ya pico billete. Y de momento señores y señoras, no muerdo. Yo pensaba que a éstas alturas de la semana estaría convertido en un perro rabioso (que para ser del todo sincero, algo lo estoy) pero desde luego no tanto como cabía suponer. De momento aún me tiran un hueso y voy a por él y moviendo el rabo de contento que voy. Bueno, contento porque el día 13 cierro el chiringuito del trabajo y abro otro en las antípodas da miña terriña. Tengo ganas de visitar de nuevo a miña terra galega y volver al verano fresquito, que creo que ya no lo es tanto y retozar por las prados verdes y sobre todo, volver a visitar al gran e impresionante océano atlántico.
Se nota que se acerca el fin de mi condena, ya hablo de las vacaciones y del esplendor en la hierba (que no de la mierda). Y como tiene que ser en el mes de Agosto, noche atropellada, es decir, si te salvas de una gran marrón te obsequiarán con una gran chorrada y cuando no lo hacen, con dos o tres chorradas de casi llorar por las esquinas. Decía no sé quién...pues para eso te pagan. Y es cierto me pagan para eso y más...y más...y más. Cada curre tiene sus particularidades y el mío como va del tema del sufrimiento humano tiene una gran manga ancha. Mira que caben cosas dentro del sufrimiento humano, cosas físicas, psíquicas, paranormales (de éstas hay muchas más de las que os suponéis), místicas y algunas veces, hasta muy entrañables (pocas, pero como las meigas...habélas hainas).
Bueno ya me hice mis 30 minutos de bici estática y hoy vuelve a hacer un calor de cojones y estoy sudando hasta por dentro y en plan cataratas. Tengo que ponerme en forma y bajar de peso, estoy gordo como un zollo y falto y muy falto de forma (y de otras cosas que ahora mismo no voy a contar). Bueno, ya estoy en ello. Pero claro y como me pasó siempre a lo largo de mi azorosa vida de superhéroe, tiene que llegar el mes de Agosto con sus excesos de calorifícos y yo como un puto campeón que soy de los imbéciles, me pongo a hacer bici estática y a toda máquina. Como sino hubiera tenido todo el resto del año para empezar con el tema. Pero sino, no sería yo y sería otro o el otro o el de la moto. Y yo quiero seguir siendo yo. Mens sana in corpore sano y me acuerdo mucho de ésta frase que estaba pintada en el frontón de mi Colegio de cuando era niño y además, era un buen chaval. No como ahora, que soy un tío perverso y bastante maleducado. Yo en general me voy defendiendo bastante bien y sólo rompo mi tranquilidad cotidiana para hacer algún contra ataque mortal de necesidad, que no de gusto. No me gusta tener que matar a nadie (digo, paradójicamente), no disfruto con ello aunque hay veces que lo parezca.
No me gusta que la sangre llegue al río y que lo ensucie y lo manche. Yo soy de los que prefiero meter el cadáver del enemigo dentro de un congelador y que una vez congelado y bien congelado, seguir educadamente las pautas de mi querido Jack el destripador, que decía "vayamos por partes", además no me gusta mezclar los hígados con los riñones. Cada uno debe tener su propio compartimento estanco. Resulta feo mezclar los ojos con los huevos y las ladillas o los intestinos con los hipófisis. Todo debe hacerse por partes y cada parte debe tener su determinado lugar y sitio. Salvo cuando tienes que mandar a alguien a la mierda y porque lo mandas o no lo mandas y aquí no hay vuelta de hoja. Bueno, hay muchas más cosas en que las decisiones tienen que ser categóricas. Pero como no soy psicólogo ni psiquiatra, tampoco me voy a extender demasiado en éste tema tan filosofal. Yo por la vida voy por partes, pero de vez en cuando me como las partes y las cago como hechos que fueron...y que sirven para demostrar que la evidencia es la reina de la ciencia y que yo en el contexto del espacio...soy una simple y diminuta consecuencia...