A LOS 64


A los 64

uno se desnuda

y nunca ante un espejo

la arruga es bella

salvo para los viejos.

SUSPIROS

 


Ahora, que ya no estoy enamorado

(hace ya tiempo)

resulta que he descubierto que...

que yo odio al enamorado,

aclaro, no al enamoramiento,

si no al enamorado de turno,

y lo odio:

por su berza monocolor,

por su empanada mental,

por su ceguera periférica,

por su pensamiento único,

por su egoísmo de ombligo,

por su falta de solidaridad,

por su hola cariño,

¡ayyyy! amoooor...

no me digas eso,

yo también te quiero,

y fuera de ahí,

no sabe decir nada más,

a su alrededor todo son estrellitas del cielo

y es mencionar el nombre de la otra persona

y un largo suspiro....

y se lo ponen los ojos brillantes

como dos diamantes

y se lo vuelves a hacer otra vez,

y otro suspiro más y éste más largo que el anterior.

Conclusión:

su estado mental es obsesión pura y dura,

su estado físico es de suspirar de continuo

y su debilidad

tiene nombre propio

y ésta vez 

será mejor que no lo pronuncies más

(sino habrá otra salva más de suspiros).

¡YA ESTOY DE VUELTA!


Quién me iba a decir a mi

que viviría lo que estoy viviendo.

Yo que pensaba

que la ternura estaba desapareciendo,

que moriríamos envueltos en bolsas de plástico,

y bajo capas de ozono superpuestas en capas de cebolla,

y que los ríos acabarían siendo alcantarillas,

y que los mares serían caldo putrefacto recalentado.

Pues yo que pensaba todo esto,

ahora pienso... no lo contrario,

para tanto no me da la cosa,

pero me siento más atenuado en mis pensamientos más oscuros,

y la negrura evoluciona a tonos más grises

y hay días en que me levanto

y no sé... me digo...

delante de mi tengo un día grande y hermoso,

de sol suave y primaveral,

fresco porque ha llovido en la noche,

tierno porque todo se enternece

cuando los humanos dejamos de gritar y de agredir,

entrañable porque los sonidos son como ecos evanescentes,

y tú, quién seas,

no esperes más de lo que te pueda dar,

aquí no hay misterio,

soy humano y tengo carne y huesos

y un alma que no me cabe dentro

y te puedo jurar

que sobre mis huesos

crecerán las flores más hermosas del cementerio,

aquí yace Bruno, dirá mi lápida,

además el dijo antes de morir,

resucitaré algún día

y mirar por donde....

 ya estoy aquí,

¡ya estoy de vuelta!.

NO ME SANGRAN LAS VENAS

 


No me sangran las venas,

me sangra el alma y las arterias,

yo prefiero una estancia cómoda, pequeña y agradable

a estar instalado en el palacio de Versalles.

No me caen los anillos al suelo

por vivir como yo vivo,

además, de no tener anillos.

Tengo mis cuatro cosas conmigo,

tengo mis recuerdos colgados del techo,

tengo mis queridas plantas siempre agradecidas,

tengo una parte de mis hijos conmigo,

tengo ideas nuevas

que a su vez, se juntan con las viejas,

y se hacen pareja de hecho.

Tengo al sol que entra por mi ventana

y que me acaricia con sus dedos de seda.

Tengo incontables historias que jamás serán contadas

y numerosas historias de amor, odio y miedo.

Pero hoy no es el día propicio para contar nada,

hoy, para mí se quedan 

mis cuatro historias

y mis cuatro recuerdos más íntimos.


OTROS TIEMPOS


A mi no me hace ser más viejo

decir y asumir que soy un viejo.

Al revés, me hace ser más libre

y porque además reivindico lo viejo,

reclamo el vino viejo en barrica de roble,

el olor a rancia sabiduría,

el óxido ocre, la herrumbre con moho,

la fina piel de gallina,

los ojos cansados por tanto mirar hacia atrás,

las articulaciones desgastadas,

los huesos porosos y quebradizos,

los movimientos lentos, dubitativos y pesarosos,

la mirada cansada por tanto mirar,

el silencio para adentro de los viejos,

las tardes al suave sol primaveral,

los tiempos lejanos de cuando de verdad, llovía,

el mar reflejado en sus desprendidas retinas,

y la noche,

que en otros tiempos fue joven

y que ahora es un bucle sin salida,

solo el amanecer nos da vida

y nos regala todos esos buenos ratos

donde uno se dedica a disfrutar de la vida...

VOLVER A CASA


Volver a casa

y no encontrarte con nadie,

ni por la calle ni en casa,

ni en la nevera ni en la trastienda,

solo están los fantasmas que cada uno tiene consigo,

algunos fueron ganados a pulso

y con el sudor de mi frente

y otros son presencias de algún ser maligno

que se te quedó clavado en un rincón del cerebro,

dicen que la memoria es selectiva,

pero la mía no lo es,

la mía no filtra, no depura apenas nada,

a veces, tengo que tragar sapos enteros

o seguir ésta secuencia:

después de un fantasma bueno

viene uno malo

y después, otro peor que el malo,

y entonces el drama está servido en bandeja de plata,

como se hacía antes con unas buenas rayas de farlopa,

en bandeja de plata, ¡si señor!

y mirar por donde

el mundo seguía dando las mismas vueltas que ahora,

claro que la droga de aquellas,

era una despiadada asesina de buenas personas,

también es verdad,

que se llevó mucha borralla mal nacida,

pero la balanza final

siempre se inclinó del lado más inhumano.

A veces y suele ser por las noches,

se me aparecen algún antiguo amigo o amiga

en forma de fantasma o presencia etérea

y mira que ha pasado tiempo y tiempo,

y me siguen preguntando:

¿porqué tuve que ser yo el muerto?

y ahí queda esa pregunta suspendida en el aire

y en la boca de mi estómago.

A VECES...¡QUÉ PENA ME DA LA VIDA!


¿Te acuerdas de María X?

seguro, que sí,

ella ocupó mi mente

y mi querer

durante unos años,

allá en épocas universitarias,

cuando los dos estudiábamos medicina,

mejor dicho, cuando ella estudiaba

y yo estaba dedicado a labores revolucionarias

y entre manifestación y manifestación

yo estudiaba lo que podía,

y así me fue,

después me costó un huevo y la yema del otro,

acabar la carrera....

ella funcionaba al revés,

primero estudiaba y después luchaba

(mi madre estaría encantada con ella)

pero volviendo al tema María X,

ella parecía mi faro

y yo su farolillo rojo,

para mi era grande, inmensa,

más grande que nadie, gigante,

perversa, picarona,

para mi derrochaba sexo por todas sus costuras,

y yo me volvía loco por tanto deseo,

cada uno vivía en su casa,

pero cuando nos veíamos

la erupción del Vesubio se quedaba pequeña,

me acuerdo de su risa franca y alegre,

de su nariz aguileña,

de sus pequeñas tetas,

de su cintura de avispa,

de su pelo castaño,

de sus ojos que ahora pienso

que eran color marrón entre miel y melocotón

me acuerdo de su piel tersa y aterciopelada,

de sus pequeños ojos siempre chispeantes,

de su tono entre jocoso y desconcertante,

y ahora, alguien tendrá el valor de preguntarme

¿si me acuerdo de ella?

Después en el prólogo de un verano lluvioso,

vino un día a decirme, 

lo siento, me he enamorado de otro

y en esa noche brindamos con champán de medio pelo,

por nosotros, nos dijimos

y pasó la noche y llegó la mañana,

y a las 7 en punto salía el barco,

me acompañó y no sé porqué lo hizo,

y el último recuerdo que tengo de ella,

es agitando su mano derecha

y para darme el adiós definitivo...

Pues 40 años después

nos pusimos en contacto,

(a través de terceros)

yo pensando en contarle como me había tratado la vida,

pero sin más historia,

(aquella vieja historia había muerto hace 40 años)

y ella desconfiada manteniendo las distancias

y entonces lo vi todo claro,

para mi ella había sido otro gran amor en mi vida

(por suerte, he tenido varios y todos bestiales)

y para ella, yo había sido el novio de la Uni (Universidad),

me di cuenta lo cursi y lo tonta que era

 (mira que decir...Uni…)

y lo que no le perdono, sobre todo es

es que 40 años después,

 lo único que quería saber de mi,

es si seguía vivo

y no quiso saber como me había ido la vida

y que no me contara como le había ido a ella.

Nunca es tarde para darse cuenta,

(de lo que uno consideró 

como uno de las grandes amores de su vida),

que fuera un pufo de cartón piedra,

no había alma por su parte.

Pero como yo estoy curado de espantos

y como además han pasado 40 años,

pues como que me la suda...

aunque tengo que reconocer que a veces 

¡qué pena me da la vida!

¿TE ACUERDAS DEL DÍA 8 DE ABRIL DEL 2020?


NOTA ACLARATORIA

Resulta que en mi recuento de días de claustrofobia,

yo iba atrasado

y según mis cuentas hoy sería el día 23

y según los datos oficiales estamos en el día 25

y 2 días son dos días

y son 48 horas

y en 48 horas se pueden hacer muchas cosas,

bueno quizá, no tantas...

pero bueno, es mi misión 

intentar dar moral a la tropa,

para eso me vistieron de médico,

me enfundaron la bata y el fonendo,

y como esa tropa de pobres médicos cubanos

que andan desperdigados por el mundo 

y que sirven igual para un roto que para un descosido

tendré que ir ¡a sanar el mundo!...



AQUÍ EMPIEZA EL POEMA


Hoy es día 8 de abril de año 2.020

y entonces es el día 25 de la cuarentena,

que será nuestra semana santa más recordada,

pues aseguro que nunca olvidaremos esta pandemia,

¿te acuerdas?

nos conocimos en la semana santa

del año 2020,

tú vivías enfrente de mi

y una noche de luna llena

te apoyaste en el quicio de tu ventana,

llevabas un pijama a rayas y lunares, 

¡precioso, por cierto!

yo en cambio,

iba con el clásico pijama de cuadros,

los dos nos miramos desde nuestra respectiva distancia,

tus ojos verdes  y a veces, se hacían fluorescentes 

en cambio los míos irradiaban destellos como dos luceros,

fue un amor a primera vista, 

de primeras, me encantó de ti

 tu pelo rizo y tus tirabuzones,

más tarde,

meses más tarde me dijiste,

que lo que te gustó más de mi,

fue la sonrisa

y el como chipeaban mis ojos claros,

creo que el influjo de la luna nos ayudó mucho

y el viento suave de aquella noche,

era enamoradizo y confortable,

después todo funcionó por señas y gestos,

los besos circulaban  como ecos rebotados,


las manos no pararon de mandar besos y señales,

y nos daban las 2 y las 3 y las 4 y las 5 ,

y siempre nos sorprendía

el sol del amanecer

¿Te acuerdas del día 8 de abril del 2.020?

era de noche y....

HE TENIDO Y TENGO


He tenido tiempos de desdoblamientos,

he sido dos o tres cosas al mismo tiempo,

he escuchado a la vez que he hablado

y he hablado mientras sentía y comprendía.

He tenido malos y buenos momentos,

así como otros, neutros.

He subido, he bajado

he ascendido y descendido,

he trepado (muy pocas veces),

he soñado en muchas,

he querido hasta la muerte,

he odiado con toda mi ira,

he escupido contra el viento al sentirme dolido

me he arruinado un montón de veces

y aún tengo cuentas pendientes (pocas).

Yo no soy mejor que tú,

pero tampoco soy el peor de los humanos,

soy zurdo contrariado,

y eso me escora hacia un lado,

tuve celos que ahora no comprendo ni entiendo,

tuve vidas paralelas que fueron estúpidas,

tuve pesares en toneladas

y tuve alegrías que ya quisieran otros.

¿Mi existencia?

ha sido buena,

he nacido en un sitio precioso,

me crié a los pies de una hermosa playa,

crecí entre parras, maizales y matas de tomates,

era el amo de la bicicleta sin frenos,

fui malo y demoníaco durante una época,

después, fui revolucionario

más tarde, acabé la carrera de medicina,

y bueno, ahora ejerzo de médico,

tengo tres hermosos hijos,

vivo solo y bien acompañado con mis fantasmas,

aunque la cuarentena de la pandemia

la esté pasando con dos de mis hijos,

(por tanto, ahora no vivo solo)

no tengo un ferrari, ni tampoco lo quiero,

no tengo barco, ni yate,

tengo mi casa y mi jardín con flores,

creo, que con todo esto me doy por servido

y si me dejarán seguir viviendo así,

no digo que me conformaría,

pero casi,

tengo mi casa, mis hijos, mis flores,

mis plantas 

y mis mejores sueños siguen durmiendo dentro de mi cabeza.

TQM


Para que complicarse con tantas palabras,

cuando para decir te quiero,

solo hay que decir,

te quiero y punto 


y punto ya es un añadido,

incluso algunos lo condensan

y dicen TQ (Te Quiero)

y TQM (Te Quiero Mucho)

o te muestran un corazón palpitante,

 todo rojo y apasionado.

Yo soy más de la escuela de las palabras y de los gestos,

y prefiero decir,

Te Quiero Mucho 

acompañado de la más preciosa de mis sonrisas,

claro...si realmente es así,

sino fuera así, 

no diría nada

y sería el más mudo de la tribu,

porque en el querer no hay puntos medios

o se quiere o no se quiere

y no hay ese consabido dicho,

"de que como te quise un día

te voy a querer toda la vida"

aunque en toda regla hay excepciones

y hay quién sigue queriendo contra viento y marea,

yo soy uno de ellos

o mejor dicho

yo soy de los que tarda mucho tiempo

en borrar del mapa antiguos amores,

me gusta seguir su rastro durante un tiempo

y  hasta comprobar y bien comprobado,

que definitivamente me han olvidado

o que yo los he olvidado

y entonces y solo entonces

quedan anotados en mi agenda de andar por la vida:

duró un año o meses

o muchos años

o apenas duró un día...

se inició sobre esa época aproximada

que ahora no recuerdo muy bien

y se acabó en un día del mes de julio,

(de las despedidas suelo acordarme mejor)

hacía casi calor de verano,

el viento era suave y era del norte,

el mar estaba en calma,

mi móvil no paraba de recibir mensajes,

y mis decepciones

empezaban a tocar tambores...

SER Y ESTAR


Ser tiene tres letras.

Estar tiene cinco.

Primero se está 

y después se es.

Primero se hace

y después se reivindica.

Yo pido y exijo,

pero primero tengo que estar en el sitio.

Yo desde las alturas contemplo la luna,

ella me pide que le encienda las luces,

y yo como soy gigante y estoy lleno de energía

primero la protejo con mi sombra

y después la ilumino con la magia de mis dedos.

A MI UNA VEZ ME DIJERON

 



A mi una vez me dijeron,

tarde o temprano tendrás éxito,

pero ahora que han pasado los años y las décadas,

me doy cuenta que se referían a otra persona,

que el éxito no está hecho para mi,

y que los aplausos que ahora escucho por las calles

(por ser sanitario en plena pandemia),

son reflejos adquiridos que a su vez serán desaprendidos,

es como todo muy abstracto y muy surrealista,

y lo que parece un simple aplauso sin más

lleva un deseo implícito...

que me cures, parecen decir.

Y yo en esto tengo que ser muy claro,

no hay cura, no hay tratamiento curativo,

hay solo diagnóstico y prevención

y se supone que dentro de poco, vacunación,

y lo demás será esperar a que las circunstancias cambien,

el proceso de éste virus

es muy agresivo

y hace petar todas tus defensas inmunológicas,

literalmente te revienta los pulmones por dentro,

dicen que es una explosión aguda del alveolo,

al final queda una costra de detritus y mierda

y entonces no puede haber intercambio de gases

y otro muerto más al hoyo y por el puto virus Covid 19.

Juan Vicente Piqueras (Sísifo todavía). Blog "Rua das Pretas"


Es triste que el destino de un hombre sea Sísifo,
que hayamos de llevar sobre los hombros
la misma piedra siempre, que parece
ya nuestro pensamiento, y tropecemos
en ella tantas veces como vidas
quisiéramos tener y sin embargo. 

Es triste trepar riscos cargados de razón
y dejarla caer al alcanzar la cumbre
para después volver al mismo error
un día y otro, como el alma al vicio,
condenados a ser, sedientos, quienes somos:
quienes quisimos ser y sin embargo. 

Es triste repetirse como la misma historia,
dar vueltas a la noria, día y noche,
moliendo una manera de ser y de mirar
que te lleva a sufrir y a hacer sufrir.
Llevo mi piedra en mí, mi pensamiento,
y dentro yo, esperando ser tallado,
esculpido, salvado y sin embargo.

DONDE EL AGUA SE UNE A OTRAS AGUAS (Raymond Carver). Blog "Glup 2.0"

 

Raymond Carver


DONDE EL AGUA SE UNE A OTRAS AGUAS

Me fascinan los arroyos y la música que crean.
Y las corrientes, entre prados y cañas, antes
de tener oportunidad de convertirse en arroyos.
Me fascinan sobre todo
por su sigilo. ¡Casi olvidaba
decir algo de las fuentes!
¿Hay algo más hermoso que un manantial?
Pero también me encantan las grandes corrientes.
Las bocas abiertas de los ríos cuando se unen al mar.
Los lugares donde el agua se une
a otras aguas. ¡Conservo esos lugares
en mi mente como si fueran sagrados!
Me gustan como a otros les gustan los caballos
o las mujeres atractivas. Me pasa una cosa
con esa agua fría y veloz.
Sólo con mirarla se me acelera la sangre
y se me eriza la piel. Podría sentarme
a mirar estos ríos durante horas.
Ninguno es igual.
Hoy tengo 45 años.
¿Me creería alguien si le dijera
que una vez tuve 35?
¡Mi corazón seco y vacío a los 35 años!
Tuvieron que pasar cinco años
antes de que empezara a latir de nuevo.
Me tomaré todo el tiempo que quiera esta tarde
antes de dejar mi sitio en la orilla del río.
Me gustan, me encantan los ríos.
Me encantan desde su fuente.
Me encanta todo lo que crece en mí.

Ana Martins Marques. Blog "Glup 2.0"

 

Ana Martins Marques

 

Accidente

Escribí este poema el último día
después ya no volvimos a vernos
al principio intercambiamos llamadas
en las que siempre parecías estar a punto de perder el tren
y yo siempre parecía acabar de perderlo
escribí este poema después de la primera llamada
tú hablabas de visados y oficinas
de cómo para conseguir un documento siempre hace falta otro
que sólo puede obtenerse si se tiene el primero
yo hablaba de las noches perdidas en compañía de alguien
que nunca eras tú
después poco a poco dejaste de llamar
escribí este poema el segundo domingo
en que tú otra vez no me llamaste
en torno al poema como alrededor de un accidente
se reunió mucha gente
para ver qué pasaba

 


 

Ana Martins Marques (Belo Horizonte, Brasil, 1977) ha publicado los libros de poesía A vida submarina (2009), Da arte das armadilhas (2011), O livro das semelhanças (2015), Duas janelas (2016), en colaboración con Marcos Siscar, y Como se fosse a casa (2017), en colaboración con Eduardo Jorge. Celebrada por la crítica especializada brasileña, su obra ha recibido el Premio Litérario da Fundaçao Biblioteca Nacional y el Prémio da Associaçao Paulistas dos Críticos de Arte.

JULIO CORTÁZAR