
te diré dos cosas...
una,
vete a la mierda
y dos,
seguiré encerrado en mi y a cal y canto,
ni verte, ni sonreírte, ni añorarte,
ni soñarte, ni suspirarte, ni siquiera pensarte.....
yo seguiré mostrando la transparencia de mis ideas,
y al fondo y a la derecha de mi cerebro
tengo guardada mi mejor idea,
de ti no salvo ni los muebles
y yo de aquellas,
me había quedado hundido y tocado
y ahora en cambio,
asciendo a bocanadas de aire y fuego,
ahora soy más dragón que antes,
primero me quemo con mi halo ardiente de ansiedad
y después me meto directamente en agua fría,
tengo que hacerme más duro y más coriáceo,
y todo lo que por mi resbale
es una lección aprendida,
tú me las enseñaste...maestra
tú me dijiste... te quiero
y creo que esa fue tu prueba de fuego.
después vino tu huida y tus temblores,
después vinieron tus lloros compungidos
y el yo quería otra cosa...
y no es por nada,
pero yo también quería otra cosa
y bueno, a éstas alturas de éste poema
tengo que recordar que por mi parte,
lo de que te vayas a la mierda sigue en pie
y hazte a esa idea y a partir de ahora
mi deseo más grande
es que la mierda te llegue hasta el cuello...