UN PROBLEMA REGRESIVO

Por mucho que me guste tirarme a la piscina sin control ninguno, tengo que decir y contradiciéndome con algo escrito anteriormente que: después del temporal no siempre viene la calma, muchas veces vienen más temporales y tempestades y hasta tsunamis y puedo decir con la boca llena de saliva y por lo tanto como un baboso que soy a veces, que puede haber hasta revueltas universales. Puede haber de todo y puede no haber de nada, el todo o el nada, la pregunta que siempre nos hacemos. Me quieres o no me quieres, el todo o el nada. Te gusto o no te gusto, el todo o el nada.

¿Eres mi amigo o eres mi enemigo?. Eres Acuario o no eres Acuario y lo digo porque yo soy Acuario, y aunque en el fondo me importa una mierda patatera el Zodíaco y es que me da igual que fuera Piscis o Capricornio y haber nacido en Indochina y no en Vigo. Los signos del Zodíaco me los paso por el forro de los cojones, igual que me paso el lugar de nacimiento o el país o el estado o el superestado del que dicen que salí o nací. Y dicen y dicen, pero lo importante es que yo salí vivo del parto tan difícil que tuvo mi Madre.

No sé si físicamente mi Madre tuvo dificultades, pero estoy seguro que mentalmente sí  las tuvo. Lo mismo que sé, que yo tuve dificultades para salir, pues al ver ese sol nublado de Galicia y con esa lluvia perpetua y por supuesto con esas pocas ganas que puso mi Medre cuando fui expulsado del canal del parto, me ha creado grandes complejos existenciales y que se han manifestado 58 años después del parto, por eso tengo un verdadero problema regresivo, y es que quiero volver al útero materno y así volver a ser parido de nuevo.

EN PLAN METRALLETA

Se me vuelve a acabar el tiempo y tengo que seguir con la trabajera de mi casa y en momentos como éste es cuando me pregunto ¿porqué me complico tanto la VIDA?. ¿No podía conformarme con la casa que tenía y tal como la tenía?. Pues al parecer no y porque una de las cosas o razones que he aprendido en ésta vida, que si a la casa no le untas manteca y de la fina, al final te puede la ruina. Pero también he aprendido otra cosa, que en lo que me resta de mi vida y lo juro por mis muertos, que no vuelvo a tener una casa o una vivienda en propiedad.

Ésta va a ser mi última propiedad de mi pequeña y minúscula historia, bueno y la caja de pino que guardará mi cuerpo muerto. Además de que eso de que es tu propiedad queda muy en entredicho, es más propiedad del Banco que me dio o que tuvo el honor de concederme el Préstamo Hipotecario, que mío. Y cuando pienso en eso me entre el vértigo y porque para pagar sus cuotas mensuales tendré que seguir currando hasta los 100 años o casi. No tanto, pero hasta los 70 años, sí. Y sigo pensando que el Banco se ha jugado mucho conmigo, pues en mis buenos tiempos de chorizo hubiera pagado como mucho dos cuotas y punto.

Pero coño, me ha pillado siendo padre de familia y como un señor que por su edad y por su abolengo tiene que ser un señor responsable, pues por eso el Banco me tiene cogido por mis mismísimos cojones. Y una pregunta antes de seguir con ésta perolata, ¿Y yo que sé como estaré a los 70 años? y es que a lo mejor tengo que ir con los Dodotis puestos a currar y sin piños o con piños sintéticos y por la osteoporosis generalizada, tendré que ir en silla de ruedas o con muletas. Es duro mi porvenir, pero juro que fue más duro cuando tenía 30 años más o menos y en cambio estoy aquí  y sigo largando estupideces en plan metralleta.

CANGAS DEL PORRAZO

Y quién queda más en entredicho, ¿yo o dios?. Yo no prometo el Cielo o el Infierno, ni siquiera prometo el Limbo, yo no prometo nada y polvo somos y en polvo nos convertiremos y si por el camino pues cae un polvo, pues mejor que mejor. Yo no tengo Iglesia, ni Santos, ni Altares, tengo sólo lo que soy y además entiendo perfectamente que me comerán los gusanos. Y eso es lo que puedo vender a los demás, la  verdad y el que todos acabaremos bajo tierra o en un tarro de cenizas.

Yo no quiero esas mariconadas de hornos crematorios y polvo de cenizas y que después venga un tío o tía al que en vida le importé un huevo o casi y me esparza a los cuatro vientos. Yo en esto soy más tradicional y quiero un Funeral y un Entierro bajo tierra, vamos que yo pueda escuchar las últimas paladas de tierra sobre mi féretro de roble y si me va muy mal, me conformo con una caja pino. Quiero un acto solemne y que todo dios vaya de escrupuloso luto y lloros de película y quiero escuchar al cura mintiendo sobre lo que yo fui.

Vamos, que quiero toda la parafernalia que rodea a los entierros y si nadie llora por mi ausencia, que contraten a las lloronas de Cangas, que es un pueblo que está enfrente de Vigo y que antiguamente tenía a unas profesionales de la llorada en los Entierros, o sea que se les pagaba para ir a llorar a un Funeral. Un pueblo curioso éste, porque aparte de los lloronas tenía fama de los mejores canutos, pues mezclaban el costo con el polvo de los muertos y por eso Cangas del Morrazo pasó a denominarse Cangas del Porrazo.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...