Éste portátil que tengo entre mis manos poco a poco se va desintegrando y ya no va a pedales, sino que va más lento que el caballo del malo. Supongo que ya le está llegando su hora y tendré que hacerle un lindo funeral y con muchos ramos y coronas de flores. Y descanse en paz y eternamente y por los siglos de los siglos, amén. Y ahora acaba de llegar mi hijo pequeño, el que es síndrome de Down, que se había ido con el mediano y al parecer el mediano le metió un empujón que se casi se cae. Bueno yo ya me lo suponía que iba a pasar eso, pues el pequeño estaba pesado como un plomo y venga a incordiar y a incordiar más. Y así fue, el chaval se vino de vuelta todo compungido y cuando le dije que le estaba bien por pesado, va y me dice que en el Sindrome de Down, no existe lo de pesado. Y bueno me desarmó y me dejo en pelota picada.
Si el chaval salió a su padre, igual de payaso e incluso lo es más. También tiene su perro Down, que como también está medio sordo, pues dice que hay que comprarle unos audífonos como tiene él. Y es Down pues todo perro acaba pareciéndose a su amo y ya está, ya no hay más argumentos. Los argumentos son concluyentes y contundentes y es que el chaval no anda templando gaitas. Tiene el pueblo a sus pies, por donde va lo saludan y eso sí, también lo respetan y porque sino me lío la manta a la cabeza y empiezo a dar hostias a todo lo que se menea. Tarea que no es fácil, porque le tendencia es la contraria, pues la crueldad hacia los que no son sus iguales se dispara con facilidad y después se convierte en chanzas hacia el chaval.
Al principio algunos personajes intentaron hacer sus bromas al respecto y con una cuantas miradas fulminantes, se acabó el rollo, pero no es fácil y además en éstas cosas no caben los paños calientes o se aprende a respetar o se aprende a respetar dos veces. Y bueno ha sonado el puto teléfono y venga a volar por los cielos, y me llevo a dos y de un solo tiro, ah¡¡ y me traigo otro paciente de vuelta. Pues nada a currar y ahora son las 3 de la tarde y haber a que hora llego de vuelta.

Al principio algunos personajes intentaron hacer sus bromas al respecto y con una cuantas miradas fulminantes, se acabó el rollo, pero no es fácil y además en éstas cosas no caben los paños calientes o se aprende a respetar o se aprende a respetar dos veces. Y bueno ha sonado el puto teléfono y venga a volar por los cielos, y me llevo a dos y de un solo tiro, ah¡¡ y me traigo otro paciente de vuelta. Pues nada a currar y ahora son las 3 de la tarde y haber a que hora llego de vuelta.