No sé muy bien lo que quiero decir,
porque hay momentos en que uno no se encuentra tan clarividente y
atrapa una sensación por el camino, una sensación vaga y
difuminada. Y pienso en las personas y en como se relacionan, pero
pienso de esa manera en la que no se pueden sacar conclusiones y
porque te sobrepasan las sensaciones o porque tus entendederas se
manifiestan duras e insensibles. Pero aún así, pienso y pienso que
el sistema de relación humano tiene carencias muy importantes.

Como se dice, pierdo el juicio y como
dice mi hijo pequeño, me sale todo el genio. O sea soy de los que aguanto tela y tela marinera, pero como alguien se muestre irracional conmigo y por
ejemplo se ponga a pitar en el coche como un descosido, ya pierdo mi lado humano y me
convierto en un poseído. No soporto a los que van por la vida
imponiendo sus normas, pero que no los soporte no es óbice para que
yo me convierta en un ser malvado y rabioso y lleno de odio y lo peor de todo, es que
me convierto en un ser que está dispuesto a dar su vida ante
semejante tontería. El pronto, lo llamaba yo, el pronto que me
enciega y que a veces hace que me sienta el tío más tonto y gilipollas
de la
tierra.