Antes de mí
hubo muchos más delante
y los seguirá habiendo
y moriré sabiéndolo
y no es por despreciar a nadie,
pero el que no sepa esto,
algo le falta
o algo se le caído del coco.
Todos somos perecederos
y nuestra existencia hace años que está marcada
y por una especie de ruleta que señala tu devenir,
te puede conceder años y más años
o días o meses
o que un rayo y de repente, te fulmine
o que un infarto masivo te deje tieso el corazón.
Nunca sabremos lo que vamos a durar
y hagamos lo que hagamos
nunca lo podremos saber
y lo único que está dentro de nuestro propio conocimiento
es que la muerte de uno empieza...
cuando está invadido por el miedo.