Pero analicemos mi estado actual...analicemos y opinemos: porque yo estoy y puedo decir que estoy tranquilo... aunque tampoco estoy feliz de la vida, que estoy de esa manera en donde muy pocas cosas me afectan y porque he decidido que casi nada me afecte y por tanto, que casi nada me haga daño y porque simplemente estoy hasta los huevos de que las cosas me hagan daño y me destrocen por dentro. Es como decirlo, es como ponerse un escudo protector ante las adversidades del día a día. La vida tan bien es eso, es actitud, es estado de ánimo, es estar preparado para salir lo más indemne posible de los peores rollos y malas situaciones que se nos presentan. Claro que...claro que no todo es predecible y pasa que a veces los problemas te cogen en pelotas y te sorprenden y sin darte cuenta caes en el pozo oscuro del desánimo. Pero a lo que yo iba al principio: era que la locura está determinada por un estado de ánimo concreto, porque en otro estado de ánimo uno cae en la depresión de la zona oscura y entonces la vida se cubre de insondables e infinitas sombras. Y yo puedo contaros muchas cosas de los estados que se acercan o se aproximan a la locura (porque he estado muchas veces o mejor dicho, he estado muchas veces cerca), pero no puedo deciros mucho de la depresión y porque muy pocas veces he estado en un verdadero estado depresivo.
Por tanto hoy luzco un estado de ánimo alto (que no subido en la parra y porque desde hace un tiempo me he bajado). Bueno, ahora disfruto de los pequeños momentos que me rodean y me envuelven en una especie de nube vaporosa y gustosa...pero también es mi deber tener que decir que en esa nube vivo sólo y en solitario y me supongo que así seguirá ocurriendo el tiempo que me queda de vida. Por tanto, yo voy en mi barco y en rumbo a ninguna parte o mejor dicho, rumbo a todas partes, pues al final de nuestras vidas, la nada y el todo se juntan y así será hasta caer en las manos de la llamada muerte. Y todo esto que digo aquí, lo hago sin tener ningún sentimiento de pena, ni siquiera una pizca de resentimiento...y porque lo hago en un estado de paz casi imposible de tener o de conseguir....pero os juro, qu es un estado lo más parecido a esa calma interior casi perfecta y armónica. Yo a lo largo de estos últimos años, fuí soltando el lastre de las envidias, de los miedos, de los resentimientos y me he quedado en un estado sin venganzas ni rencillas. Claro que todo esto es relativo (como todo en la vida)...pero es una forma más de expresar que me encuentro bien y en paz conmigo mismo.