Y son las 8 y media de la tarde y es hora de empezar a preparar las viandas, además hoy tengo cenorrio y me toca revuelto de ajetes tiernos con jamón y eso para mi y dadas mis circunstancias, es delicia turca. Huevos, ajetes y jamón, yo no me lo creo, pero eso pone en el papel de la dieta y lo juro por mis dioses y hasta por mis muertos. Hoy sacaré los cohetes del fondo del armario y para celebrar semejante evento, haré una de fuegos artificiales.Pero antes tengo que ver el partido de Baloncesto, el de Francia contra España. Con las ganas que nos tienen los gabachos a los íberos y al revés también, seguro que va a estar muy interesante. Siempre fue parte de nuestra mutua historia, esa pelea de gallitos, hoy en día un tanto despeluchados los dos, pero ¡que importa el estado del plumaje!, si queda el pico y de pico están los dos muy bien surtidos. Claro que al frente de cada Gobierno están dos pájaros jilgueros, el Rajoy y el Hollande y así nos luce el pelo.
Pero después de que acabe el Partido, descorcharé botellas y botellas de champán y los fuegos de artificio iluminarán el cielo menorquín y así espero celebrar mi gran cena ya engullida y que España haya ganado. Y entre copas y más copas y entre risas y tonterías y ji, ji, jí y ja, ja, já y ay¡¡ como te quiero y desde que te vi me enamoré de ti y demás mentiras que siempre se dicen cuando estás afectado por el alcohol, pues me despediré como un caballero y diré en gabacho: ¡Au revoir!.








