"Primero sé libre; después pide la libertad".
Yo no me olvido de nada.
A ti en concreto... te tengo fichada
y en un trozo que no pone nada.
Estás como decirlo...
en la lista más negra.
Tengo tu foto
en la pared pegada
y cuando la veo
busco las balas y las granadas
en el cajón de mis penas nunca olvidadas.
Contigo
no firmo la paz.
Contigo
me pongo en la trinchera
y con los 5 sentidos
me dispongo a la guerra sin tregua.
Contigo
fue como bailar desnudo
en una noche de aguacero.
Y mientras yo me mojaba
tú como siempre
te escondiste bajo el paraguas.
Conozco una isla,
algo parecida a la que ahora habito,
pero más pequeña, mucho más pequeña,
tiene más palmeras y menos pinos mediterráneos
tiene menos habitantes
por no decir, que no tiene ninguno
y es tan taciturna y abigarrada como cualquier isla solitaria,
donde el amor no tiene nombre propio ni ajeno
allí el amor,
no es tuyo ni es mío ni es de nadie.
¿Qué haces cuando te aburres?
no sé...aburrirme y nada más.
O puede que sentarme en el sofá
y poner una peli de miedo
que me aterrorice hasta el alma y algo más.
O contemplar las llamas del fuego
y quedarme congelado en ese estado de ensoñación bucólica.
O nada,
simplemente nada.
Porque vamos a ver...
¿porqué siempre hay que hacer algo?.
Yo quiero la nada y el cero,
yo quiero cerrar los ojos y dormitar
en ese limbo donde ya nada importa.
"La creatividad es ese señor
que muy de vez en cuando
se sienta a tu lado
y sin más,
te va redactando".
Problema y queja...
demasiadas pocas veces lo hace.
Roger Wolfe es un poeta, narrador y ensayista nacido en Westerham, Inglaterra, en 1962. Considerado como uno de los principales representantes del realismo sucio en nuestro idioma, vive en España desde la infancia. Entre los libros de poesía que ha publicado destacan Días perdidos en los transportes públicos (Anthropos, 1992), Arde Babilonia (Visor, 1994), Mensajes en botellas rotas (Renacimiento, 1996) o Gran esperanza un tiempo (Renacimiento, 2013). Su obra poética ha sido reunida en antologías como Días sin pan (Renacimiento, 2007), Noches de blanco papel. Poesía reunida (1986-2001) (Huacanamo, 2008), Algo más épico sin duda (Renacimiento, 2017) y La poesía es un revólver apuntando al corazón (Colección verso & cuento, Aguilar, Penguin Random House, 2019. En narrativa ha publicado obras como El índice de Dios (Espasa Calpe, 1993), Mi corazón es una casa helada en el fondo del infierno (Aguaclara, 1996), ¡Que te follen, Nostradamus! (DVD, 2001) o Tiempos muertos (Huacanamo, 2009) y en ensayo Hay una guerra (Huerga y Fierro Editores, 1997), Oigo girar los motores de la muerte (DVD, 2002) y Siéntate y escribe (Huacanamo, 2011) entre otros. Se ha dedicado también al trabajo periodístico y a la música, y ha desarrollado una significativa labor como traductor literario. Presentamos una selección de tres poemas de su obra publicada y cuatro inéditos.
Un día estás, al otro no
Ojalá me pudiera remodelar
y empezar de cero y como un hombre nuevo.
Pero me temo que así no es,
que hay que apechugar con lo hecho y lo deshecho,
que lo bueno ha tenido un alto precio
y que lo malo es como un inagotable préstamo hipotecario...
Por tanto,
recogeré velas ante los temporales,
tomaré excepcionales precauciones,
y remaré con todo mi entusiasmo
en ambos sentidos y en todas las dimensiones y direcciones.
Cogeré atajos y hermosos senderos,
conduciré con ambas manos,
aseguraré con empeño el equipaje de mi mochila,
y miraré hacia delante y siempre a la lejanía
(hacia atrás ya he mirado demasiado).
Acabaré haciendo vuelos rasantes
y hasta casi rozar la escarcha de la mañana.
Es muy importante tener
un punto de mira.
Así también... lo es
tener un punto de arranque,
un punto de apoyo y una perspectiva veraz, clara y concisa.
Y dicho esto
doy por concluido el día.
O acaso ¿hay otra forma de terminarlo mejor?.
Prefiero seguir extrañándole.
Prefiero que cuando usted se aparezca,
no deje de ver la salida de incendios y emergencias.
Prefiero llorar
y así apagar el fuego y los rescoldos
que quedaron encendidos.
Prefiero que no se pare
y que haga como sino no me hubiera visto.
Prefiero sacrificar mis sentimientos,
que doblegar mis lastimados principios.
Prefiero el aire fresco y renovado,
que el aire viciado y sin oxígeno
que circuló entre nuestros sentimientos.
Hoy en día
prefiero andar herido y diezmado,
que entero pero mal enamorado.
Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...