Si me olvido de ti,
prometo no tener más vicios,
seré ecuánime y ponderado,
seré un pastor sin rebaño
seré el puto equilibrio siempre equidistante,
empezaré por la bondad
y acabaré emborrachado en los valles del pecado,
yo, si tú quieres,
te traeré el firmamento en la palma de mi mano
y pondré a tus pies un trozo de piedra filosofal,
y piedra, papel y tijeras y amén...
y te vuelvo a repetir que si me olvido de ti,
prometo ser más perro que fiel sumiso,
no morderé mi correa de cuero,
no insultaré a los soldaditos de plomo y hueso,
y no arrancaré las uñas a los buitres con capa y sombrero,
seré tan pacífico como ésta isla en medio del mediterráneo,
y seré a la vez y al mismo tiempo,
piedra, papel y tijeras y amén.