Si me olvido de ti,
prometo no tener más vicios,
seré ecuánime y ponderado,
seré un pastor sin rebaño
seré el puto equilibrio siempre equidistante,
empezaré por la bondad
y acabaré emborrachado en los valles del pecado,
yo, si tú quieres,
te traeré el firmamento en la palma de mi mano
y pondré a tus pies un trozo de piedra filosofal,
y piedra, papel y tijeras y amén...
y te vuelvo a repetir que si me olvido de ti,
prometo ser más perro que fiel sumiso,
no morderé mi correa de cuero,
no insultaré a los soldaditos de plomo y hueso,
y no arrancaré las uñas a los buitres con capa y sombrero,
seré tan pacífico como ésta isla en medio del mediterráneo,
y seré a la vez y al mismo tiempo,
piedra, papel y tijeras y amén.
Al parecer no quedan ideas en la pecera,
he roto sus fronteras de cristal y limo verde y evanescente
y a los peces los he puesto a nadar en un inmenso estanque,
lleno de sapos, ranas y culebras de agua,
me supongo que a mis queridos peces recién liberados
y
que entre tanto croar, saltos acrobáticos
y pieles húmedas y resbaladizas
que les quedará un espacio para nadar a su libre albedrío,
yo me supongo eso
y otro se supondrá otra cosa
y puestos a suponer
yo prefiero un pez y una idea libres
que cien historias encadenadas entre sí,
yo prefiero el sonido de un eslabón roto
al aullido insoportable de cadenas arrastradas por el suelo...

No queda agua en los desiertos del amanecer,
no queda tiempo en las apneas del silencio,
no queda aire bajo los escombros del ayer,
no quedan ideas después de las diez,
no quedan sueños bajo la piel de las sábanas
no queda vida en donde nada germina
por eso a veces,
pienso más en el vacío de la nada
que en el renacimiento de mi propio ser.

Si yo tuviera forma de gancho
cogería las cosas por su raíz,
pero como no la tengo,
ni creo que la vaya a tener,
tendré que coger las cosas
por donde ellas se dejen coger
por su tallo verde o por su forma de ser.

Mi dos oficios: escritor y médico,
mis dos aficiones: escribir y vivir lo mejor que puedo,
mis ganancias...mis ganancias siempre serán gananciales
o sea, si yo gano...es por tener un poco más
y así poder dedicarme con más ahínco y pasión (si cabe)
a mis dos mejores oficios,
porque a éstas altura de mi vida
el aire que tengo que respirar se llama, tiempo,
mi vida, se llama tiempo,
mis ideas las tengo alrededor del tiempo y del viento,
mi escritura habla del tiempo,
mis anhelos juegan cruelmente con los años y con los días
y siempre pido tiempo,
hasta soñando pido tiempo
y siempre me voy más allá y después me miro
y me miro muerto
y asisto a mi entierro
y aún así y todo...
vuelvo a resucitar de nuevo.

Yo no puedo ponerte puentes de plata o de
platino,
no tengo tanto dinero,
ni necesito esa ostentación de tío sobrado,
pero si puedo llevarte a ver un río en su bullicio
o al mar levantado y cabreado
o a un campo de amapolas que se contornea mientra sisea,
yo podría enseñarte...
a disfrutar del viento
y a escuchar el ronquido constante del mar en calma
o como la lluvia más fina que hayas visto
acaricia la piedra mojada de mis entrañables calles,
yo podría enseñarte...
lo que es deslizarte por el borde de los sueños
y chapotear un poco por lo irreal
y otro poco por los orígenes de tu espalda,
pero en fin,
yo podría enseñarte...
tantas cosas,
que al final de todo he decidido guardarlas en un rincón de mi alma,
las tengo enterradas bajo una lápida dedicada
y que Descansen En Paz (DEP).
Yo lo explico
o mejor dicho, lo voy a intentar explicar,
primero, no me caen los anillos al suelo,
he luchado mucho
y espero seguir luchando con todo
y contra todo lo que me altera y me agreda,
y quiero desafíos y nuevas historias,
y nuevos vientos sin tormento,
y aguas turbulentas por las venas,
y noches de muchas tormentas eléctricas...
segundo, yo quiero un nuevo orden desordenado,
me gusta empezar por el tema 1,
pero al llegar al tema 10,
ya me siento cansado de ese orden tan establecido,
yo necesito por el medio al tema 30
o al 29 o al 35,
y como decirlo...
para después volver al redil del orden
y pasar los temas como lindas ovejitas ordenadas
y de vez en cuando tener un lapsus convulsivo de desorden
y meter por el medio a un lobo negro muerto de hambre
y al que le encanta comerse 10 ovejitas (todas lindas)
a la vez
y de una sola dentellada...
tercero y vamos a ver,
a mi me gusta el amor
y en esa mezcla tan impura
y un poco de amor controlado por las leyes naturales de la vida
y otro poco de amor de profundo descontrol
pero también acudo a la llamada de la sangre
y sin más, pongo a mi instinto a funcionar y a toda máquina
y entonces...
mi pasión desenfrenada se encargará de lo demás...
al final siempre me toca escupir los huesos
y al mismo tiempo cambio el disco duro de mi memoria.