"GALICIA SITIO DISTINTO"








Como dice la canción

"Galicia sitio distinto"

y suena que te cagas,

pero nada más,

Galicia tiene de distinto en que es territorio verde y lluvioso,

en realidad es territorio comanche

separado del resto por el telón de grelos

pero además...¿cuantos sitios hay verdes y lluviosos?,

bueno después vienen los tópicos de siempre

que se come muy bien

que allí se cría el mejor marisco,

que la ternera gallega es única,

que el lacón con grelos,

que sí, que se come del carajo

y que una semana en mi tierra

engordas los tres kilos, seguro,

pero bueno también hay que poner en el otro lado

todos los días de lluvia continua y persistente

que eso marca y te deja señalado en el fondo de tu alma

y todo es verde pero lo es a base de agua,

a base de toneladas de agua que caen a chaparrones

y si se come tanto

es porque allí, el grajo siempre vuela bajo 

y eso indica, que hace un frío del carajo


y aseguro que en mi tierra hace mucho frío

y las humedades son tan profundas

que las casas se empiezan a construir por los tejados,

el verde gallego es musgo que ha crecido en demasía

buscándose la vida,

sus playas

ah!! sus playas,

para mí son las más preciosas que hay en el planeta tierra,

playas atlánticas, hermosas, salvajes,

inmensas, de arena blanca recién salida de fábrica,

olor a yodo y algas frescas casi crujientes,

allí exponen
los mejores atardeceres con la marea baja

que haya visto en mi vida

las playas gallegas

son la belleza elevada al cubo,

pero todo esto,

tiene uno o dos puntos de inconveniencia

¿cuántos días se pueden disfrutar de la hermosura de sus playas?

(digo en pelotas o en bañador)

pues...muy pocos...

claro que ahora me escucha un paisano gallego y me diría,


depende de lo que para ti sea muy poco,

porque para mi poco puede ser mucho y bla, bla, blá...

vale, pero hoy no tengo ganas de discutir de estos aforismos tan filosóficos...

y yo vuelvo a insistir, 

son muy pocos días

y eso sin contar con la temperatura del agua,

pues en mi tierra para preguntar si el agua está fría se dice:

"hoy el agua corta o no corta",

no sí está fría o si está buena o templada,

es decir, se parte de que siempre está fría

y la pregunta del millón es...

¿es si hoy corta o no corta?

y es que a medida que te metes en el agua

te va cortando en lonchas finas y gruesas,

y cuando llega a la altura de los huevos,

¡mejor no os lo cuento!

por tanto,


que se bañe su prima,

¡joder! si yo ni me baño

en éste agua de caldo que es el Mediterráneo

y porque no quiero

y porque además, no me apetece,

y porque además, no me da la real gana

ya me ha bañado lo suficiente en mi vida

si hasta me quedan escamas en los pies y en las manos

y resulta que voy a ser como esa estatua de mi Vigo natal,

le llaman "el sireno"

y ponen a una cosa deforme, horrible, híbrida y fea encima de un andamio

un poco disimulado

y en el centro del mismo pueblo,

en la misma Puerta del Sol,

y para que todos degustemos el mal gusto que tienen algunos 

y por si acaso te lo voy a decir claramente,

sireno...sireno será tu padre

y éste es un agravio con todas las condiciones,

el otro día por menos que esto,

hubo heridos de pronóstico reservado,

pero bueno, volvamos a lo que iba,

Galicia sitio distinto

¡¡¡y un huevo!!!

UN PENSAMIENTO O CHISTE REFLEXIVO...


SOY UN PUTO BICHO






Antes de ser neumonía

he sido fiebre

y antes, he sido virus

y en mi estado más larvario

estaba dentro del ÁcidoRiboNuclueico (ARN)

estaba justo allí,

replicándome tranquilamente a mi antojo

cogiendo acopio de todo el material que me interesaba,

(soy muy curioso y la curiosidad pica y puede que me mate)

y mientras, tomaba el rico sol de la Toscana

y por eso en éste viaje que me hice por Europa,

 empecé por allí,

por la Toscana y por todo el norte de Italia,

después me gustó Madrid

y de inmediato me fui para allí

y como fui en coche

me paré un momento en las Ramblas

a comprar flores

(me encantan las flores)

en fin, me paré en mi Barcelona del alma

pero eso sí, enseguida me fui,

pero creo que dejé huella

y como regalo de agradecimiento

dejé todo un cultivo vírico

y para ser servido en bandeja,

al grito de:

¡al rico virus!...¡para quién lo quiera!

Después paré a tomarme un vino en la Rioja,

en concreto paré un Logroño en la calle de los vinos

(ya sabéis lo que dice el refranero popular de Logroño...

pues sino lo sabéis, yo os lo digo:

"paré en Logroño porque iba detrás de un coño")

y creo que desde ahí

se extendió hacia el norte como una mancha de aceite,

y como tenía ganas de visitar el acueducto de Segovia,

pues hice acto de presencia antes de seguir hacia Madrid

y mientras me comía un rico lechón a los pies del acueducto,

pude comprobar como iban creciendo mis tentáculos víricos

después me pedí el postre

y mientras me lo tomaba

 pude escuchar

las primeras toses

y las primeros estornudos

y ya por fin,

un día cualquiera de Enero o de Diciembre

(mi memoria vírica a veces falla),

aterricé en Madrid

y llevo meses instalado allí.

Ahora dicen que toda la culpa es mía,

que soy un virus pandémico,

que soy un mutante,

que tengo rabo y cuernos,

que tengo dientes de acero,

que estoy hecho en un puto laboratorio

o que procedo de un puto bicho que se comió un chino,

que soy ultrarápido y muy resistente,

que mi velocidad es la del viento huracanado,

que enseguida creo colonias y hago nidos,

que me cargo a muchos viejos,

que bueno,

que están buscando una vacuna

para atacarme, vilipendiarme y aniquilarme,

y tengo que decirlo a voz en grito:

  ¡¡yo no he hecho nada,

yo estaba en la Toscana

y lo único que hacía

era tomar el cálido sol de aquella zona!!,

pero claro,

todo empezó por un estornudo

y porque alguien había dejado una puerta abierta

y es que los italianos son muy dejados.

TRUMP ANTE EL COVID 19


NOTICIAS DE LOS NADIES (Eduardo Galeano)

miércoles, 15 de abril de 2020


Noticias de los nadies

Por Eduardo Galeano



Hasta hace 20 o 30 años, la pobreza era fruto de la injusticia. Lo denunciaban las izquierdas, lo admitía el centro, rara vez lo negaban las derechas. Mucho han cambiado los tiempos en tan poco tiempo: ahora la pobreza es el justo castigo que la ineficiencia merece o, simplemente, es un modo de expresión del orden natural de las cosas. La pobreza puede merecer lástima, pero ya no provoca indignación: hay pobres por ley de juego o fatalidad del destino.El código moral de este fin de siglo no condena la injusticia, sino el fracaso.

Hace unos meses, Robert McNamara, que fue uno de los responsables de la guerra de Vietnam, escribió un largo arrepentimiento público. Su libro In retrospect (Times Books, 1995) reconoce que esa guerra fue un error. Pero esa guerra, que mató a tres millones de vietnamitas y a 58.000 norteamericanos, fue un error porque no se podía ganar, y no porque fuera injusta. El pecado está en la derrota, no en la injusticia.

Con la violencia ocurre lo mismo que ocurre con la pobreza. Al sur del planeta, donde habitan los perdedores, la violencia rara vez aparece como un resultado de la injusticia. La violencia casi siempre se exhibe como el fruto de la mala conducta de los eres de tercera clase que habitan el llamado Tercer Mundo, condenados a la violencia porque ella está en su naturaleza: la violencia corresponde, como la pobreza, al orden natural, al orden biológico o quizá zoológico de un submundo que así. es porque así ha sido y así seguirá siendo.

Mientras McNamara publicaba su libro sobre Vietnam, dos países latinoamericanos, Guatemala y Chile, atrajeron, por asombrosa excepción, la atención de la opinión pública norteamericana.

Un coronel del Ejército de Guatemala fue acusado del asesinato de un ciudadano de Estados Unidos y de la tortura y muerte del marido de una ciudadana de Estados Unidos. Desde hacía unos cuantos años, se reveló, ese coronel cobraba sueldo de la CIA. Pero los medios de comunicación, que difundieron bastante información sobre el escandaloso asunto, prestaron poca importancia al hecho de que la CIA viene financiando asesinos y poniendo y sacando Gobiernos en Guatemala desde 1954. En aquel año, la CIA organizó, con el visto bueno del presidente Eisenhower, el golpe de Estado que volteó al Gobierno democrático de Jacobo Arbenz. El baño de sangre que Guatemala viene sufriendo desde entonces ha sido siempre considerado natural, y raras veces ha llamado la atención de las fábricas de opinión pública. No menos de 100.000 vidas humanas han sido sacrificadas, pero ésas han sido vidas guatemaltecas y, en su mayoría, para cohno del desprecio, vidas indígenas.

Al mismo tiempo que revelaban lo del coronel en Guatemala, los medios informaron de que dos altos oficiales de la dictadura de Pinochet habían sido condenados a prisión en Chile. El asesinato de Oswaldo Letelier constituía una excepción a la norma de la impunidad, y este detalle no fue mencionado. Impunemente habían cometido muchos otros crímenes los militares que en 1973 asaltaron el poder en Chile, con la colaboración confesa del presidente Nixon. Letelier había sido asesinado, con su secretaria norteamericana, en la ciudad de Washington¡ ¿Qué hubiera ocurrido si hubiera caído en Santiago de Chile o en cualquier otra ciudad latinoamericana? ¿Qué ocurrió con el general chileno Carlos Prats, impunemente asesinado, con su esposa, también chilena, en Buenos Aires, en 1970.

Automóviles imbatibles, jabones prodigiosos, perfumes excitantes, analgésicos mágicos: a través de la pantalla chica, el mercado hipnotiza al público consumidor. A veces, entre aviso y aviso, la televisión cuela imágenes de hambre y guerra. Esos horrores, esas fatalidades, vienen del otro mundo, donde el infierno acontece, y no hacen más que destacar el carácter paradisiaco de las- ofertas de la sociedad de consumo. Con frecuencia, esas imágenes vienen de Africa. El hambre africana se exhibe como una catástrofe natural, y las guerras africanas no enfrentan a etnias, pueblos o regiones, sino a tribus, y no son más que cosas de negros. Las imágenes del hambre jamás aluden, ni siquiera de paso, al saqueo colonial. Jamás se menciona la responsabilidad de las potencias occidentales que ayer desangraron África a través de la trata de esclavos y el monocultivo obligatorio y hoy perpetúan la hemorragia pagando salarios enanos y precios de ruina. Lo mismo ocurre con las imagenes de las guerras: siempre el mismo silencio sobre la herencia colonial, siempre la misma impunidad para los inventores de las fronteras falsas que han desgarrado África en más de cincuenta pedazos, y para los traficantes de la muerte, que desde el Norte venden las armas para que el Sur haga las guerras. Durante la guerra de Ruanda, que brindó las más atroces imágenes en 1994 y buena parte de 1995, ni por casualidad se escuchó en la tele la menor referencia a la responsabilidad de Alemania, Bélgica y Francia. Pero las tres potencias coloniales habían contribuido sucesivamente a hacer añicos la tradición de tolerancia entre los tutsis y los hutus, dos pueblos que habían convivido pacíficamente, durante varios siglos, antes de ser entrenados para el exterminio mutuo.

PESTE EMOCIONAL (Juan José Millás)

Peste emocional

23.04.2013 | 02:04
JUAN JOSÉ MILLÁS

La gata de mi vecino ha tenido gatitos. Me llama (mi vecino) para ofrecerme uno. Le digo que no, gracias, que he decidido no volver a tener animales, solo plantas.
-¡Qué pena! -dice-, me quedaba por colocar este, pero no lo quiere nadie. Habrá que sacrificarlo.
No le respondo ni que sí ni que no, no va a lograr, me digo, implicarme en este desorden moral. Si quiere cargarse al bicho, que se lo cargue, por mí como si se lo come con patatas.
-Tú verás -digo al fin por decir algo.
-La decisión -admite él- es mía, pero serás tú el que la lleve sobre la conciencia. Yo no tengo escrúpulos. Nací en una granja donde se sacrificaban animales todo el día.
Este vecino ya me colocó hace años un perro con el que tuve, hasta su muerte, una relación de afecto insoportable. Aquel animal tenía una sensibilidad especial para captar mis estados de ánimo y amoldarse a ellos. Era tan humano que sostengo que fumaba a escondidas. El aliento al menos le olía a Camel. Volví a fumar, después de diez años, por culpa de él. Cuando le ofrecía una calada, fingía que no sabía tragarse el humo. Me prestó muchos servicios de orden sentimental que no le había pedido, de modo que lamenté su pérdida en la misma medida en que alegré por ella. Fue una liberación que se muriera y me dejara a solas con mis sentimientos. Sufro mucho por las personas y aquel perro había evolucionado insensiblemente a hombre. Por si fuera poco, acabó provocándome una tendinitis en el hombro por tirar de la correa cuando me sacaba a pasear.
-¿Y ese gato? -pregunto- ¿De qué color es?
-Negro -dice mi vecino-, un poco enclenque. ¿Te lo paso para que lo veas?
-Ni se te ocurra.
Por la tarde suena el timbre y es mi vecino, con el gato en la mano. El animal me mira, le devuelvo la mirada y comprendemos que estamos hechos el uno para el otro. Yo estuve a punto de ser sacrificado también al poco de nacer. De momento, le llamo gato, a secas, pero a veces me descubro buscándole nombres. O sea, la peste emocional de la que llevo huyendo toda la vida

JUEVES DÍA 23 DE ABRIL










Otro día más en la buchaca (bolsillo)

y hoy es Jueves y día 23 de abril,

abril aguas mil y todas esas cosas

que siempre se dicen para demostrar que uno sabe de refranes,

pues yo en concreto, no sé muchos,

sé cuatro o cinco o seis

y ahora me viene otro a la cabeza

"nos quieren vender la piel del oso

antes de haberlo cazado"

(era algo así o parecido),

y nos hablan de "fase de desescalada"

pero antes que eso habría

que realizar pruebas a todo dios

y sobre todo al personal de riesgo

y yo como miembro de la sanidad pública

¡y menos mal! (me refiero a lo de pública),

además de viejo, diabético, hipertenso y medio lelo...

os puedo asegurar que de momento

estamos en tiempo de espera

y hasta que lleguen unas pruebas realmente validadas...

y ya que estamos en el terreno de la validez de pruebas

y mascarillas,

deberíamos aprovechar para validarnos a nosotros mismos,

me refiero a validarnos como personas:

si damos la talla,

si somos amables,

simpáticos,

buenos, 

amigos de los amigos,

entrañables,

buenos conversadores,

si nos dan el visto bueno como no contaminadores

y si reciclamos de la forma correcta

si comemos de la forma adecuada,

si nos vestimos correctamente,

si masticamos bien la comida,

si tragamos demasiado

(creo de esto hay muchos),

si somos complacientes y sencillos,

si somos solidarios y amantes de la naturaleza,

si andamos,

si corremos,

si hacemos deporte y como lo hacemos,

si follamos o simplemente si hacemos el amor

o si hacemos las dos cosas

o si no hacemos ninguna de las dos

(yo, estoy en éste último gremio)

si a las 8 de la tarde salimos a aplaudir a la peña sanitaria,

si aprovechamos el tiempo o lo tiramos,

si trabajamos con seguridad...

y éste punto es el mío y aquí hago un kit kat,

yo no,

yo os puedo asegurar...¡que no!

y mientras no me hagan pruebas fehacientes

y me doten de mascarillas seguras,

no dejaré de exigirlas 

y cada día que pase

sé que aumentará el riesgo

y por favor que sea hoy

y no mañana y no para el mes que viene

o para el siguiente.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...