Hoy mientras me duchaba pensaba y le daba vueltas a ciertos recuerdos de
una época pasada y no tan lejana, allá por las tierras gaditanas, que
por cierto cuanto las hecho de menos . Bueno pues allí y más
concretamente en Chiclana de la Frontera, es donde tengo ubicados estos
recuerdos, que nunca se me olvidarán, seguro, pues los tengo grabados en
el tuétano de mis huesos. Eran épocas de vacas gordas, cuando vivíamos
como auténticos cerdos: ostentando, dilapidando, contaminando. Yo de
aquellas curraba en la Uvi Móvil y de vez en cuando hacía guardias
complementarias de Urgencias y de éstas dos situaciones distintas saco
mis conclusiones comunes, pero esto lo haré al final, primero tengo que
despachar unos cuantos asuntos aún pendientes..
En la ducha me
venían a la cabeza recuerdos repetitivos. Me acordaba de un gortdo
seboso sin camiseta, de unos niñatos llenos de arena de playa y de unos
todoterrenos desmesurados que aparcaban de contínuo en la puerta de las
Urgencias. Eran recuerdos deshilachados y que ahora tengo como meta
darles coherencia y un sentido. Yo había currado años antes en una
clínica privada, clínica por llamarle de alguna manera y privada si lo
era, pues los ladrones eran cuatro, pero el poder se focalizaba en dos
hermanos impresentables. Aquella clínica era como trasladarte a la época
feudal en pleno siglo XX, de hecho los jefes ejercían como señores
feudales con todos los poderes y atributos. Otro día de la daré caña a
éstos impresentables, para que se sepa de que van estos elementos. A
veces me entran ganas de hacerme famoso y que mucha gente me lea y sólo
para que se enteren de que van estos hijos de puta y aquí si cabe el
resentimiento, pues está claro que sí, que estoy resentido y tengo sed
de venganza. A veces sueño con verlos arruinados y camino de la cárcel y
no lo digo por decir, es que lo sueño, de verdad que lo sueño y como
disfruto. Me encantaría verlos empalados y que los cuervos les comieran los ojos. Se nota que les tengo mucho aprecio.
Bueno, pues en ésta clínica privada o veterinaria, que en éste caso es
lo mismo, tuve la suerte o la desgracia de conocer por dentro a los
chiclaneros. Ésta clínica funcionaba bajo un sistema de socios o sea
tenían cerca de 5.000 socios que pagaban una mierda, pero eso sí eran
socios y con todos los derechos y por supuesto, sin ningún deber. Bueno
pues a mi me tocó apencar al principio, con hacer guardias de urgencias
en la clínica, guardias de 24 horas, todo un suplicio. Allí desfilaban
cerca de 400 personas en las 24 horas y por la semana aún tenías algún
apoya externo, pues había enfermero y auxiliar y hasta técnico de rayos,
lo malo era el fin de semana, en que por los recortes impuestos por los
señores feudales, te quedabas tú sólo, sólo para todo. Así pasabas
consulta médica, hacías curas, ponías inmovilizaciones, hacías las
radiografías y hasta colocabas los yesos. Y todo esto lo hacías envuelto
en un murmullo de desaprobación, pues los clientes eran socios y por
tanto con todos los poderes y tú eras un puto esclavo de mierda. El
murmullo empezaba de buena mañana y no paraba hasta la noche, el simple
hecho de tener que esperar 5 minutos, los ponía a todos cariocos.
Así que ibas tirando como podías y como de aquellas no me quedaba otro
remedio, pues la bolsa de médicos para trabajer en la Sanidad Pública,
estuvo cerrada casi 3 años, esos mismos años tuve que disfrutar de ésta
tortura china. De puertas para dentro había de todo, había una fauna
variada, había gente sin contrato y otros con contrato totalmente
precario y otros pagados con el sueldo base, hasta los había
subvencionados por la seguridad social y es más hasta por el propio
Ayuntamiento. Los médicos y enfermeros tampoco estábamos en plantilla,
éramos autónomos por los cojones de los dueños y claro más de la mitad
de la paga se realizaba en precioso dinero negro, en sobres parecidos a
los de el Bárcenas y digo parecidos sólo por las cuantías . Y hablo ya
de casi 20 años y hablo de Ayuntamiento y Junta de Andalucía socialistas
y esto lo digo para que se vaya cogiendo nota de como funcionan los
socialistas, sobre todo cuando están incrustados en el poder y en
Andalucía llevaban demasiados años y cuando yo llegué a Andalucía,
tenían todo un entramado de poderes fácticos, era le mismo caciquismo
que con el PP en Galicia, sólo con la diferencia de que en Andalucía
tenían a los Sindicatos comiendo de su mano. No se te ocurriera hablar,
ni siquiera mencionar que el personal de esa clínica mafiosa estaba sin
contrato o que era totalmente precario, pues por no tener no teníamos
ni derecho a estar de vacaciones y allí dentro no existían los
sindicatos, estaban totalmente prohibidos y vetados.
Así que
éste ambiente era el de todos los días, pero en el fondo no era tan mal
ambiente, pues la miseria une y une bastante. Por lo menos nos unía para
cagarnos todos juntos en ellos y reirnos como pobres parias y tampoco
la unión iba mucho más lejos, ya se sabe que ante la miseria, siempre
surgen los trepadores y por tanto en el fondo nadie era de fiar. Y todo
se deslizaba dentro de éstos parámetros, hasta que empezaron los
problemas. Antes mencionar que era costumbre el sisear pasta, por parte
de la Clínica, a las compañías privadas (Asisa, Adeslas,Sanitas) y sobre
todo a los seguros de los coches. Esto se hacía pues facturando
sesiones de rehabilitación inexistentes, curas fantasmas y hasta
radiografías, pues tenían el sistema de almacenar las radiografías que
el personal o paciente no se llevaba y el técnico de rayos estaba
obligado a almacenarlas y ponerlas en orden alfabético. Entonces, si
venía alguien con un golpe, por ejemplo, en una rodilla y tú sospechabas
que era eso, simplemente un golpe, pues tenías que hacer el paripé de
hacerle una radiografía, pero en realidad no se la hacías, o sea lo
llevabas a la sala de Rayos y apretabas el botón que sólo encendía la
luz pero que no hacía la radiografía, pero por cuestiones de magia ibas
al almacén donde se acopilaban las placas y buscabas rodilla en estado
normal y ya tenías una radiografía normal de rodilla, aunque la rodilla
no era la suya, pero eso que importa. Tengo que reconocer que al
principio no podía con ésta estafa, pero después le fuí cogiendo el
gustillo, aunque sufría con los niños, a la mayoría de los adultos se
las hacía con sumo gusto, era la forma de vengarte del trato que te
dispensaban los asquerosos clientes-socios.
Los problemas
reales, pues al parecer los hasta ahora descritos eran asuntos banales,
empezaron precisamente por las radiografías. Me acuerdo perfectamente de
un pseudocompañero médicoo más bien un buen hijo de puta, que estaba
bastante pirado o más bien se lo hacía y a éste le daba por radiar a los
pacientes y al resto de la clientela hacerle el paripé de las
radiografías. No sé, pero en una guardia de 24 horas de fin de semana
llegaba a la frilera de 80 o 90 radiografías. O sea que si entraba
alguien con dolor de garganta salía con la receta del tratamiento y con
un radiografía debajo del brazo: de la columna o de los dedos del pie o
lo que le diera la gana a él. Sus explicaciones de cara a la peña, se
basaban en sus propios cojones y por supuesto se inventaba las razones.
Casi siempre relacionaba las Amigadalitis con las casi imposibles
fiebres reumáticas, menuda jeta la del paisano. Bueno el caso, que el
citado veterinario ganó muchos puntos y medallas y los jefes estaban
locos de contentos con él y llegó un punto de inflexión, las guardias de
fin de semana casi eran exclusivas para él. Era pasta para la empresa,
que importaba radiar en exceso, que importaba que fueran niños, lo único
que importaba era la caja B, la caja del dinero negro.
Y lo
más jodido de todo, es que los principales socios capitalistas del
tinglado eran médicos, bueno uno era radiológo, gracias a su tío, que
también lo era, además de catedrático de Radiología y también socio
capitalista del tinglado y el otro había acabado medicina también
gracias a la mano negra de su tío. Este último personaje era ignorante
hasta la médula, ignorante en medicina, la pasta era su único lema en la
vida. Así que con estos perros tocaba lidiar, por tanto si de vez en
cuando te tocaba una guardia de fin de semana, de esas en que el niño
bonito no podía o que simplemente le sobraba, pues al día siguiente
tenías cita con el segundo jefe, o sea con el hermano pequeño, el falso
médico y que tenía el título gracias a la gracia de su tío. Y aquí
empezaban los reproches, uno tras otro, pero para resumir, iban casi
todos dirigidos al poco número de radiografías que habías hecho en tú
guardia, que a mi como a los demás médicos rondaban entre 10 o 15
radiografías por guardia, nada que ver con los números de su niño
bonito, que como ya dije rondaban las 80 o 90 radiogrfías. Éste pájaro
como sólo tenía la vista puesta en la caja B, le importaban un carajo
los criterios médicas y las radiaciones y demás gaitas, por tanto
siempre nos tocaba escuchar la comparativa con su niño bonito y concluía
que tú no le eras rentable. No que lo hicieras bien o mal o que la
gente estuviera contenta contigo, lo único que importaba era la puta
pasta.
Así que aquí empezaron los verdaderos problemas y poco a
poco me fuí quedando sin guardias de fin de semana, por lo que no me
quedó otra que empezaer a hacer guardias de avisos domiciliarios. No lo
dije antes, pero había dos médicos de guardia, uno estaba en urgencias
del Centro y el otro le tocaba chupar calle. La calle, la calle si que
enseña, aunque enseñe la cara más amarga de la vida.