Y ya se abrió la veda y ya empiezan los políticos con sus discursitos. Durante un mes y hasta que sean las elecciones europeas, comeremos ruedas de molinos como rosquillas. Tendremos que fijarnos a quién le crece más su nariz mientras hablan de política a las masas. Masas, ¡qué palabra! y para algunos, las masas son la plebe de esclavos, solo que hay que decirles y de atontados que son, a quién hay que ir a votar. Si en parte nos lo merecemos, pues en los tiempos que corren y con la política que hace éste Gobierno, pues saldrá de primero el mismo PP y de segundo el PSOE, sino al tanto.
Y si señores, nosotros somos parte de esa plebe. Y la plebe no son unos extraterrestres que nos invadieron y que no se enteran de nada, la plebe somos los mal llamados ciudadanos de a pie y que sí y que por supuesto, nos enteramos. Ya llega de poner excusas a tanto borrego, que se miren en el espejo y que se den cuenta de que le están saliendo los cuernos. Y esto en lo físico, porque de cerebro estoy convencido que no tienen, solo tienen el hueco, pero nada de masa cerebral. El hombre no procede del mono y esa el gran confusión de Darwin y de su evolución de las especies, el hombre procede del burro, solo que evolucionó para andar a dos patas.

Nada que voten los que tienen que votar y que voten al PP y al PSOE, pues en el fondo somos masoquistas y debe ser eso, que nos va la caña dura y el látigo y los capiruchos de Semana Santa y el Cilicio y los maricones dentro del armario y que el aborto siga siendo pecado. Si nos va esa marcha, pues bienvenida sea, pues ya nos juntaremos los cuatro pringados para la guerrilla urbana. Yo que sé, pero lo que yo sé, es que no me merezco esto y ni esto ni lo otro, ni tanto capillita, ni tanto homofobia. Yo solo quiero un mundo libre y solidario y sin fronteras ni barreras, pero tengo claro, que a éstas alturas habrá quién piensa que: ¡que menudo tío más colgado y que cacho canuto se habrá fumado!.
Bueno, pues vale, que cada uno piense lo que de la real gana, pero yo también tengo derecho a expresarme (por ahora) y yo ya no perdono a nadie que vote a estos dos Partidos. Bueno perdonar los perdono, pero yo no los canonizo cuando me nombren Santo y menos les voy a aguantar después el rollo, de que ellos no fueron los que los votaron. Entonces, ¿quién los votó?. Yo desde luego, NO.