
un pequeño trozo, una miga,
o un señuelo,
un algo que te identifique
o que lleve puesto tú sello.
Dame una esquinita de tus sueños,
un trocito de cielo,
un trocito de aire,
y un trocito de tú historia.
Dáme tú mano
y la leeremos juntos,
destino: incierto
y muerte: segura
y por el medio hay una raya que se para,
una raya que habla de los amores,
y puede que de los temores,
y esa raya se acaba justo...
¡donde empieza la mía!
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