COLGADOS

Para  que se diga que los humanos no estamos piraos o colgados, pues mirad a estos tíos dispuestos a sobar colgados en un precipicio y menudo precipicio, no se ve su final: Yo tengo que pasar un minuto en ese sitio y me vuelvo loco del coco y ya no digamos una noche entera, me cargo a los demás y le doy de inmediato al botón de bajada. Y que sensación más bella y que sensación más alucinante, dirán cuando bajen, pues si que debe ser alucinante, tener de colchón el aire y el viento meciendote como en una cuna. ¡Joder!, cada vez que me fijo más, mas vértigo me entra y me fijo en la mierda de tiendas que tienen o esa es mi impresión, pues ya sabéis que el miedo te hace ver las cosas de diferente manera. Eso de que el suelo de la tienda se hunda a tu paso y con el peso de tu cuerpo, debe ser una sensación genial, bestial y animal, eso es, muy animal y eso son lo que son estos tíos, unos animales y que están colgados de una pared infinita y también y como no, colgados de la azotea.Y a esto le llaman valor y valor hay que tener, pero también tienen que tener, un buen punto de estar zumbados. Pero bueno, menuda película me estoy montando y a lo mejor son sólo un grupo de yonquis en pleno proceso de aislamiento y los cuelgan de la pared hasta que les pase el mono, vamos como terapia de desintoxicación del proyecto Hombre, que ya sólo el nombre lo dice todo. Al bajar les sueltan un buen sermón sobre la maldad de las drogas y como recaigan otra vez, pues ya saben, a colgarse de la pared y creo que este tipo de terapia casi no tiene fallos, pues los yonquis antes de tener que volver a subir o se matan o desparecen del mapa.

JOSE MARI Y ZAPA

 ¿Con cual me quedo de los dos?. Con Aznar en bata de casa, perdón en chandal patriotero, con el color rojo y gualda y con un dibujo un tanto barroco, que parece el Sagrado Corazón de Jesús y ahí puesto en el medio del pecho, como debe ser, en el medio y no en el lado izquierdo. El que hizo el diseño de semejante esperpento se quedó más que satisfecho, aún se oyen los ecos de sus carcajadas.¡Menuda mierda de diseño!. Y el Aznar se acompaña de dos cockers spaniels, claro, spaniels, claro,... pero ellos no llevan bandera, por lo menos el collar en rojo y amarillo, aunque algo rojo se le ve a uno, se le debió caer el amarillo por el camino. Por detrás del señor Aznar, se intuye a su entrenador personal, que no quiso salir en la foto, por si después de salir en la foto con Aznar, nadie quería contratarle. Y si observáis un poco más, se ve que el entrenador lleva unos tenis como tocan, sucios de correr,¡coño! y no los tenis dandis del capullo del Aznar, que parece que va a coger margaritas, en cambio de ir a correr como hacen los hombres.

Y por el otro lado, tenemos a Zapatero y como veis,
todo estiloso sacando el balón de saque. No sé, pero para darle una patada al balón no hace falta inclinarse tanto, pero él y para no perder el equilibrio, se contraresta con esa incipiente chepita, que es donde guarda él y como un tesoro, su sapiencia infinita. Y todo lo que tiene por detrás, son sus acólitos y ladillitas, que como veis son numerosos y que ahora y ya defenestado su gran jefe, deben tener el culo calentito en un sillón del Congreso, pues ésta especie no desaparece por si sóla o se les aniquila o ya se quedan agarrados al poder por secula seculorum. Son como ratas en un estercolero, lo comen todo, lo tuyo, lo mío y lo del vecino y cuando se ven amenazados, se protejen a muerte y les da igual si uno va en chandal patriotero y el otro con un traje de Vitorio Luchino o que uno sea del PSOE y otro del PP, les puede la casta y se cierran en banda. Instinto de protección que se llama y en eso sí que son expertos, en defenderse con uñas y dientes y que nadie les quite su sillón de cuero. El poder les puede más que a si mismos, pues el poder, al parecer pone y debe poner mucho..

QUIERO UN CAMALEÓN

         

     Este camaleón de la foto, es un Camaleón medio atontado, el fondo de la puerta y el pestillo son azules y el muy imbécil, sigue vestido con su traje verde. A lo mejor está por la labor del ahorro energético y piensa que si cambia de color todas las veces que toca, se le van a acabar las pilas y todo, por no usar pilas Duracell, que duran y duran y duran. Puede que sea eso o puede que no. También puede ser que esté harto, tan harto como estamos nosotros, o sea el resto de los mortales y entonces ¿para que quiere camuflarse?, si al tío ya le da todo igual y a lo mejor es eso, que es un Camaleón pasota. Y hoy en día, para comer moscas tampoco hay que ponerse el traje militar de camufleo, hay tanta mierda esparcida y por todas las esquinas, que ahí van las moscas como locas y detrás, ¿quienes van?, pues van los camaleones.

                                   Que por cierto cazan con esa lengua larga, viscosa y escurridiza y cuando la atrapan ya no la sueltan, van las moscas directamente al buche. Si yo pudiera tendría un Camaleón amaestrado, primero para que cazara las asquerosas moscas y  segundo, para que me obsequiara con su amplia gama de colores, ahora de verde, ahora de marrón, amarillo, azul y fucsia, por decir algunos. Y ya sería la hostia que emitiera luz como una bombilla y por las noches se encendiera, vamos que lo tendría de lámpara de noche. Los camaleones no sólo comen moscas, también comen mosquitos, arañas y otros insectos similares.

                                   Me acuerdo que los últimos Camaleones que vi de cerca y hasta tuve la suerte de poder tocarlos, fue en Cádiz, mejor dicho en mi casa de Chiclana y mientras corría a avisar a mis hijos para que vinieran a verlo, pues el camaleón había cambiado de sitio y para volver a encontrarlo no había que ir muy lejos, pues son más lentos que el caballo del malo, pero se camuflaban de tal manera, que casi eran indistinguibles del entorno. Una maravilla de bicho, cuasi prehistórico y lento y tranquilo, supongo que esa tranquilidad le viene, porque creen y con fe ciega, en su camuflaje. Lo dicho, yo quiero tener un Camaleón en mi casa, te quita las moscas, mosquitos y arañas, te colma de colores y encima no hay que ponerle comida, se la agencian ellos solitos. Y por cierto, ¿hay que darles de beber?, supongo, a no ser que sean medio vampiros y les llegue con exprimir la sangre o jugo, de las asquerosas moscas. Entonces ya sabéis, yo me pido un Camaleón, para los Reyes venideros.

POLÍTICOS (Poema)

Si yo pudiera tenerte,
te ataría como a un perro,
y mil cadenas, grilletes y candados,
y un bozal para que no ladres,
y te..., y te sentaría en el potro de tortura,
y todo, hasta que me digas,
que nada es lo correcto,
 y que todo es farsa y apariencia.

Y es que me estoy volviendo loco,
y eso que me doy sobredosis de sosiego,
pero sigue siendo igual,
mis ojos se inyectan de rabia,
y mis capilares estallan,
y la vista se tiñe de sangre,
y al fin,
mis pensamientos se hacen envolventes.

Y es que no puedo más,
no puedo con tanto desatino,
y con esa verborrea diarreica,
y prometo lo que prometo,
y prometo que no voy a cumplir nada,
y hoy te pido el voto,
y mañana, ya sabes, ¡que te vayan dando!.

Estoy harto,
harto de ti, harto de mi,
harto de todos,
harto de oír lo mismo,
harto de que hablen por mi,
harto de que pidan mi voto,
y yo te entiendo y te comprendo,
y hoy lo digo y mañana lo desdigo,
y ahora,
que ya tengo el poder entre mis manos,
tienes que entender que dada la coyuntura,
y como va la economía mundial,
no está la cosa,
 para concederte lo que pediste,
y yo te había prometido,
y cuando esto cambie,
y eso tardará, por supuesto,
yo me acordaré de ti,
y seguro que me acordaré,
me acordaré, de cagarme en tus muertos,
y eso dalo por descontado..

Yo desde éste pequeño púlpito,
en el que me encuentro

 y desde el que os hablo,
yo maldigo a los políticos,
y es que por mi,
y en señal de respecto a mis ideales,
ni uno sólo quedaría vivo,
todos desaparecerían de la faz de la tierra,
y nadie, nadie se salvaría,
sólo quedarían los camaleones verdaderos.

POR SI ME BUSCAS (Poema)

Por si me buscas,

me buscas,

si de verdad me buscas,
mira bien debajo de cada piedra,
pues a veces,
soy una lombriz que se enrosca,
y en otras,
soy la hormiga que sale de su agujero,
tengo ese poder,
el poder de transformarme,
y puedo pasar,
de ser la mosca atrapada,
a ser la araña que tejió la trampa,
y entonces puedo ser amo y esclavo,.
y verdugo y condenado,
y puedo ser dos cosas a la vez,
puedo ser el sol y la luna,
puedo ser el mar y las estrellas de verano,
puedo hablar y decir lo que quiero,
o puedo no decir nada,
porque a veces es mejor la nada,
que el vacío de las palabras,
y ¿yo que sé?,
si es que a veces no sé nada,
me pierdo y no me encuentro,
me visto y estoy desnudo,
me duermo y entonces me despierto,
y si yo me siento así,
así como un volcán que nada entre dos aguas,
y que arde cuando se enciende,
y que se apaga cuando llueve,
¿donde me puedo esconder?,
dentro de una cueva y hacerme topo,
o salir volando hacia no sé donde,
o simplemente quedarme en mi sitio,
en mi sitio y entre hormigas,
lombrices y arañas,
y dejar que pase el tiempo,
y todo, por si tu me buscas,
yo mientras tanto..., aquí te espero,
sólo y a la sombra de una piedra.

HALITOSIS

                Halitosis, halitosis que palabra más rara. Me hago suposiciones de su procedencia y la verdad que no se´con cual quedarme. Halitosis, puede venir de Halo o sea que tengas el halo enfermo y podrido o también un halo bueno, pero en éste caso, no se llama halitosis, se llama tener aura y por tanto, sería aurosis. También podría ser de enfermedad y por exceso, por exceso de halo, al que se le ve más el halo que a él mismo o por defecto o persona sin halo, por tanto persona no atractiva, ni brillante o persona no grata. Pueden ser tantas cosas y todas tan ciertas. Lo que yo sé y lo sé por mi propia experiencia, es que cuando hablas con un halitósico parece que hablas con una poza negra. Es un olor tan fuerte y tan sentido, que parece que sale de las profundidas más recónditas, de ese fondo donde se va depositando la mierda y va haciendo capas superpuestas. O sea que el halitósico, puede ser una fuente de inspiración y nunca mejor dicho, de inspiración poética, aunque fuera poesía que versara sobre la mierda, pero no para inspiración de coger aire, pues no se te ocurra hacerlo, sin poner tierra de por medio.

                    Recuerdo alguno, que se mataba a masticar chicles, para quitarse ese olor a mierda que emanaba de su boca y aquello era peor, pues era como echarle colonia a una poza negra, el deje te quedaba igual y aún encima era más difícil quitártelo de encima. Y el gran problema que tiene ésta enfermedad, es que no se sabe el remedio, como tampoco se conoce su causa. Lo único que yo conozco es su olor y en éste caso que mala suerte he tenido de haberlo conocido. es como si llevara encima una maldición. La maldición del Halitósico.

                    Me acuerdo que un engendro de estos, me tocó de Médico, de médico que hacía reconocimientos y como cantaba el tío. Era de buena mañana y yo estaba, como corresponde, sobadísimo y mientras mantuve la distancia no me enteré del tema, pero para el reconocimiento era necesaria o para él lo era, la cercanía y aquello fue morirse en vida. Como espabilé de mi empanada, como me puse atento y en guardia, como retenía la respiración, como con cualquier disculpa daba un paso atrás y como deseaba que aquella tortura acabara de una vez. Lo jodido fue aguantar la exploración del cráneo y la cara, los nervios faciales, los músculos de la cara y de los ojos y yo como me contuve para no echarle la vomitona en su cara. Además el tío era insistente, en cuanto te alejabas un poquito, el volvía con su boca de poza a ponértela delante de tú pituitaria. En esos momentos pensaba para mis adentros: la madre que te parió o mejor dicho: la poza que te parió, porque éste tio nació en una poza negra estanca, se crió y creció en ella e hizo Medicina en cursos a distancia y no salió de su poza hasta ese mismo día, ese día donde me hizo el reconocimiento médico.

                          Yo de vez en cuando cogí la manía de oler mi propio aliento, no vaya a ser la cosa de que un día, así de repente, me convierta a la secta de los halitósicos. Sinceramente la Halitosis, y lo digo sinceramente, debía ser una enfermedad de declaración obligatoria (EDO) y no lo digo porque se contagie, lo digo por lo que tienen que padecer los de su alrededor, los de su entorno más próximo y por tanto tendría que ser una causa irrefutable para ponerse de baja y que no vuelva al curre, hasta que se desinfecte o hasta que deje de respirar.

COMPAÑEROS DE VIAJE (Poema)

Desperté con mi mano en tu cintura,
y agarrado a ti como una lapa,
y asiéndote con inusitada fuerza,
quizá con demasiada,
¿miedo sería?, ¿miedo a perderte?,
o ¿miedo a quedarme sólo?,
pero al fin y al cabo, miedo,
miedo, terror y pánico,
tres patas de la misma silla,
y tres escalas de valores,
miedo a perderte,
terror a quedarme sólo,
y pánico a no volver a verte,
tres penas de la misma condena,
y tres miedos ancestrales.

Y lo peor de todo,
es que no te dije nada,
pues el miedo forma parte del silencio,
y el silencio cuida y mima al miedo,
si se rompiera,
sería como romper un secreto,
y desnudarlo de su halo de misterio.

Esa mañana,
sólo me quedé mirándote,
y vi tu cara, mientras dormías,
 analicé tus rasgos,
y seguí  ese rostro anguloso y fino,
observé un rato tu media sonrisa,
quería saber si me decía algo,
si era sarcástica y cínica,
 o era placentera y tranquila,
concluí, que no era nada,
y que esa sonrisa,
era la de todos los días,
y opté por seguir mudo,
y de nuevo el miedo,
el miedo, el terror y el pánico,
y entonces,
me acurruqué en las curvas de tu cuerpo,
y mi piel se erizó con la tuya,
y temblé como una hoja seca,
y una lágrima resbaló por mi mejilla,
pues en ese instante, lo supe,
supe que iba a perderte
y que no volvería a verte,
y miedo y terror y pánico,
y supe que a partir de ahora,
y desde ese mismo instante,
estos tres iban a ser,
 mis compañeros de viaje.

ESCALERAS AL CIELO (Poema)

Tan cerca estuve de tocar el cielo,

que aún hoy, no me lo creo,

y hasta lo toqué por un instante,

salté y salté,

y salté tanto,

que lo  pellizqué,

y me quedé con un trocito de su cuerpo.

Ahora guardo esa bolita de algodón,

dentro de mis sueños,

en la sección de mis sueños placenteros,

y en el apartado,

de mis sueños más excelsos.

De vez en cuando lo saco y lo admiro,

lo toco y lo retoco,

y pasan las horas y lo sigo tocando,

pues su tacto es piel de melocotón,

es especial, sensual y es divina.

Del cielo vengo y hacia el cielo voy,

y no admito estaciones intermedias,

no creo en purgatorios y limbos,

creo en cúmulos, nimbos y cirros,

creo en lo que veo,

en lo que veo, toco, oigo y siento,

y siento que yo voy a estar en el cielo,

a la vera de dios y cerca de santo Job,

pues me tengo ganado ese sillón a pulso,

gracias al don de mi infinita paciencia,

y a que sé...,

y a que sé que lo merezco,

y así llegaré hasta él,

 subiendo los peldaños de algodón,

de las escaleras que llegan hasta el cielo.

NECESITO

           Y hoy es sábado día 9 de Noviembre y aquí estoy saliente de guardia. He tenido una buena noche y he dormido de un tirón, pero, pero, pero me encuentro cansado y es que no duermo igual y eso que ya estoy más que acostumbrado a hacer guardias, pero os juro no se duerme igual. O sea dormí mis 8 horas correspondientes, pero me desperté con esa sensación de pesadilla permanente. No, no se duerme igual, hay uno de los cinco sentidos que se queda despierto y de guardia permanente y durante toda la puta noche das vueltas y vueltas y sueñas con cosas relacionadas con el curre, lo que en casa nunca me pasa. Pero bueno ya estoy aquí, en casa y dispuesto a comerme el mundo o lo que pueda comerme.

                                 Ayer estuve viendo el calendario de lo que queda de año y planificando guardias y buscando huecos y no sé para qué. Digo lo de los huecos, pues no tengo intención, ni puedo, irme unos días de la Isla, de momento aún no puedo, pero deben ser las ganas las que me traicionan y me hacen soñar despierto. Va quedando menos para darme permiso para salir, ahora, ya me pasa como a Rajoy, que empiezo a ver la luz del final del túnel o mejor dicho de mi propio túnel y ya mi cabeza empieza a bullir ideas y planes. Sigo teniendo mono de ciudad y montaña, pero de ciudad ciudad y montaña montaña.

                                De ciudad grande y donde poder perderme y con todos sus complementos: bullicio, ruidos, metros, gente sin rostro y cines y música en la calle y ganas de perderme entre la gente y olvidarme de quien soy. Y de montaña de picos altos y escarpados, nieve y frío seco y un río con sus murmullos y sonidos y senderos por donde poder perderte y también olvidarme de quien soy. En definitiva lo que quiero es pasar inadvertido y diluirme entre lo que tengo alrededor y perderme, sobre todo perderme y llenar mi cabeza de sensaciones nuevas y que me hagan disfrutar más. De vez en cuando necesito recordar estos pensamientos liberadores, porque sino me anquiloso y me acartono y al final, me quedo como una uva pasa.
Necesito respirar y para ello necesito aire nuevo y que sea aire viciado o fresco, me da igual. O sea que necesito viajar...