De ti, apenas queda nada,
quizás... unos flecos sueltos,
quizás... unos átomos perdidos,
quizás... unos recuerdos rotos y destrozados,
de ti, es mejor dejarlo como está,
todo cubierto por el musgo del olvido,
y bajo innumerables capas de hormigón
y sin Lápida, ni nombre que la identifique,
solo un montón de Tierra
y un Helecho que crece dentro de ella
y porque algo tiene que crecer del abono que dejó tu Cuerpo.
Mi vida, me supongo que como la vuestra,
tiene un Antes y un Después,
pero me falta por identificar el hecho que me partió en dos
mitades,
a veces, tiendo a pensar que fue el Amor,
y otras veces, sospecho de aquella tarde del mes de Marzo:
Primavera, Puesta de sol, Viento del norte,
Olas grandes y ruidosas, tu Cara, la mía,
tus Ojos, mis anhelos, mis penas, mis risas,
las tuyas, tu Pelo, tu sonrisa, tu halo,
tu reino, la Marea baja, la sal en los Labios,
la mirada infinita...
en fin,
sospecho de aquella tarde del mes de Marzo..
De hecho,
yo soy el que está aquí,
nadando entre mis dudas,
arreglando malas historias,
contando cuentos todo el tiempo,
exponiendo argumentos,
recitando versos,
componiendo palabras y adverbios,
alucinando a ratos,
verbalizando en otros,
cagándome en todo, en muchos,
y soñando todo el rato...
de hecho,
mi primer oficio es el de soñador
y después, están los otros...