GUERRAS Y DEPURACIONES


Dicen que hay dos grandes métodos para depurar personas. Uno, es causar grandes hambrunas y así liquidarse casi al mismo tiempo, millones de personas. Y otro, es montar guerras tipo mundiales y éste método resulta ser más efectivo, liquidas igualmente millones de personas y los que quedan se tiene que poner las pilas para reconstruir lo destruido (digamos que sus mentes se quedan ocupadas). Aunque éstas dos, son las más extremasy porque por el medio quedan un millón de soluciones. Por el medio quedan las pequeñas guerras fronterizas y éste roca es mía y no es tuya y estas guerras intermedias se basan sobre todo en los resentimientos con el vecino de al lado.

Los resentimientos no se olvidan, los resentimientos se guardan en lo más profundo de nuestra memoria colectiva y claro, si surge algún listillo que sepa darle forma y contenido a esos resentimientos, ya tenemos una guerra patriótica. Si uno sabe sacar las cosas de la memoria colectiva y recordar que hace mil años los que viven al otro lado de la frontera, pusieron la línea de separación entre ambos países un metro más dentro de nuestro territorio (o eso, nos contaron), ya tenemos la gran causa patriótica que justifica la guerra.¡Un metro de puto terreno de mierda!.

Lo demás es pura literatura bélica, que los del país vecino tiene cuernos y una cola de dos metros, que se comen a los niños a lo crudo, que se afeitan la cara a pedradas, que usan los fémures de sus antepasados como bastones, pues todas éstas cosas ya son un suplemento que llena más nuestra causa patriótica. Y cuidado si nos invaden esos salvajes de al lado y además debemos vengarnos de lo que le hicieron a nuestros abuelos y como si alguno se acordara de lo que le hicieron a nuestros abuelos y además vete a saber lo que hicieron realmente. Pero cuando se crea una bola de nieve, después ya no hay quién la pare, al revés, crece y crece y después ya nadie se acuerda del porqué ha empezado esa guerra. Pues yo sí me acuerdo y ese guerra empezó por un puto METRO de tierra.

CUANDO TÚ NO ESTÁS


Cuando tú no estás, 
nada es igual.
Cuando tú no estás, 
el mar se embravece y se enardece
los temporales se hacen ciclones,
los mares del sur se hacen bipolares,
la tierra tiembla y se estremece...
y yo tiemblo con ella,
tiemblo por miedo a perderte,
tiemblo porque sin ti no siento,
tiemblo...¡porqué te quiero!,
y es que cuando tú no estás, 
¡no estás!,
y yo me encojo y me hago un ovillo,
y el miedo se convierte en deseo,
y el deseo,
se hace bola de fuego.

 

EL COMPORTAMIENTO HUMANO

Por hoy y dadas mis circunstancias personales, ya podía echar el telón y quedarme tan tranquilo. Con una despedida buena y amable sería suficiente, con un adiós y hasta la siguiente o con un hasta luego, con el que me voy...pero ya volveré por mis fueros o con un simple hasta mañana y que descanséis como es debido. Yo que sé, hay mil formas de despedirse de una forma agradable y sana. Pero la verdad es que me cuesta echar el telón, tengo esa necesidad incontenida e incontinenete de echar todo el palique que pueda y hasta que quede limpio de palabras y vacío de pensamientos, no pienso abdicar.

Es como esa misión imposible que te pones como meta y cuantas más ganas tienes de llegar a ella, más fácil la ves de realizar y por tanto conviertes una misión que en principio era imposible, en una misión que tiene pinceladas de ser real y entonces, gana puntos la posibilidad de ser posible. Un sueño utópico y que sabes que es utópico, pero como las situaciones cambian y tú con ellas, hay momentos que están al alcance de tu mano y y que por supuesto, no debes desaprovechar.

Yo digo esto y en cambio, yo he desaprovechado a lo largo de mi vida algunos momentos especiales y digamos que fue por varios factores, que a veces se entremezclaron. Por cobardía, por miedo, por no estar seguro, por dudar de mi mismo y también de la otra persona, por no tener claro el fin al que quieres llegar. Pero también es verdad que otras veces, me lancé a la piscina sin pensar en nada, simplemente sintiendo ese momento, simplemente dejándome llevar de la mano del querer o del placer o del estar a gusto. Vamos que unas veces el panorama estaba claro y no tuve el valor de tirarme y en otras, cuando el agua era turbia y peligrosa, me tiré de cabeza y sin pensarlo. Nunca se sabe a ciencia cierta como va a ser el comportamiento humano aunque a veces se puede intuir, pero nunca puedes apostar sobre seguro sobre esa intuición.

TRES POSIBLES ALTERNATIVAS



Tres posibles alternativas que tendré en la otra vida: Una, vivir rodeado de agua y a unos metros por debajo de la línea de flotación del mar en calma. 
Dos, vivir en una casa echa de troncos y del tamaño más o menos de una lata de sardinas, eso sí, sita en pleno bosque y bien escondido del mundo. 
O tres, en un castillo en el desierto con una hermosa duna por detrás y a tus pies un maravilloso lago de agua potable (o eso, quiero suponer).

Yo creo de momento me decanto, por el hermoso casti-llo en el desierto rodeado de agua potable.

TRÁFICO ESPACIAL


 

"Poeta maldito", Leopoldo María Panero


"Oh tú, flor
de la desdicha
y disciplina
del llanto
inmensa
derrota de la
literatura
larga
agonía de la
metáfora
luz de la
metonimia
muerta
hazaña del
verbo".

Elvira Sastre


"Me he acordado
dice este olvido mío
y he maldecido el pago del tiempo
por un momento".

MI CUEVA


Tengo que ponerme las pilas para entrar de lleno en mis tareas diarias. Tengo que coger el coche y antes limpiar la "O" del teclado, porque le tengo que dar con toda mi saña para que escriba. Y "O" hay muchas por escribir y ahora me estoy dando cuenta de ello. Tengo que llevar el coche al taller. Pagar lo que me queda de obra en mi hogar sacrosanto y algunas pendejadas más que aún tengo pendientes, como es el recolocar las cosas de mi casa, porque yo, ¡ya no puedo más!. Necesito tener mi propio estudio o cueva en donde poder cobijarme para escribir tranquilamente.

Claro que éstas preocupaciones se podían decir que son las de un tío que vive bien y puede que así es y me alegro de que así sea o acaso yo voy a decir ¿que preferiría vivir debajo de un puente y sin poderme llevar un mendrugo a la boca?. O acaso es pecado el intentar vivir lo mejor posible y tener una casa que  resulte amable y confortable y si es pecado, pues nada, que soy un gran pecador, que soy como el demonio con cuernos y rabo.

Vamos a ver...soy como soy y soy un tío que le tiene ganas a la vida y porque la vida te da algo, pero en contadas ocasiones, porque la vida en sí, es rácana y cutre y si tú no le metes caña, te dejará vivir pero bajo mínimos y siempre estarás falto de vida y de oxígeno. Yo le exijo unas cuantas cosas, pero sobre todo le exijo una cosa, que me deje vivir en paz y sin padecer un gran perjuicio físico,pues yo me encargo del resto. Me encargo de sacar las castañas del fuego, de cubrir mis necesidades más vitales, de expandir mi imperio de cariño y sentimientos y de adecentar mi cueva de lobo solitario.

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...