EL MUNDO ESTÁ LLENO DE COSAS MARAVILLOSAS



El mundo está lleno de cosas maravillosas
que en realidad, me importan una mierda,
me importa más el trozo de mundo que me rodea,
valga como ejemplo...
la telaraña que cuelga de la lámpara,
el polvo añejo que cubre la estantería,
el sonido de la leña quemada,
la cálida luz que entra por la ventana
y esa mosca que se retuerce entre la vida y la muerte
y os puedo asegurar...
que todas esas cosas me importan mucho más.

ENTRE MIS DESEOS MÁS DESEADOS


Hoy entre mis deseos más deseados estaría escribir una vieja historia o un precioso cuento tan irreal como lo puedo ser yo o narrar unas cuantas anécdotas que puedan entretener a alguien y ojo al dato, yo digo entretener y punto y pelota. Querer ser el rey a la primera de cambio, trae esas cosas que algunos llaman "tener pelusilla" o lo que es lo mismo, destrozar al contrario o al amigo o a lo que sea y sólo por estar muerto de celos. Hombre vamos a ver, si yo estoy currándome el tema que sea, desde hace años y décadas y resulta que viene un pedazo de capullo todo listillo que en dos días hace lo que tú has tardado años en hacer (eso si le llegas a la suela del zapato y puedes compararte en algo a él)….pues como que la cosa jode y jode mucho y entonces lo más lógico y más humano, es que a ese tío problema, le cojas manía. Y a eso se le llama tener celos o tener "pelusilla".

 Lo que tiene que quedar muy claro es que no todo el mundo vale para hacer lo mismo y unos destacarán porque pintan o porque cantan o porque escriben mejor y más rápido que otros, que a lo mejor destacan en por ejemplo, montar a caballo. Uno no nace siendo escritor, pero debe de haber haber un gen en desarrollo que a medida que uno crece y se le trabaja adecuadamente, te hace describir y narrar mucho mejor las cosas y por eso digo, que hay que tener una base genética y partiendo de esa base, hay que tener un desarrollo adecuado que se hace a través de mucho sudor y trabajo diario. Mis dosis de horas de escritura diaria, que en algún momento he rozado 16 horas diarias (sí, 16 horas), pasando por las 14 horas y 12 y 10 y 8 y ahora he bajado ese ritmo tan frenético y más o menos ando entre las 3 a 5 horas diarias.

 Lo he bajado por salud mental y física. Es tan importante el escribir y el hacerlo metódicamente, como el saber parar cuando toca frenar un poco. Yo ahora cuido mi salud mental y psíquica y hombre!  y todo será porque me va demasiado en el tema, es decir en lo que no quiero volver a caer es en tener que acudir de nuevo al psiquiatra de turno y para que me pregunte lo que me pregunta siempre y para que recete lo mismo de siempre y esto es para que te estabilices anímicamente y esto otro, es un puto antidepresivo nuevo que nunca dejarás de tomar o hasta que yo lo diga. Y a la orden boana y yo me doblego ante su presencia. Me niego a volver a los curadores de la mente y porque primero te hunden en la miseria y cuando estás tocado y hundido, te dan una palmadita en la espalda y entonces te dicen: lo tuyo tiene cura, pero tienes que seguir mis pautas. Y claro le miras a la cara y te preguntas ¿éste tío no tiene bajadas de ánimo?....pero claro, él no te va a contestar ante semejante pregunta y porque él está subido en la parra y tú te encuentras hundido en la puta miseria y desde ahí arriba las cosas se ven diferentes y porque todo es demasiado sencillo. 

Es decir ahí arriba los problemas no son problemas, lo sencillo no se complica, uno más uno es igual a dos y ¿tú quieres sentirte bien?...pues tendrás que tomarte toda la medicación y venir a humillarte delante de mí cada 15 días y por cada sesión me tendrás que pagar 100 pavos del ala, más pagar las píldoras que te ha recetado y bueno y si con todo eso te curaras ¿pues que importaba esa pasta?. ¡Hombre! algo de bioquímica hay en el tema problema y por eso las "pastis" te vienen muy bien y te levantan un poco tu ánimo decaído, pero donde en realidad se encuentra casi todo el meollo, es que tú quieras salir de tu pozo oscuro y eso se trabaja y se suda y se entrena y sobre todo, se necesita grandes dosis de férrea disciplina. Y entonces todo bien mezclado y en sus dosis correspondientes le dan una patada en los huevos al ánimo y o revientas y o te entra un subidón que te cagas.

DENTRO DE MI PROPIO OMBLIGO


Amigo...amigo mío...
digo amigo en plan figurativo,
porque ahora tengo escasez de amigos,
porque me llego y me sobro
y además, voy de sobrado...
error, puto error
y de este error no hay quién me salve,
 aunque si volviera a empezar de nuevo,
tendría amigos
y los cuidaría y los regaría como riego mis plantas,
todos los días y al caer la tarde...
pero va a ser que no,
tengo a mis amigos secos y casi perdidos
y todo amigo mío...y todo...
por querer vivir dentro de mi propio ombligo.

La "fórmula" de Karmelo C. Iribarren

 


Hay que estar preparados para lo peor
y disfrutar de lo bueno. Esa es
la fórmula. Saber que nada es duradero;  
que la palabra siempre es engañosa, 
falsa, equivoca; que lo que hoy nos une
eternamente, mañana será polvo, odio quizás,
historia de la mala; que la vida se venga 
en la felicidad. Saber que será así, 
o podrá serlo. Y vivir como si el tiempo 
nos debiese algo, como si fuese nuestro, 
exigiéndole al contado lo que nos pertenece.

YO ESCOGÍ ÉSTE OFICIO


Yo escogí éste oficio,
digo, el de ser médico.
Lo de escribir... vino después,
mucho después,
fue tanto después... 
que no me acuerdo del tiempo transcurrido,
sé que han pasado décadas y puede que siglos,
y yo era joven cuando estudié medicina
y ahora soy un viejo escribiendo lo que puedo,
y digo lo que puedo,
y no digo lo que me dejan,
pues hace tiempo que he pasado de imposiciones y leyes sin sentido.
Yo prefiero los intercambios de lenguas
y el descubrir las cuevas interiores,
yo soy de calidez extrema
y me gusta arrebujarme como un niño incomprendido,
me gusta la calidez de lo humano
y esos dedos que recorren mi espinazo
y que al llegar al borde de mi culo se quedan extasiados y paralizados,
y me encanta retozarme al suave y tibio sol del invierno,
como un lagarto que necesita calentar su cuerpo,
además de encaramarme a la piedra más alta
y desde allí otear el horizonte,
me atraen las vistas lejanas y sin limitaciones,
como el rayo verde en una puesta de sol,
como tus ojos verdes a la luz de la luna,
como los míos,
cuando me miro a través del espejo que tengo ante mí.

YO TE DEBO LUNES


Yo te debo lunes,
pero también te debo martes y miércoles
y viernes y domingos,
te debo días sin límite y sin freno,
días en el que todo fue... 
la tarde,
días largos e intensos,
casi espasmódicos,
casi tetánicos,
días de azul intenso y de gris lluvia,
días de sol adormecido 
y acunado entre nubes de algodón,
días de negros nubarrones
mezclados con destellos claroscuros,
como tú y yo,
yo era el negro nubarrón
y tú en cambio ibas vestida de sol
y así fue hasta que vino una galerna de aire y fuego,
que arrasó todo lo construído con nuestras manos y dedos,
y ahora, solo queda su esqueleto de huesos
y como un monumento a lo que pudo ser y no fue.

SI DEJARA...

Si dejara de escribirte, 
sufriría como un perro encadenado.
Si dejara de sufrir por tí,
es que algo habría muerto dentro de mí.
Si dejara de alterarme ante tí,
sería una estatua de sal.
Si dejara de sentir lo que yo siento por tí,
sería como una romántica canción sin amor.


QUIERO UN AMOR BONITO


Quiero un amor bonito,
quiero un amor que se deje querer
y sin celos ni tierra de por medio.
Quiero un amor que se guste de ver,
que sea sincero y al que le guste querer.
Quiero un amor de verdad y de calidad,
quiero un amor verdadero
y aunque no sea real... 
¡LO QUIERO!.

LO QUE AHORA TENGO MUY CLARO


Lo que ahora tengo muy claro
es que nunca me alcanzaste,
yo vuelo a cielo abierto
y tú vuelas cerrando círculos viciosos.
Y ahora que han pasado meses, años y días,
me doy cuenta de que éramos satélites dependientes,
necesitábamos merodear alrededor de alguien,
pero eso sí, 
nos vendimos mutuamente como seres libres,
cuando en realidad estábamos parasitados 
y hasta el tuétano de nuestros huesos.

PAVOR Y PÁNICO


Claro que en ésta vida pasan cosas inexplicables y como ejemplo os voy a contar algo que me ha pasado en el día de hoy. Estaba yo todo cocinitas y haciéndome a la plancha (en éste caso sartén) unas sabrosísimas gambas de aquí de confianza (para mí las gambas del mediterráneo, son las más ricas que hay)...pero prosigamos y estaba dándoles los último toques a esas ricas gambas medio crujientes y pensé...ahora les tengo que dar la vuelta y para dejarlas doradas por ambos lados y en un instante volvía pensar que estaba aburrido de hacerlo de una en una y quise atajar por la tangente y sin más medias tintas cogí la sartén con mis dedos y no por el mango (que para eso lo tiene) y claro, me quedaron los dedos pegados a la sartén y la sartén se vino con mis quemados dedos y hasta que hice un último despliegue de fuerzas y tiré la puta sartén al suelo. ¿Y como se puede explicar semejante historia?. Sería un vahído o un lapsus o una desconexión temporal...pero el caso es que me quemé cuatro dedos y lo peor de todo, es que no sé porque ni como lo hice. ¿Sería un automatismo que quiso acabar conmigo?. Alguien me puso una sartén casi hirviendo en mis manos y una voz interior me dijo, no cojas la sartén por el mango y cógela por donde quema a tope y es que al fin y al cabo,  el dolor lo superas y ya verás como te acabará haciendo cosquillas. Y no hay que olvidarse del chillido y grito y hubo un sonoro grito pero acompañado de esa frase que me gusta tanto decir en estos penosos casos ¡que gusto! pude decir y justo antes de seguir chillando. Y no soy masoca ni nada parecido.

Yo me acuerdo que en casa de mis padres, había un cuarto al que llamaban el cuarto de la plancha y porque allí era donde planchaba mi madre. Ese cuarto tenía el botón de encender la luz al lado de un enchufe todo echo polvo y tan al lado, que siempre que encendías la luz al mismo tiempo te quedabas todo tieso y chamuscado. Pavor era poco. Y ese pavor hacía que tomara medidas...pero de vez en cuando se me olvidaba y porque en eso no he cambiado nada, sigo soñando despierto, pero en éste caso me despertaba con mis alaridos y maldiciones. Pues de aquellas me juré a mi mismo, que iba a dominar dolor con mi ironía y de ahí viene lo de ¡que gusto!. Tampoco ha funcionado, pero eso sí me sigo riendo  en cuanto puedo y una vez que baja el umbral de ese dolor agudo, me río por dentro y por fuera y todo gracias a la frase ¡que gusto!. En casa de mis padres me seguí quedando tieso y pegado a ese jodido enchufe. Y  todo era por no cambiar el enchufe estropeado y por eso me juré y perjuré que cuando fuera mayor y adulto, iba reparar todos los enchufes de mi casa. Y de hecho, le cogí tirria y manía a todo lo eléctrico y ahora a mis 64 años del ala, no soy capaz de meter mano en todo lo eléctrico. Pavor y pánico.

Ahora no toco nada de lo eléctrico pero me da por darle la vuelta a la sartén y con el poder de mis manos y dedos...

A MÍ ME GUSTARÍA...


A me gustaría demostrarme
que tengo valor para tomar decisiones,
que soy un tío decidido,
que lo que digo lo cumplo
y que además, lo describo.
A mi me gustaría 
que el viento siempre fuera del norte,
que en las calles crecieran flores,
que en el amanecer me dijeras
¡te quiero!
y que en las noches más oscuras
cogieras mi mano y la pusieras sobre las tuyas.
A mi me gustaría decirte 
¡lo siento!
y aunque nunca te lo dijera,
creo que nunca es... ni será tarde
para pedir disculpas...y decirte 
LO SIENTO y con letras mayúsculas.

COGER LAS COSAS


Si yo tuviera forma de gancho
cogería las cosas por su raíz,
pero como no la tengo,
ni creo que la vaya a tener,
tendré que coger las cosas
por donde se dejen coger
por su tallo o por su forma de ser.

EN MODO LUNES


 De nuevo...en modo Lunes. Estoy abocado a que cada Lunes tenga que escribir unas letras y la verdad, es que no todos los Lunes uno está para semejante tarea, pero como yo he convertido el Lunes en tradición escritora, tendré que cumplir una vez más con lo estipulado. Otro Lunes en la buchaca o bolsillo. Lunes nublado en donde los haya. Lunes que en teoría tendría que ser invernal y hasta la médula y que en realidad es un Lunes despistado y porque está situado en el meollo del invierno, pero que gracias al cambio climático y al calentamiento global, más bien parece un día primaveral un tanto deslustrado y medio alicaído. Bueno, esto que digo pasa con casi todo y todos estamos más calientes de lo que debíamos estar y a veces es debido al cambio climático y otras veces lo es, porque nosotros mismos nos calentamos demasiado. Yo soy de los que me caliento fácilmente por nada o por casi nada y claro, cuando me siento brotado por casi nada me noto un poco ridículo. Yo montando en cólera por una mierda de problema, yo rebotado de pared en pared y como una puta pelota de goma desquiciada. Yo in crescendo en mi cabreo y de cada vez sintiéndome más imbécil y estúpido. Hay algo en los cabreos viscerales que te avisa de que has pasado dos o tres pueblos, pero pasa que una vez que te ves lanzado en esa especie de vorágine del absurdo, al final no encuentras el freno y si en cambio, si encuentras el acelerador. De tirados al río, se decía y se dice. Además, una vez que le coges gusto a la velocidad del vértigo, ya no hay quién te pare.
Dicen que una pausa sienta muy bien o un bonito paseo a la orilla del mar. Y decir dicen muchas cosas, pero yo digo que lo único que he comprobado que realmente sirve, es que se te acaben las pilas del cabreo. Ni pausas, ni paseos, ni buenas palabras y menos buenas intenciones. En pleno cabreo no puedes andar pensando en que mañana voy a ser mejor y más bueno y porque no y porque en definitiva, éste tipo de pensamientos positivistas te harán cabrearte más. Es como cuando casi estás brotando y convulsionando y te viene alguien a decir: "tranquilo que no pasa nada". ¡Joder tío! ¿tú no me ves como estoy? y ¿no ves que estoy más cerca de culminar un asesinato que de emprenderla a besos?...¿no lo ves?. Y en esos momentos lo mejor que se puede hacer conmigo, es que nadie me diga nada, ni me toque, ni me roce, ni me susurre. Paso de ti Bruno y en esos casos es lo mejor que se me puede decir. Y Bruno brota y escupe y salpica y cómete los cuernos demoníacos. Los demoníacos, pues los otros cuernos en éste asunto del que hablamos no vienen a cuento. Quiero decir que igualmente puede haber de los otros cuernos antes, ahora y después y da igual que estés brotando o tocando la flauta en una pradera. Aparte a éstas alturas vamos a ser sinceros del todo, a mi edad y con mis antecedentes penales y familiares, el tema de los cuernos...como que paso y es que si en parte ya pasaba...¿ahora, qué os puedo contar?...¿qué paso dos o tres o más veces?. El tema cuernos es diluviano y para los neandertales podía ir como anillo al dedo, pero me parece que por el medio han pasado miles y miles de años y por tanto digamos que hemos evolucionado. Bueno, por lo menos lo digo por mi, pues antes que neandertal fui mono y antes de antes, fui anfibio y más de antes, fui célula suelta que se juntó con otra. 

"La tregua" - Mario Benedetti.


 "Esta tarde hicimos el amor. Lo hemos hecho tantas veces y sin embargo no lo he registrado. Pero hoy fue algo maravilloso. Nunca en mi vida, ni con Isabel ni con nadie, me sentí tan cerca de la gloria. A veces pienso que Avellaneda es como una horma que se ha instalado en mi pecho y lo está agrandando, lo está poniendo en condiciones adecuadas para sentir cada día más. Lo cierto es que yo ignoraba que tenía en mí esas reservas de ternura. Y no me importa que ésta sea una palabra sin prestigio. Tengo ternura y me siento orgulloso de tenerla. Hasta el deseo se vuelve puro, hasta el acto más definitivamente consagrado al sexo se vuelve casi inmaculado. Pero esa pureza no es mojigatería, no es afectación, no es pretender que sólo apunto al alma. Esa pureza es querer cada centímetro de su piel, es aspirar su olor, es recorrer su vientre, poro a poro. Es llevar el deseo hasta la cumbre".


PESADILLA

Ésta noche me desperté sudando en medio de una pesadilla maldita y ahora, como pasa muchas veces, ya no me acuerdo de ella, no sé desgranarla porque no puedo acordarme de nada. Es verdad que a veces uno encuentra un pequeño hilo deshilachado, que si tiras de él puede que quizás llegues a saber de que iba la puta pesadilla. Pero en otras, como es el caso, ni hilo deshilachado ni hostias benditas, en blanco nuclear me he quedado. Al final, lo único que te queda es ese sabor de boca extraño, ese deje amargo que ha dejado la pesadilla. Y cada vez que te llega ese sabor, vuelves a intentar descifrar cual fue tu pesadilla. Sin darte cuenta, el día ya lo tienes marcado por esa pesadilla: el sabor amargo, las vueltas que le das para acordarte y lo incómodo que te hace sentir, pues lo cotidiano, sean quehaceres o tareas emprendidas, se ven interrumpidas por esos pensamientos tan incómodos.
Me he lavado la boca dos veces por lo menos y nada el sabor vuelve y regurgita, por lo que deduzco que es más profundo de lo que yo pienso. A lo mejor la pesadilla no ha quedado guardada en la memoria, y por eso no me acuerdo de ella, pero sí que ha quedado en alguna parte desconocida, pues la sensación es que la tengo dentro de mí y estar está, y por eso de vez en cuando me manda mensajes a través de ese sabor raro o a través de esos pensamienrtos espesos. A veces he intentado comunicarme con ella y ya que conscientemente veo que no puedo, y así me sumerjo en su terreno, y me dejo llevar a un plano subconsciente o sea al terreno de los sueños. Cierro los ojos y hasta me acuesto completamente a oscuras, a ver si éstas condiciones favorecen la comunicación. Intento alcanzar ese estado de semiinconsciencia el que hay entre el sueño y el estar despierto, pues así debería funcionar el sistema comunicativo que hay entre los dos y nada de nada, no logro alcanzar a mi pesadilla, en tal caso me monto otros semisueños nuevos. Y si me quedo en estado letárgico o sea dormido, pues los sueños que voy teniendo no tienen nada que ver con mi auténtica pesadilla.
Entonces concluyo, mi pesadilla debe ser autista, pues no encuentro la forma de comunicarme con ella. Al final sigue ese sabor de boca metálico y esos destellos o señales de humo que emite la pesadilla y así va pasando el día, vamos como un día más, pero con el peso de haber tenido una maldita pesadilla.

BERTRAND RUSSELL


 

MARIO BENEDETTI

 


LOUISE GLÜCK


"En el metro con mi librito
como para protegerme
de este mismo mundo:
no estás sola
decía el poema
en el túnel oscuro"

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...