Paul Auster | 1947 - 2024

 «Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro.»




















LA VIDA

 Y he hecho una limpieza étnica y ética y he barrido casi todos los borradores de mi Blog, pues no quiero que me pase como al Mickael Jackson de marras, al que le siguen saliendo vídeos antiguos y a los que el tío en vida, había rechazado. Y coño yo me pregunto, si yo rechazo algo, ¿porqué después de morir, van y me lo publican?. Pues muy sencillo, en el caso de él, es por la pasta y en el mío, puede ser por cualquier cosa, menos por la pasta. Esto que hice hoy, es lo mismo que en las mudanzas, cada vez que haces una, tiras una parte de tu vida.

Y yo me siento que estoy de mudanza, de mudanza interna y de mudanza externa. De la externa ya hablé lo suficiente en estos días y de la interna, no hablé, porque de momento me muevo a nivel de sensaciones. Noto algo por dentro, pero aún no soy capaz de interpretarlo. Sé que tengo la necesidad  de dar un gran salto, pero aún no sé hacia donde y espero que no sea al vacío y porque tengo muchas cosas pendientes por hacer. Y si uno tiene muchas cosas pendientes, es que no quiere el fin de su existencia, quiere vivir más y quiere hacerlo a tope.

A veces pienso que hago cantos a la vida y quizá ese sea mi reto, que la vida escuche mis cánticos vitales y que me acoja y que me de sustento dentro de su seno. Yo por mí, me quedaría 30 años más y estoy seguro que cuando los cumpla, le pediré a la vida otro aplazamiento. Y eso son ganas de vivir y dejémonos de cuentos y de discursos demagógicos. La vida es corta, si la has exprimido a tope y es larga, si te domina el tedio y el aburrimiento y es amorfa cuando te dejas llevar por el vacío de la noche más oscura. Pero que quede claro una cosa, la vida no es una línea recta y por lo tanto hay oscilaciones que suben y que bajan, pero la media de todas  estas, tiene que estar por encima del cero. Tiene y tiene que ser así, si quieres estar en el lado positivo del asunto.






 

EL PARAÍSO TERRENAL

  Cada día leo el periódico con el mismo entusiasmo y espero leer alguna buena noticia, algo que vaya encaminado hacia la paz mundial. Y claro, todos los días la misma bofetada y es más, pasa al revés, que las guerras se incrementan en intensidad y en número. Es lo que nos pasa a los viejos idealistas, que nos dan hostias por todos los lados. Pero bueno ya estamos acostumbrados a recibir, pero que recibamos no indica que nos rindamos, nuestro principio y fin es el mismo, que triunfe el humanismo sobre la faz de la tierra y que deje de existir la palabra hambre o la palabra guerra.

Mientras en ésta Isla en donde yo vivo, en el periódico local siguen dándole vueltas a las pequeñas noticias isleñas y claro, ocupa mucho más espacio que a un tío se le haya escapado el gato de casa o que una acera esté más sucia de lo debido, que el espacio dedicado a la guerra de Irak  o de Siria o a la hambruna de Nigeria. Aquí y ahora, preocupan mucho los guiris y porque se dieron cuenta de que desde hace años es su principal fuente de ingresos. Pero preocupan de esa manera, preocupan para que vengan y para que sigan viniendo, que ya nos encargaremos nosotros, de darles un buen palo y un buen sablazo.

Y la verdad es que la Isla tiene muchos atractivos naturales, pero cuidado con esto y porque hay otros sitios por el mundo que son igual o más bonitos que éste y al final, son mucho más baratos y prestan mejores servicios. El concepto del guiri hay que cambiarlo y no solo verlos como cheques andantes y porque ya no lo son y porque además no pueden serlo. La crisis ha golpeado muy fuerte y entre ellos a los guiris. Hay sitios aquí que son postales tirando a divinas, pero tú no puedes pedir por esa postal que el tío guiri se agache y para darle por el culo, tendrás, digo yo, que darle una buena y rica comida y un buen trato. Pero ese el problema de lo que piensan que en donde viven es el paraíso terrenal y yo digo, que en parte lo es, pero que en realidad no lo es tanto.


 

 

NOSOTROS

 

 "Nosotros...

los que un día todo lo fuímos.

Ahora somos un poco más.

Ahora somos una avanzadilla 

que explora, medita, piensa y siente...

Ahora somos decisión y memoria."



SI YO FUERA TÚ

Si yo fuera tú,
no sería yo,
seríamos tú y yo,
seríamos dos en uno,
un trozo sería tuyo y otro trozo sería mío,
un trozo de tu alma divina
y un pedazo de mi alma inmunda,
seríamos dos caras de la misma moneda
y dentro de un mismo cuerpo,
y mis ojos que son ciegos
a través de tí mirarían de nuevo,
y mis dedos que son insensibles
se cubrirían de receptores sensibles
y mi espíritu y mi esencia
serían como dos estrellas fugaces
en medio de nuestro firmamento.


MÉDICO

 Yo soy un puto médico y soy médico porque al tirar la moneda al aire, salió cara y si llegara a salir cruz, sería biólogo. Así que me paso todas las monsergas de las vocaciones médicas, por el mismísimo culo y todo esa tontería que dice: "yo nací queriendo ser médico", ni de niño me gustaba jugar a los médicos, ni la sangre llamaba mi atención especialmente, ni las vísceras, ni los órganos, yo era solo un chaval un tanto tímido y huraño (para mi santa madre) y un tanto simpático y agradable (para casi todo el resto del personal). Vamos, era un chaval despistado, pero ávido de tener conocimientos y que llegado el momento de escoger entre esa variedad de carreras, me quedé con solo dos, igual que me podía haber quedado con 50.

Pero al final eché la moneda al aire y salió, cara y cara significaba, Medicina. Y hasta el tercer año no me gustó Medicina, bueno también era lo lógico, pues hasta tercero no se entraba en la verdadera materia médica. Pero bueno, lo que yo quiero decir, es que hice Medicina igual que podía haber hecho Veterinaria o Química. Y tuve la posterior suerte, de que me gustó la materia médica y digo que es suerte, porque me pudo pasar lo contrario, que la repudiara. En el fondo, creo que todo puede llegar a gustarnos y estoy convencido de ello, de hecho pasa que con los años te das cuenta de que te gustan un buen montón de cosas y que si no las has hecho y realizado, ha sido por falta de tiempo o porque en aquél momento no te habías decidido a tirarte a esa piscina en concreto.

Ahora, desde la perspectiva que te da la vida, no me arrepiento para nada de que saliera, cara y soy médico y lo soy con mucho gusto. Claro que siempre me queda la duda, la duda de que si saliera cruz no estaría igual de contento o de jodido. Biólogo marino transoceánico y éste año al Ártico y a medir focas, aunque siendo más realista, me veo más midiendo las piezas de pescado en el Mercado de abastos del pueblo. En el fondo ya lo dije, da igual lo que hagas si estás contento. ¿Y como se puede estar contento previamente?, pues también estando previamente jodido y después y poco a poco, ya irás encontrando el equilibrio.



LA VERDAD


No pretendo que me des la razón,

primero, porque pretender no es decidir

y segundo,

porque la razón siempre tendrá dos caras.

desde tu lado

la razón es evidente

y desde la mía

también lo es.

Y ¿donde se encuentra la verdadera cara de las cosas?

Supongo que se encontrará en el mismo filo,

justo entre tu cara y la mía

y dependiendo del viento dominante

y de la marea que a su vez dependerá de la luna

puede que la verdad esté de un lado o del otro.

Por tanto

la verdad siempre está en movimiento

y un día te favorece

y otro día te da la espalda.
















PABLO NERUDA

 

5 DE LA MAÑANA

 

Son las 5 de la mañana
y algo da vueltas dentro de mi cabeza,
puede que sea el insomnio,
ese señor que nunca duerme
y que va y que viene
y que entra y que sale
y que no cierra nunca la puerta
o también pueden ser los fantasmas
que estén jugando al escondite con mis fantasías,
yo que sé,
yo solo sé que son las 5 de la mañana
y que hoy ya no es hoy,
y es mañana.
























LISTA NEGRA

 

Mientras esperaba la llegada de mi hijo, ví pasar de nuevo al cojo de ayer y tampoco hoy logré reprimirme. Mi primer pensamiento, fue colocarle una cáscara de plátano debajo se su pierna buena y menuda hostia se metería. Menos mal que salió mi ángel bueno y me echó una bronca que no veas: ¡que si era un sádico, un animal sin escrúpulos, una mala bestia inmunda! y la verdad, que no me quedó otro remedio que reconocerlo, soy un animal con muy malas ideas.  Después pensé, en que si el cojo sabía que había escrito sobre él y por si acaso, lo miré de refilón y como escondiéndome de su mirada y por la vergüenza que me produjeron mis propios pensamientos.

Me acuerdo cuando llegué a Chiclana (Cádiz), hará como 18 años (ahora, hará como 30 años), me llamó la atención unas pintadas que proliferaban por todo el pueblo y hablaban de la Nasa, decían más o menos: "no escucháis el zumbido en vuestros oídos, la Nasa nos está espiando" y más frases parecidas y sobre el mismo tema. Y yo pensaba; es simpático el colgado éste, pero eso no se lo cree ni él. Vamos, que para mí era un iluminado en pleno brote psicótico o en plena fase maníaca obsesiva. ¿Y ahora?, ahora pienso que tenía más razón que un santo, que realmente nos espían, nos espía la CIA, la NASA, los satélites y hasta el mismo Obama desde el Capitolio. Todos nos espían en un contubernio universal y judeo masónico y entonces, ahora ¿quién es el colgado o el iluminado o el simpático loco?.

Ahora ya sabemos que nos espían y que leen nuestro correos y las páginas web y todo lo que escribas por internet. Claro que entre tantos de miles de millones de personas, tendrán frases de alarma, por eso de ir descartando, sino no veas y por ejemplo, yo creo que les saltará la alarma: si ahora me cago en Obama, o digo, Yanquis asesinos, ya está, ya estoy fichado. O a lo mejor su método es con palabras clave, palabras que hacen poner en rojo su botón de alarma, su botón de posible terrorista. Y voy a probar con algunas posibles: Bin Laden, Torres Gemelas, 11-S, armas de destrucción masiva o armas químicas o aviones cargados de bombas, o Vietnam, o Corea del Norte. Hay tantas palabras clave en el espionaje yanqui que se podía escribir un libro sobre ellas. Pero bueno con éstas me llegan para estar ya y desde ya, en la lista negra.

Esta noche, cuando una nube tape la luz de la luna, vendrá a Es Castell (Menorca) o sea a mi pueblo, un helicóptero Apache y de él descenderán unos hombres vestidos de negro y enfundados con aparatos de visión nocturna. Se meterán en mi casa y me llevarán a Guantánamo. Si mañana no escribo nada, ya sabéis lo que me ha pasado y quedais advertidos y allá vuestras conciencias, pero aquí queda dicho.



MIS AMIGOS TAXISTAS

 Es hora de levantar el culo y ejercer de taxista, pero de taxista y de persona, e ir a buscar a mi hijo pequeño. Y digo de taxista y de persona, porque  de esa especie quedan pocos ejemplares, los pocos que quedan están guardados en el museo de arte contemporáneo. Un taxista y persona, ¿que es eso?, me preguntarían mis hijos y yo lo les contaría... que hace muchos pero muchísimos años, las cosas que ahora los conducen, eran personas y algunos te hablaban, conversaban contigo y se interesaban por el cliente o sea, eran un servicio público idóneo y eficiente. Después empezaron a cambiar las cosas y los taxistas empezaron a ser más importantes (eso pensaban) y por tanto mejoraron sus carrocerías y por supuesto empeoraron sus precios.

Poco a poco se hicieron batallón y una plaza de taxista era como casi conseguir un trozo de  cielo, y ahí ya empezaron las primeras escaramuzas, pero lograron controlarse más o menos y el caso es que se organizaron un poco y establecieron paradas de taxis. Pero los días y años transcurrían y llegaron tiempos de represiones, era la última época del franquismo y ellos se pasaban el día observando y observaban tanto, que hasta se dió cuenta la poli, de que los taxistas podían ejercer de espías y de chivatos. Hubo muchos, que cumplieron esa misión perfectamente y recibieron palmadas en la espalda a cambio de ello. Palmadas y algunos beneficios, claro.

Después vino la democracia, si esto mismo que tenemos entre manos o mejor dicho que tiene ellos, los poderosos entre sus manos y a lo que iba, los taxistas tuvieron que adaptarse a los nuevos tiempos. Y como no tenían de quién chivarse, se dedicaron a jugar entre ellos y fundaron mafias de taxistas, unos se imponían sobre otros y a golpe de amenazas que a veces eran cumplidas. Los cuatro buenos que quedaban cada vez estaban más aislados, pero estar estaban y siguen estando. Pero bueno, a lo que voy y para acabar, se calentaron tanto y tanto entre los unos y entre los otros, que llegó un momento en que se peleaban todo el día y aquí en Menorca, por ejemplo, llegado el mes de Julio y de Agosto o sea cuando llegan más guiris, no se llegaban a  atropellar o a matar pero casi. Entonces tuvieron que ponerle un árbitro, un árbitro para los taxis y pagado por nosotros (por nuestro glorioso Gobierno Local, que tiene más jeta que espalda), un tío que les dijera a esos descerebrados llamados taxistas: ahora te toca a tí y después a él y en tercer lugar, al siguiente y por último, al que está detrás de todos vosotros. Vamos, peor que en una guardería de niños o peor que ponerse en una fila del Imserso cuando van a por los platos de la comida. Con esto ya está dicho todo.




ANDANDO

 

30 de Agosto del 2.013 y viernes. Creo que hoy van dos semanas de mis vacaciones medio frustradas y por tanto y sumando y restando y si hace falta multiplicando, sólo me queda una semana de libertad. Pero bueno es lo que hay y hasta ese momento, a exprimir los limones del limonero. Me quedan tres o cuatro días de camping con mi hijo pequeño, en una cala preciosa de esta isla, Cala Galdana, se llama. Quizá sea una cala tipo guiri, las hay más virgenes y tranquilas, pero no tienen camping y además ya estamos en Septiembre y el pescado está casi todo vendido y la cala empieza a ser para los autóctonos, por tanto la cala será para nosotros y para cuatro colgados más. Hoy toca preparar tienda, sacos, cañas de pesca y demás parafernalia campinguera. La comida queda para mañana y pasado mañana listos para la aventura.

Recuerdo el último viaje que hice con mi hijo pequeño y fue a Barcelona, tres o cuatro días maravillosos. Menuda paliza metí al chaval, mucho a pie y algo en metro y venga a andar y andar hasta que ya no podíamos más. Como contraprestación al esfuerzo que hizo mi hijo, me tocó llevarlo a Cornellá, en concreto a los campos donde entrena el Barça y mala suerte la nuestra, era un día de concentración de seleciones nacionales, con lo que no vimos a ningún jugador importante. Pero nos dió igual, es decir tampoco lloramos, sólo comimos donde mejor pudimos y nos dirigimos la mar de contentos, al  Camp Nou, a ver copas y más copas y el estadio y los 20 neuros por cabeza, para ver semejante cuento. Pero como disfrutó el chaval, disfrutó como lo que es, como un niño y yo como soy otro niño para más grande y más viejo, también disfruté, todo hay que decirlo. Después tocó dos tardes de cine y paseos y más paseos, y tantos paseos que aún recuerdo su cara de agotamiento. La mía no, pues ni tan siquiera se descomponía un poquito, de aquellas mi cuerpo funcionaba como una dinamo, cuanto más andaba más me recargaba. Y poco más, que no fueran desayunos, metros, comidas y por supuesto paseos, paseos y más paseos y así hasta la caer extenuados.


 



















YO PENSÉ QUÉ...

 Yo pensé qué...
yo pensé qué todo sería más fácil,
que después del primer beso
vendrían millones y millones de besos,
que después de aprender a hablar
ya nadie nunca me callaría,
que después de darte mi mano,
tú nunca la soltarías,
que tras el horizonte,
estarían el sol y la luna,
y pensé en tantas cosas,
y todas tan sencillas,
que ahora puedo afirmar...
que no entiendo de que va este cuento
al que algunos llaman, vida.




EL PORQUÉ

 Hoy no sabía si directamente agobiarme o esperar un rato y decidí esperar un rato y ver si así se me pasaba la tontería de una vez por todas. Y después de hacer unas cuantas cosas, la tontería se me pasó, pues tal como va pasando la vida... fue pasando la tontería. Porque es verdad que a veces te ahogas en un vaso de agua y ante un pensamiento negativo te hundes como el Titanic. Claro que hay otras veces en que las cosas te resbalan y puedes ponerte al mundo por montera y puedes decir que sí o que no a todo, pues al fin y al cabo, da igual lo que te digan y piensen de tí.

Pues hoy me dió por empezar el día ahogándome en un vaso de agua, aunque aquí en este pueblo en donde vivo, da igual que te ahogues o que te envenenes, el agua y como ya dije muchas veces, es agua de poza negra y si te la bebes te entra la Lepra o la Disentería más loca. La verdad es que me comía el coco por si me estaba pasando algo y me tuve que resetear de arriba abajo: primero, estaba entero y no me faltaba un brazo ni una pierna, la cabeza estaba en su sitio y no estaba dando vueltas a toda hostia, como le pasaba a la niña del exorcista. O sea que estaba entero físicamente, pero no anímicamente. Segundo, el ánimo lo tenía a la altura del carajo o sea bajo mínimos y lo peor era... que no sabía el porqué.

Pero a veces el porqué está a la vuelta de la esquina y entonces me crucé con él y me lo explicó todo. Resulta que a mí no me pasa nada, salvo que estoy cansado, profundamente cansado y eso altera mi ánimo. El porqué además de esto, me comentó que el punto G del asunto, estaba solamente en descansar y en salir de ésta isla (a veces, la isla agobia y porque simplemente, es isla). Salir primero y descansar, después. Y por último me dijo que el ánimo estaba en horas bajas, pero que no estaba hundido del todo y en cuanto le diera un poco de vidilla y lo dejara respirar un poco, seguro que el ánimo volvería conmigo. O sea que gracias al porqué ya se me aclaró el día.



 


EL INSTINTO

 Hay momentos para escuchar, como hay momentos para cagarse en todo. Hay momentos de disfrutar a solas o en compañía y hay otros, de volver a cagarte en todo. Y una de cal y otra de arena, una caricia y una hostia bendita y dada con toda tu mala hostia, pero por lo que yo veo y me experiencia así me lo demuestra, siempre gana el lado malo de las cosas. Porque somos más malos que buenos y no hay equilibrio posible, por dentro nos corroe la maldad, solo que la reprimimos y nos callamos a tiempo. Porque muchas veces el primer pensamiento hacia una persona, es simplemente, desgarrador y es como si llevaras dentro a un perro rabioso y el perro ladra pero no muerde y no muerde porque tú no le dejaste morder.

Pero ese primer pensamiento es un mecanismo de defensa transmitido de generación en generación. No conoces a esa persona y por tanto desconfías y desconfías por ese instinto. Porque la desconfianza la llevamos marcada en los genes y en el ADN. Y desconfía y acertarás, desconfía y nadie te sorprenderá y mil dichos más que hay sobre el tema del desconfiar. Yo no quiero hacer apología de la desconfianza, pero quiero dejar claro cual es el punto de partida y ese es, que en esencia somos profundamente desconfiados.

Después y con la educación y el crecimiento de nuestras cuatro neuronas, vamos adquiriendo otros conocimientos y otros hábitos, que nos dan más seguridad para andar por la vida y por tanto vas bajando el dintel de la desconfianza y ya no vas tanto de perro rabioso, pero tampoco vas de ovejita tontita y bobalicona, pues en primera instancia sigues siendo desconfiado, solo pasa que ahora estás más domado y en fin, te concedes un tiempo extra para tomar una decisión. Y entonces dejas pasar ese tiempo y te dices, éste tío es un gilipollas de mierda, pero dejaremos pasar ese tiempo de tregua y para comprobar que realmente el tío, es un gilipollas de mierda. No siempre es así, pues a veces metes la pata, pero son pocas veces las que metes la pata si las comparas con las acertadas. El instinto primitivo pocas veces falla y yo soy un tío que vivo dentro de mis instintos y por tanto soy un perro instintivo pero nunca seré un perro obediente que se dedica a lamer culos y como decía antes, tampoco soy un perro rabioso.


 




DÍA 3 DE MAYO

 

Día 3 mayo: sin novedad a bordo de esa nave que algún día pretendo navegar. Aunque hay que decirlo claramente y para mí el mar es verlo y lo de bañarme en sus preciosas aguas, se lo dejo para otros. Y con lo navegar me pasa lo mismo, me encanta ver los barcos surcando los mares, pero yo no sueño con ser uno de sus tripulantes. Yo una vez y hace muchos años tuve un barco, mejor dicho, una lancha medio escacharrada pero que flotaba y andaba (a veces). No tenía papeles y por eso me hacía costado tres chavos, pero la tuve en "A costa da morte" de mi Galicia natal y allí zoscaban los temporales día sí y día también y me pasé medio invierno amarrando y desamarrando la puta barca y achicando agua y en pleno frío y húmedo invierno. Creo que desde esas tengo un frío patológico metido en mi cuerpo y por eso se me podría calificar, como un tío friolero. Pero que quede claro, que fue desde esa época. Antes era un tío fornido y aguerrido que se podía meter hasta en aguas congeladas (exagerando un mucho).

Ahí, en esa época, decidí que nunca más volvería a tener una barca o una lancha. Y eso lo he cumplido a rajatabla. Ahora cuando me invita alguien a navegar en su barca, no le digo que no, pero tampoco le digo claramente, que sí. Si puedo lo dejo pasar y me pongo de perfil. No me entusiasman los pequeños vaivenes del mar en calma, ni los grandes oleajes de un mar embravecido. Desde el muelle de mi querido pueblo, me encanta ver pasar los barcos con sus velas desplegadas, pero sigo sin verme dentro de ellos y porque me siento como un pato mareado vomitando por babor o estribor. Algo cambió dentro de mí, que hizo click y cambió el funcionamiento de mis sentidos más primitivos y me hizo ser así de pusilánime. Ahora soy de dique seco pero con muy buenas vistas al mar. Me parezco a esos viejos que se ponen a ver obras y se echan horas controlando la movida y hasta se intercambian pareceres sobre el devenir de la obra.

Pero yo, no puedo escudarme en la vejez, es decir, que lo de mi asunto con el mar me pasa porque estoy viejo. No señor, yo puedo decir, que desde hace 30 años o más, me pasa esto. Yo creo que de aquellas, cuando me pasó lo de la barca, llevo al frío incrustado en mi médula ósea y al mareo lo llevo instalado dentro de mi cerebro. Quizá en otra vida, yo sea marinero o capitán de barco y me guste surcar los mares y atracar donde me apetezca, pero en esta vida os puedo jurar que navegar para mí, es una tortura.

















CONFESIÓN (Louise Glück)


 

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...