No sé quién decía que para ser un buen orador, primero debes saber escuchar a los demás. Y yo elevo esa máxima al todo, hay que saber escuchar, oír, desgranar y ordenar todo ese conjunto de información, pero no nos olvidemos de otra máxima, uno aprende tanto metiendo la pata como acertando en lo que dice. Acertar o no acertar y si aciertas demasiado ¡cuidado!... puedes causar daño, porque por mucho que digamos a los humanos nos gustan las verdades a medias y lo contundente y claro, se interpreta como si fuera demasiado agresivo y lesivo. Nos gusta el sí pero no o el no pero sí y si te apoyo pero al mismo tiempo debes ser empático y entonces, se dice: yo te apoyo pero no del todo, piensa en la otra persona y en lo mal que lo estará pasando y no se lo digas no de forma abrupta y clarividente, díselo con un toque de vaselina. Suavemente te la estoy metiendo y con cariño entra mejor la cosa. A los humanos el no o el sí a palo seco, nunca nos gustó del todo. En ésta Isla en donde yo vivo que se llama Menorca se dice de ésta forma: "Me sabe mal"(y como si te estuviera comiendo) pero no tenemos esto o lo otro. Bueno, hay otra forma más: "no pases pena" pero tengo que decirte que no o que sí y como si con sólo decirlo se irían las penas de tu cabeza. Pues vamos a ver dos cosas:
-Primera, "lo de me sabe mal", es un tanto pastelero y porque suena demasiado a pastel de merengue relleno de nata. Y no hay algo...pues no hay y punto y además ya veré yo como debo de asumirlo y porque a lo mejor lo que me apetece es ponerme mal y pasarlo fatal. Se presupone que esa persona está siendo empática y quiere compartir parte de tus penas. Pero a lo mejor tú no quieres compartir nada de nada y ya sean penas como alegrías.
-Segunda, lo de "no pases pena" es dar vueltas y más vueltas sobre lo mismo. Y yo aquí tengo que aclarar una cosa: que a mi me digan que no o que si por algo (es decir, que me lleven la contraria de lo que estoy pensando y diciendo), no me supone ningún trauma, porque de alguna forma estoy a costumbrado a que me lleven la contraria. Si esos no o si me afectaran de esa manera tan radical que me llegaran a causar tanta pena o algo de pena, a éstas alturas de mi vida seguiría instalado en un profunda depresión vital. En la vida, también hay que saber pasar de un montón de cosas y que te lleven la contraria en algo, puede servir de estímulo vital y en cambio de hundirte en la mierda, va a resultar que hay veces, en que el tema problema te sirve de revulsivo. Es más, yo creo que los grandes cambios que tiene uno mismo, se preceden de posturas de incomprensión por parte de personas que merodean a tu alrededor. Y ese puto aislamiento es el que te sirve para poder cambiar, además cambiarás dando un fuerte golpe en la mesa, pues lo haces reivindicándote y el que no esté de acuerdo contigo...ya sabe donde está la puerta de emergencia...