Ahora viene a mi mente aquél tío que les gustaba decir:
"la Poesía es un arma"...
Pero a él le gustaba decir eso... y además, le sigue gustando...
porque para él todo son armas para conseguir un fin,
todos somos utilidades útiles o inútiles,
todos somos medios para conseguir un fin
y sobre esa idea insistente
y a ritmo de martillo pilón,
él construyó su mundo de puto realismo soviético,
en donde todo cuadra y todo se justifica
y por el bien del colectivo social
nos tendremos que joder algunos,
yo por supuesto, estoy entre ellos
(seré el primero de su lista negra)
y porque yo pongo el bien colectivo después del mío,
pero él en cambio dice que no,
dice que antepone el bien popular,
que el pueblo es su dios,
que el obrero es su profeta,
que ama al pueblo y hasta la extenuación dentro de su pequeño cerebro,
que él se subordina al mandato popular,
que no sé como, ni cuando, ni donde,
se abrirá la tierra bajo nuestros pies
y es que hay profetas religiosos
y hay profetas que dicen que van a tu lado,
pero que llevan la palabra traidor grabada
y si discrepas o te manifiestas de otra forma,
pues muy sencillo,
serás otro traidor a la causa.