
primero, un tardío despertar
y así la mañana pasó de 0 a 100 en 5 segundos,
segundo, tarde anodina
y ¡coño! afuera estaba un día precioso
pero me puse en modo espera
y esperando que me llegara la inspiración...
y fueron pasando una hora tras otra
y la inspiración debió visitar otra casa,
porque por la mía, no apareció
y es que ni siquiera hubo esa chispa corta pero intensa,
o como si fuera una puta fulguración alucinante,
que sí, que dura una mierda,
pero en ese segundo de duración ves hasta la octava
dimensión,
pero hoy Domingo 24 de Septiembre,
el que tiene el mando de éste mundo,
ha dicho que no y con toda su contundencia
o sea, me ha dicho NO y punto.