Son las 9 de la noche y conclusión de éste momento: es que estoy roto, roto por todas costuras y por todas las articulaciones, mis huesos son papilla de niño y mi alma es una pompa de jabón. En fin, que estoy destrozado y a pesar que mal dormí la anterior noche, pues mi 7 horas me eché sobando, claro que tuve varios despertares de falsa alarma y todas esas pesadillas que sólo se tienen cuando se está de guardia. Y si a eso se suma mi apnea del sueño, que aparte de los ronquidos, produce una mala y deficitaria oxigenación de la sangre y por tanto, me levanto por la mañana como un puto zombi.
Y no dormí durante el día y porque así me lo propuse. Yo quiero dormir y como toca, de noche y que las pesadillas se conviertan en dulces sueños y así poder amanecer descansado. mañana me toca cita con el Neumólogo y para que me de la solución a mi problema. Quiero volver a ser esa persona que se entera de todo, que participa, que no se cansa, que acude raúdo a las citas, que trabaja sin desmayo, que lee obras camaleónicas, que estudia a lo loco, que piensa en la ciencia infusa, que está atenta a los pequeños detalles, que respira hondo y con el diafragma, que corre, que lucha, que muerde, que sueña...
En fin, quiero volver a ser yo en mis buenos tiempos. Ya sabéis, el yo ideal y el yo utópico y el que era antes y hace poco. Y creo que éste problema me marca mi vida, me restringe, me agobia, me puede, me duele, me sangra, me escupe, me desprecia. Ya os juro que no podía más y porque ya tengo la cita mañana y creo ya es demasiado tarde para contemplar otras posibles alternativas, porque hoy a punto estuve de comprarme un aparato de sujeción mandibular (que parece que ese es el verdadero problema de la apnea, que te cae el maxilar inferior y así ocluye la vía respiratoria) que vendían por el internet, pero menos mal que dios me habló en secreto y me dijo: tío, que esos chismes tienen medidas para cada mandíbula y no vaya a ser que después bailes dentro de ella. Para que después digan que dios no tiene detalles.
Y no dormí durante el día y porque así me lo propuse. Yo quiero dormir y como toca, de noche y que las pesadillas se conviertan en dulces sueños y así poder amanecer descansado. mañana me toca cita con el Neumólogo y para que me de la solución a mi problema. Quiero volver a ser esa persona que se entera de todo, que participa, que no se cansa, que acude raúdo a las citas, que trabaja sin desmayo, que lee obras camaleónicas, que estudia a lo loco, que piensa en la ciencia infusa, que está atenta a los pequeños detalles, que respira hondo y con el diafragma, que corre, que lucha, que muerde, que sueña...
En fin, quiero volver a ser yo en mis buenos tiempos. Ya sabéis, el yo ideal y el yo utópico y el que era antes y hace poco. Y creo que éste problema me marca mi vida, me restringe, me agobia, me puede, me duele, me sangra, me escupe, me desprecia. Ya os juro que no podía más y porque ya tengo la cita mañana y creo ya es demasiado tarde para contemplar otras posibles alternativas, porque hoy a punto estuve de comprarme un aparato de sujeción mandibular (que parece que ese es el verdadero problema de la apnea, que te cae el maxilar inferior y así ocluye la vía respiratoria) que vendían por el internet, pero menos mal que dios me habló en secreto y me dijo: tío, que esos chismes tienen medidas para cada mandíbula y no vaya a ser que después bailes dentro de ella. Para que después digan que dios no tiene detalles.