Veo que no puedo descuidar tanto el Blog, que ahora entré en una dinámica difícil de salir, que priorizo otras cosas por la rutina adquirida en estos días. Y no señor, yo me rebelo y si tengo que empezar a sudar tinta lo haré igualmente, porque mis objetivos no han cambiado y sólo han cambiado las putas circunstancias. Ahora estoy más atrapado en mi curre, pero eso me suena a disculpa, pues mira que no me he visto yo en circunstancias peores y mucho más difíciles y en cambio, seguí adelante.
Si el objetivo no cambia, pues no cambia y ya está. En estos casos no hay circunstancias atenuantes, sólo hay diversas etapas que por fuerza tienen que ser diferentes, pero lo que no puedo hacer ni consentir, es perder el hilo de mi propia historia. Y claro que yo soy un Yo echo de diversos cachitos, vamos como todos y a veces es cierto, que predomina uno por encima de los otros, pero que ese uno después tiene que pasar a segundo plano y en ese relevo de pequeñas preferencias cambiantes nos movemos y esos pequeños cambios son los que nos dotan de energía vital.
Es como el saber desde que naces que algún día te morirás, pues algunos se lo aplican al pie de la letra y viven ya muertos y porque al final ese pensamiento los vuelve conformistas, total nos va a tocar morir y que a mi me las den todas. Otros en cambio, cogemos a la vida por sus huevos y si no te gusta lo que te plantea, se los aprietas hasta sus últimas consecuencias. O sea que hay gente que le gusta vivir en plan vegetal y con la ley del mínimo esfuerzo y a otros nos entusiasma la vida y también nos entusiasman sus dificultades, pues esas dificultades nos fortalecen. Bueno, nos fortalece lo malo, pero también nos fortalece lo bueno y lo único que no nos fortalece es el quedarnos en el medio.
Nosotros nos exigimos un sí o un no y con esa claridad apabullante vamos dando los pasos necesarios para seguir viviendo. No entendemos la neutralidad, el sí pero no o el no pero sí o el yo paso de todo,..y además, yo tengo derecho a ello. Derechos tenemos todos, pero tenemos derechos con obligaciones y no hay que olvidarse de que el que no se pronuncia sobre las cosas tiene todo el derecho a vivir, pero que después cuendo él tenga un problema, que no nos llamé a los demás y para que le echemos una mano e igual que pasa de un tema, pues sencillamente que pase del otro. Y punto y pelota.

Es como el saber desde que naces que algún día te morirás, pues algunos se lo aplican al pie de la letra y viven ya muertos y porque al final ese pensamiento los vuelve conformistas, total nos va a tocar morir y que a mi me las den todas. Otros en cambio, cogemos a la vida por sus huevos y si no te gusta lo que te plantea, se los aprietas hasta sus últimas consecuencias. O sea que hay gente que le gusta vivir en plan vegetal y con la ley del mínimo esfuerzo y a otros nos entusiasma la vida y también nos entusiasman sus dificultades, pues esas dificultades nos fortalecen. Bueno, nos fortalece lo malo, pero también nos fortalece lo bueno y lo único que no nos fortalece es el quedarnos en el medio.
Nosotros nos exigimos un sí o un no y con esa claridad apabullante vamos dando los pasos necesarios para seguir viviendo. No entendemos la neutralidad, el sí pero no o el no pero sí o el yo paso de todo,..y además, yo tengo derecho a ello. Derechos tenemos todos, pero tenemos derechos con obligaciones y no hay que olvidarse de que el que no se pronuncia sobre las cosas tiene todo el derecho a vivir, pero que después cuendo él tenga un problema, que no nos llamé a los demás y para que le echemos una mano e igual que pasa de un tema, pues sencillamente que pase del otro. Y punto y pelota.