"Y quién nos puede asegurar
que nuestro mundo
no forma parte del infierno".
Te condeno por tus pecados
y asomas la cabeza
por el bajo vientre de tu madre
y entonces,
ves un infierno llamado,
¡mundo!.
"Y quién nos puede asegurar
que nuestro mundo
no forma parte del infierno".
Te condeno por tus pecados
y asomas la cabeza
por el bajo vientre de tu madre
y entonces,
ves un infierno llamado,
¡mundo!.
Estamos tan embutidos en nuestros propios disfraces
que al final,
creemos que nos hemos transformado en algo distinto.
Pensamos que no somos los mismos de antes,
que gracias a nuestra puta paciencia
y a nuestro patético conocimiento
queremos volver a pensar que nos adaptamos a lo nuevo
y que sacamos todo el provecho de lo viejo.
Yo soy el mismo que hace 64 años nació con mi cuerpo,
pero ahora soy más viejo o más añoso,
pero el alma
o la dichosa alma que nos mantiene y nos sustenta,
es igual a la de antes y como dos gotas de agua,
solo que una gota es más reciente que la otra.
Ahora tengo un cuerpo más oxidado
y los tornillos más sueltos,
y más cicatrices en mi mapamundi vital,
y millones de historias más.
Pero también,
acumulo muchos más cuentos y batallas
y al final si sumamos o restamos
o multiplicamos y dividimos
el resultado final
es el mismo cuerpo pero mucho más desgastado
y un alma, que en mi caso...
no me cabe dentro
y eso me pasaba antes
y eso me sigue pasando ahora.
Como si fuera por un cuento mal contado
o por una pesadilla mal digerida...
sé que a veces me despierto en medio de la noche
y con el estómago en el cielo de la boca
y todo me arde en mis oquedades y mucosas,
todo me hiere,
todo me estorba,
todo me sangra a borbotones,
todo me resulta ácido y desconcertante...
Mientras tanto
algo punzante perfora mis cuerdas vocales
y un agudo grito sale por mis orificios,
entonces me doy cuenta
que algo está saliendo por mi boca...
Y al final, me da pena
porque era lo último que de ti, quedaba.
Se hace agradable
hacerse gente
y diluirse en mares de brazos y piernas
y comer sano
y sentarse sin más
a disfrutar del momento.
Ser mucho más que muchos
tener miles de cerebros remotos
andar con millones de pies en el suelo,
ser un cuerpo que se une al otro,
caminar codo a codo,
ser marea y ser océano.
Me gustaría haber anidado,
en las ramas más altas
y con mejores vistas
y ser pájaro que bate sus alas
con la manada
y seguir a los patos que persiguen el norte.
Piel sobre piel.
Diente contra diente
y lucha entre lenguas gigantes.
Es fácil pensar
en un beso húmedo
y comprobar su textura resbaladiza.
Pero hay días
en que la boca se torna seca y árida
y si te la tocaras
sería como pasar tus dedos
por el desierto del Sahara.
Hay días en que tu boca
no está para dar besos
ni para tragar lágrimas,
ni siquiera está para decir palabras
y suavizar el tono poquito a poco.
A veces tu boca
es estropajo y suela de zapato.
Hoy quiero decirle algo:
Usted ha pasado por mi
como un torrente de agua y viento.
Quiero decirle...
que un día me penetró por un oído
y por la retina de un ojo,
y que otro día se convirtió en saliva
que salió de mi boca ensangrentada.
Quiero decirle...
que usted tiene sus causas
y sus quehaceres,
y le aconsejo
que no pierda más tiempo conmigo.
Usted cerró esa puerta
y yo en el fondo
le estoy muy agradecido.
Me ha salvado de caer
en la misma trampa de siempre.
El desamor estando entre rejas
es demasiado dolor.
El desamor hay que pasarlo,
pero la prisión de la jaula, ¡no!.
Querida vida:
he llegado hasta aquí
y no soy más que antes
pero tampoco soy menos.
En fin,
soy un ser evolucionado
que se ha ido avejentando
con el paso de los años.
(como corresponde por ley de vida).
Por el camino
he tropezado un montón de veces
con la misma piedra
pero en casi todas
me he levantado del suelo.
He sufrido
con la nostalgia
de aquellas noches de verano
y con la venganza que a veces tuve,
entre los dientes.
He sacrificado cosas
he luchado hasta desfallecer,
he comido moras y ciruelas
he caminado por los más estrechos senderos
y he aterrizado sobre campos de amapolas.
He visto el despertar de cada día
y ahora toca pensar en cada noche.
El próximo viaje empieza aquí
y estoy seguro que el viaje es el fin,
la causa y el motivo.
Salvemos la memoria.
¿Recuerdas?
Yo sí...aunque podría recordar mejor
y volver a sentir de aquella manera tan intensa.
Hay veces en que me aproximo
y hasta puedo asomar mi cabeza,
pero hay otras
en que me pierdo nada más comenzar
y entonces la pregunta será:
¿qué historia quería recordar?.
Hace poco me dijeron
¿recuerdas nuestros tiempos de intensa lucha?.
Y yo pensé para mis adentros,
pues claro que sí,
pero en esos tiempos tan revueltos
no estabas tú
y porque la memoria
también es selectiva
y está enseñada a discriminar
lo malo, lo peor y lo molesto.
Claro que eso no quita
que de vez en cuando te cueles
a través de mis sueños y pesadillas.
SUEÑOS
Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...