ESCRIBIR Y CURRAR

Pues que nada, que ya me despido, pues mañana tengo otra puta guardia de 24 horas y hay que madrugar por cojones. Y además a las 10 de la noche (ahora son las 8 de la tarde) tengo un partido de fútbol. De esos de ver en la sala de estar y al lado de la estufa de leña. Todo un derbi gallego, los dos equipos gallegos de primera división se enfrentan en un duelo aguerrido. ¡Joder!, que ya está bien de quejarse de lo que escribí hoy, que para un día amorfo y anodino que hay en el año, no estuvo tan mal la cosa, pues ya he escrito bastante y que no todos los días son iguales y además hoy estaba puesto en el calendario, que sería un día de ni fu, ni fa.

Mañana me toca currar y eso es lo que realmente importa o eso pensaba yo hasta hace poco. El curre estaba por encima de todo y cuando digo de todo, es de todo. Ahora pienso lo mismo, sólo que algo más matizado, pues sinceramente siento pasión por el escribir y por eso cuando curro me pongo prohibiciones. Prohibido el escribir y porque me apasiono tanto, que me olvido de que estoy currando y cuando veo a un paciente que necesita una ayuda o una mano para seguir viviendo, me quedo como perplejo.

Y todo porque yo sigo en mi historia, en la que estaba escribiendo y cuando veo al medio muerto que me mira con ojos de súplica y de por favor haz algo que la estoy espichando, me tengo que plantear, pero muy en serio, que hago en ese sitio y porque me ha tocado a mi la china de tener que insuflar vida a alguien a quién ni conozco. Además me digo para mis adentros, si yo estaba tranquilamente con mis asuntos de escritura y entonces: ¿qué hago aquí yo, si no soy médico?. Vamos que se me olvida hasta en lo que curro. Y eso es muy fuerte y sino estoy loco, pues lo parezco. Entonces, prohibido escribir cuando estoy currando y punto y pelota y no se hable más.

¿MI ESTADO?

¿Y cuál es mi estado?. Mi estado natural, es ser un pez anfibio que se cuela por las humedades de los pensamientos y con el fin de sacar algún provecho que nos de una indicación de por donde debemos evolucionar mejor o por donde podemos vivir mejor. Yo busco y rebusco y voy hilando ideas, me gusta el coser las cosas y el buscar ese punto de relación que tienen y que lo consiga ya es otro tema, pero aseguro, que moriré intentándolo. Busco las claves que tiene la vida, araño en sus secretos y me sumerjo entre imposibles para que se hagan posibles.

Mi estado civil, es de divorciado con tres maravillosos hijos. No me considero un divorciado desesperado y buscador de pareja, pues me siento muy bien sólo y además están mis tres hijos a los que quiero más que a mismo. La soledad es buena o es mala y según como la veas. La soledad ahora es mi compañera de viaje y es la que todos los días me escucha, antes no, antes la Soledad era como un gran monstruo al que le tenía pánico y miedo. Ahora, es un gran tesoro que está lleno de momentos entrañables e íntimos.

Mi estado de salud, es el óptimo para un tío que empieza se decrepitud o que va camino hacia su ocaso. Mi estado de ánimo, está por las nubes y todos los días me subo a la parra y después ya no hay quién me baje. Mi estado de sexo, es muy bajo, está bajo mínimos. Mi estado de Luna, es la luna llena, pues me llena de entusiasmo y a veces me pone tanto, que me transformo en hombre lobo. Mi estado de sentimientos, es desbordante, me sobran sentimientos por todos lados, pero tengo que decir, que son selectivos o sea que no voy queriendo a todo el mundo y echando lindas flores por las calles. No, yo tengo la misma capacidad para querer como para odiar y además me encanta eso de tener esa capacidad repartida a partes iguales

EL EGO

 A veces hay discusiones que llegan a un punto sin retorno, sin vuelta de hoja o sin marcha atrás y en donde el que se siente acorralado o medio vencido y por falta de argumentos, da un salto mortal hacia delante y empieza a dar golpes bajos. De esa manera intenta desmontar tus argumentos y para ello acude a dar en la zona más sensible que tenemos, que no son los huevos (que en última instancia, también), es el EGO. En ese momento ya pasa de los argumentos y sólo le vale desprestigiarte cara a los demás y que en ti asomen las dudas.

El EGO, el Ego es como el esqueleto que nos mantiene como personas, sin Ego no hay nada, sólo habrá sombras y dudas. Claro que como pasa en todo, su exceso es contraproducente o debía de serlo. Pero es que pasa una cosa, yo sin EGO ¿qué sería?, porque si yo no quiero a mi mismo, ¿quién me va querer?. Claro que cuando las discusiones adquieren esos tintes ya se convierten en una lucha de haber quién hace más daño. Es como decirlo de otra forma, es empezar la guerra sucia.

Por ejemplo yo lanzo misiles a tú Ego y haber si acierto y para ello entro en asuntos personales, hablo de si alguna vez fuiste coherente, de si vas de buen tío y en realidad eres un falso, de que aparentas lo que no eres, de que has mentido un montón de veces, en fin, lanzo una serie de misiles que van dirigidos al meollo de tú Ego. Y alguno y eso seguro, que dará en la diana, pues somos humanos y por tanto tenemos nuestros fallos. Pero enfrente está la otra persona, que si es ágil y rápida en éste tema, te los devolverá con creces. Pero mal asunto cuando se llega a éste punto, porque la discusión ya ha degenerado a una pelea de gallitos.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...