LOS INCOMPRENDIDOS

 


Yo lo veo todo tan claro, que no sé... como se deben explicar las cosas. La evidencia es tan clara, que es como si tocara o palpara las cosas por dentro, por fuera y por todos sus lados y ángulos. Si hablamos de paciencia, no, la falta de paciencia es uno de mis déficits más destacados. A mí por dentro me corren ríos de argumentos y mares de posibles soluciones y lo siento, lo siento por mi infinita impaciencia...pero si con mi claridad hago daño, aclaro que es un efecto secundario que en principio, yo no quería causar...Claro que ya sé, que todo esto es como predicar en el desierto...pues me falta el seni o el sentidiño y para que los demás me escuchen o mejor dicho, para que me puedan entender un poco más, si cabe. Pero bueno, poquito a poco y con buena letra y mejores alimentos, me iré soltando más y así hasta que reviente...o hasta que alguien me entienda y entonces, ya seremos dos los incomprendidos.

AVIONES PLATEADOS

 

Yo,

 si tuviera un gran sueño

tendría que ser en una tarde

y mejor, 

que fuera una tarde otoñal

y ya puestos a pedir:

que lloviera mucho,

que el viento silbara como un estremecimiento agudo

mientras,

 las hojas volarían como aviones plateados

por encima del tejado de nuestra imaginación. 
















¿POETA?

 

Me llamas poeta

y no sé,

me suena tan contundente y tan claro,

que hasta me entra el mal de altura.

Yo, 

no soy poeta,

yo escribo poesías

pero de momento,

 no soy poeta al uso.

El título de poeta se gana a pulso,

con el sudor de cada día

y tiene que pasar un espacio tiempo determinado,

que normalmente se mide en años y más años de escritura,

y para que te sea concedido ese gran honor,

que se llama, ser poeta.

Yo voy camino de ello

y he intentado apurar los pasos al máximo.

Empecé a escribir hace 9 años

y me he dejado la piel en el intento,

la piel, parte de mi vida

y tiempo y tiempo y más tiempo...

y creo que lo tengo tan cerca

que hasta puedo, adivinar 

que casi no me queda tiempo...





















 


ATAJOS

 

Si el destino llamara a mi puerta
y me pusiera alas en el dorso de mi espalda
y cuerpo de serpiente
dejaría de arrastrarme por los pantanos
que tanto me han dado de comer a lo largo de mi vida.
Pero ahora mismo,
levantaría el vuelo
por encima de vuestras cabezas
y desde las alturas os diría:
no sigáis la senda más fácil
porque lo fácil se hace difícil
y al final,
 os perderéis entre sus dedos amables
y engañosos.
Tampoco se trata
de escoger lo contrario,
lo más difícil, lo más huraño 
y lo que más te hace daño...
Hay atajos
que a veces, 
no llevan a ninguna parte
pero que en otras
funcionan como vasos comunicantes
que conectan lo bueno con lo mejor...
Y yo estoy convencido
que llevo un tiempo
instalado en uno de ellos
y estoy esperando
que algún día
me comuniquen con mi mejor versión.























LA GARANTÍA

 

Antes se te jodía un lavavajillas y como en realidad, no lo tenías, pero sí lo tenía el vecino que tenía más pasta del barrio, te daba igual el puto tema del lavavajillas. Ahora se te jode (y porque ahora, si lo tienes) y es mejor dejar tu casa y plantearte la opción de irte a un camping de medio pelo y porque ahora más que antes y más que nunca, te toca esperar al super técnico super especializado. Y será mañana o será pasado o será dentro de un mes y puede que al final, el técnico que venga, será un técnico de la NASA especializado en lavavajillas de última generación... que a su vez, te va a cobrar su viaje en una nave interestelar que viene de la otra punta del espacio. A veces me planteo que mierda de sociedad tenemos, resulta que todo está en garantía... pero cuando llega el Mc Giver de turno (el técnico super especialista), te toca pagar a tocateja y a 50 pavos la hora...Y porque la garantía sólo sirve para limpiarse el culo y para no mancharte la yema de los dedos y aún así y todo, no siempre entra dentro de la garantía (digo, el no mancharte los dedos).

.



 














EUROPA Y LAS BANDERAS

 

A veces vivimos con el alma partida. Con un trozo de alma, que quiere y desea que todo fuera como realmente piensas y con otro trozo, que te dice que tienes que conformarte con un sucedáneo de mierda (cosa que en mi, es difícil). Hombre en mi, siempre sale perdiendo el trozo de alma que me dice que me adapte a lo que hay y más que me adapte, que me conforme con lo que hay, porque para adaptarme no me queda otro remedio y para conformarme, pues no. Me adapto pero no me rindo, me disfrazo de sujeto doblegado, pero jamás enseñaré la bandera blanca y por el simple hecho, que yo no tengo banderas y menos...las tengo blancas.
No sé, hay gente que necesita las banderas para seguir o perseguir algo y como son unos putos trapos, las llenan de ideología patriotera y resulta que un trapo de colores, se convierte en tu patria y claro, así nos va... Fronteras, banderas, enemigos siempre a las puertas, moros malos y desalmados, gabachos conquistadores y engreídos, portugueses piojosos...y así nos va...Necesitamos insultar y faltar a los demás seres humanos que nos rodean y para así nosotros crecer en nuestro sentir patrio y así, nos hacemos más piña y así, nos hacemos un poquito más descerebrados, si cabe. Y es que ante eso ¿qué importa lo humano?, ¿qué importa que a nuestras puertas hayas miles y miles de refugiados?...si yo vivo más o menos bien y además y para que quede claro, primero estamos los españoles y después y mucho después...estarán los demás.
Ya estamos con el mismo tema, ya estamos con que los de fuera nos quieren robar y desestabilizar y que mejor, que meter una bandera por el medio y un himno y si me apuras, hasta una raza o etnia...Pues esto mismo les pasó a los nazis, empezaron por querer ser un gran país y se sintieron poderosos y de ahí, a los campos de exterminio hubo un sólo paso y apenas hubo otro más, para atreverse a invadir países y ejercer su supremacía nazi y de raza aria y siempre y siempre adornados de complementos: banderas, simbologías, desfiles poderosos y obediencia ciega y todo en aras de construir una gran nación nazi. Y Europa, nuestra querida Europa, hoy en día hace aguas en aspectos humanos y lo peor de todo, es que no nos damos ni cuenta, pero no digáis que yo no os lo he advertido.























VIVIR SIN TI

 

Vivir sin tí

ha sido todo un acierto.

Ahora, dirás,

porque tú lo has querido.

Y sí,

yo así, lo he querido.

Y ahora veo hacia atrás y me digo:

¡Joder!, Bruno...has acertado.

Algo me olía mal de aquellas

algo tenía sabor a quemado,

algo intuía pero que aún no lo veía...

Ahora

sí lo veo, lo toco y lo palpo

y me vuelvo a repetir sin ningún disimulo...

menos mal que esa voz interior, funcionó

menos mal...

 porque me quedan dos telediarios

y no estoy para perder el tiempo con algunas especies de extraterrestres.


 



















Yo dicto testamento cada noche (DANIEL COTTA).

 


Yo dicto testamento cada noche:
dispongo mis zapatos, mi camisa,
la piel que llevo puesta
para el cuerpo que ocupe mañana mi huella en el colchón.

Le lego mis pupilas, mi garganta,
mis manos, mis heridas,
mis miedos, mis deberes por cumplir…

Y sobre toda obligación, le lego
las arcas de cariño acumulado
por quien me eligió ayer
como heredero,
que a su vez lo heredó de tantos cuerpos
y cuerpos que murieron cada noche
haciendo testamento de su amor.

Que mi heredero de mañana
no muera sin haber incrementado
en algo el patrimonio familiar.























Yo dicto testamento cada noche:
dispongo mis zapatos, mi camisa,
la piel que llevo puesta
para el cuerpo que ocupe mañana mi huella en el colchón.

Le lego mis pupilas, mi garganta,
mis manos, mis heridas,
mis miedos, mis deberes por cumplir…


Y sobre toda obligación, le lego
las arcas de cariño acumulado
por quien me eligió ayer
como heredero,
que a su vez lo heredó de tantos cuerpos
y cuerpos que murieron cada noche
haciendo testamento de su amor.


Que mi heredero de mañana
no muera sin haber incrementado
en algo el patrimonio familiar.

Dosis diaria de Muñoz Molina:

 

"La soledad es un navío submarino, una torre junto a un río brumoso donde un hombre, Hölderlin, que ha perdido la razón, murmura hexámetros griegos y escribe extraños mensajes firmados con el nombre de Scardanelli. La soledad es una isla, un faro que alumbra la noche como la única ventana iluminada de una ciudad, una mezquina habitación, en Méjico, en cuyo dintel se apoya el silencioso invitado que la ocupaba, súbitamente enfermo, y se derrumba despacio, como si lo tragara la muerte, en el amanecer del 5 de noviembre de 1963. La soledad es un extranjero que camina por las aceras de Sevilla, de Madrid, de Londres, mirándose en los escaparates o espiando los cuerpos que pasan y se reflejan en ellos con los mismos ojos asombrados por la belleza y el deseo que nos siguen mirando 20 años después de su muerte: pálido y joven, el bigote exiguo, el pelo negro y brillante por el fijador, usa botines y camisas de seda y guantes de tacto tan sensitivo como el de las manos que cubren, y ama con igual pasión las sonatas de Mozart y los lentos blues que lo conducen , como trenes nocturnos o blancos vapores del Mississipi, a un Sur de ligeros paisajes dormidos en el aire donde ningún placer ha sido prohibido, donde la desesperación o la culpa —esa mirada cobarde, esas manos enguantadas que no se atreven a la caricia— no tachan la hermosura de ningún cuerpo. La soledad, que vuelve invisibles a los hombres, es Luis Cernuda, invisible y solo, desterrado de todas las cosas y de todas las ciudades desde el día en que tuvo uso de su razón y de su cuerpo hasta esa mañana de un lejano noviembre que nadie se ha acordado de conmemorar a tiempo, como si transitara por la posteridad tan sigilosamente como lo hizo por la literatura y la vida, como si a pesar de las antologías y los homenajes residiera para siempre en ese lugar del olvido donde quiso que estuvieran su corazón y su memoria".

















TUTE


 

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...