Sabéis lo que ha sido viral en el Facebook, pues si no lo sabéis, yo os lo cuento: resulta que a un chaval le picó una Medusa en Cataluña y no sé en que parte, pero ahora eso no importa, porque lo que importa es que según su madre le pidió atención médica a un aguerrido socorrista (que era de Guadalajara y por tanto, no catalán), pero se dirigió a él, en catalán y según ella, el socorrista no le hizo puto caso. Y así andamos en España, aturdidos entre pequeñas escaramuzas estúpidas, pero yo soy más partidario de desconfiar de la señora mamá y eso que yo soy de los que quieren que existan todas las lenguas de España, pero la celeridad con que puso la noticia en las redes, me hace desconfiar de ella o no, puede que sea al revés y que el chaval socorrista sea de la Falange auténtica y española. Bueno, el caso es que cualquiera de las versiones me importan una mierda, porque estoy de patriotismos y banderas hasta la misma punta de donde ya sabemos.
La mezquindad, la pequeña mezquindad de las cosas o la insoportable levedad del ser, del ser y del parecer y porque esto podía ser noticia para el boletín de la playa, pero nunca debió de pasar de ahí. Y por cierto la medusa ¿era española o catalana?, porque puestos a rizar el rizo, yo lo rizo más que ninguno. Hacer causas de las cosas más tontas, tiene su parte de éxito y por eso se extendió como una mancha de aceite por las redes, pero aquí si cabe una reflexión y esa es: también se hacen virales los actos de violencia de género y sin género, las tías en pelotas o los intentos de violaciones y por eso, el resto de los humanos tenemos que dar nuestro beneplácito y nuestro consentimiento.
Señora catalana, usted tiene un hijo al que le picó una Medusa y si el socorrista no le hizo ni puto caso, normalmente lo que se hace, es dirigirse a su superior y además se exige el Libro de reclamaciones. Y señor o chaval socorrista de Guadalajara, usted muestre respecto por las distintas lenguas que hay en España y asunto zanjado y arreglado. Pues no, de todo esto se hizo un mundo, mejor dicho, se hicieron dos mundos con una frontera por el medio...yo supongo que todo esto, es lo que produce ponerse al sol tanto tiempo y sin cremas solares protectoras, vamos, un sobrecalentamiento de los circuitos cerebrales y su consecuencia más inmediata es..., es que ese día se fundieron los plomos de dos personas que estaban cabreadas por otras causas o motivos, por ejemplo, porque la señora tenía extraños sarpullidos que le picaban mucho o porque al socorrista, lo acababa de dejar la novia. ¡Vete tú a saber!.
La mezquindad, la pequeña mezquindad de las cosas o la insoportable levedad del ser, del ser y del parecer y porque esto podía ser noticia para el boletín de la playa, pero nunca debió de pasar de ahí. Y por cierto la medusa ¿era española o catalana?, porque puestos a rizar el rizo, yo lo rizo más que ninguno. Hacer causas de las cosas más tontas, tiene su parte de éxito y por eso se extendió como una mancha de aceite por las redes, pero aquí si cabe una reflexión y esa es: también se hacen virales los actos de violencia de género y sin género, las tías en pelotas o los intentos de violaciones y por eso, el resto de los humanos tenemos que dar nuestro beneplácito y nuestro consentimiento.
Señora catalana, usted tiene un hijo al que le picó una Medusa y si el socorrista no le hizo ni puto caso, normalmente lo que se hace, es dirigirse a su superior y además se exige el Libro de reclamaciones. Y señor o chaval socorrista de Guadalajara, usted muestre respecto por las distintas lenguas que hay en España y asunto zanjado y arreglado. Pues no, de todo esto se hizo un mundo, mejor dicho, se hicieron dos mundos con una frontera por el medio...yo supongo que todo esto, es lo que produce ponerse al sol tanto tiempo y sin cremas solares protectoras, vamos, un sobrecalentamiento de los circuitos cerebrales y su consecuencia más inmediata es..., es que ese día se fundieron los plomos de dos personas que estaban cabreadas por otras causas o motivos, por ejemplo, porque la señora tenía extraños sarpullidos que le picaban mucho o porque al socorrista, lo acababa de dejar la novia. ¡Vete tú a saber!.