LA MUERTE CARA A CARA

Mañana, que vuelvo de nuevo al redil de mi trabajo, tengo faena acumulada. Tengo que bajar fotos y fotos al Blog, tengo que pasar a limpio los escritos navideños que se quedaron en el tintero. En fin, que tengo faena para dar y tomar y por supuesto, lo primero es centrarme en el curre, que ahora y después de casi un mes, pasa que me encuentro desentrenado y fuera de onda. Hoy tengo que hacer un profundo análisis del como prepararme de nuevo para encontrarme otra vez con la muerte cara a cara.

Porque cada guardia es una nueva batalla y la muerte tiene demasiada fuerza y cuando tira del posible fiambre lo hace con inusitada fuerza. Es cuando te espeta a la cara de a ver ¿quién coño eres tú para desafiar sus órdenes macabras?. Yo ante la muerte no soy nadie, pero si puedo aplicar mis artimañas puede que la engañe y mientras duda, es un tiempo ganado y mientras se lo piensa es un fiambre que arrancas de sus manos. Y espero que no sea vengativa y que no me tenga en la lista de espera.

De todas formas hay que ser sincero y la muerte me gana 10  a 1. O sea, de cada 10 se salva 1, uno que respira y mueve su coranzocito, del resto de órganos y aparatos ya no me hago responsable. Lo digo porque algunos se quedan lisiados en sillas de ruedas o quedan tontos de capirote y sólo se dedican a vegetar y a comer papilla de niños. Pero eso en su momento del estar el tío parado y patitieso, nunca se sabe, pues se han dado casos de tíos de estar parados una hora y de pronto vuelve a sonar su corazoncito y al cabo de un mes, te lo encuentras andando por la vida y con sus cinco sentidos. O sea que éste juego de ir salvando vidas, entraña sus riesgos, pero esto ya lo sabía cuando me metí hasta las trancas en éste puesto de trabajo.

UN RELOJ QUE MARCA LAS HORAS

Puede que tengan algo de razón los catastrofistas, los que anuncian de continuo que va a llegar el fin del mundo y si es hoy, pues será mañana y sino pasado o el año que viene. La cuestión es vivir siempre con esa espada de Damocles, con esa angustia catastrofista, con esa histeria colectiva. Pero bueno, a mi me da igual que se acerque el fin del mundo porque mientras no llega yo me resarzo cada día, yo cada día me levanto como si ese día fuera el último de mi vida y entonces le meto estopa, caña y aprovecho los minutos hasta su último segundo.

O sea que yo soy un catastrofista de conveniencia y me viene muy bien la propaganda que dan al asunto esa panda de alucinados. Yo me subo a su carro para crear ese clima de que el tiempo se acaba, pero en el primer apeadero me bajo de su carro, me bajo y los mando al carajo. A partir de ahí sigo mi camino yo solito y si vamos directamente hacia el Averno me la refanflinfa. Yo no soy de los busca refugio subterráneo, más bien lo contrario, me gusta dar la cara y el ponerme en pelotas en las fechas anunciadas como los días D del fin del mundo.

La cuestión es levantarse a sabiendas de que hoy puede ser el último día de tu vida, pues te levantas orgulloso de tu existencia, desayunas a lo bruto y por eso de si con la catástrofe vas a pasar hambre. Al mediodía te dices, tío no ha pasado nada y por si acaso aprovechas hasta que el último rayo de sol se apague. Por la tarde, ya empiezas a dudar del asunto del que sea hoy y no mañana o pasado, pero otra vez por si acaso, escribes tus últimas letras y hasta de cierta manera te despides sin decir nada.

 Llegada la noche, ya te sientes pletórico, otro día más de mi existencia, otro día ganado a pulso, otra pequeña batalla vencida y es cuando te planteas que si la cosa te pilla durmiendo, que más le puedes pedir al mundo, que el morir durmiendo y sin enterarte de nada. Y así pasan los días de mi existencia, cada día es un lujo de película, cada día es un regalo de sombras y luces y la cuestión es: aprovechar cada día hasta su última décima de segundo. Aquí no hay trucos ni falsas promesas, aquí sólo hay un reloj que marca las horas...

¡LIBERTAD SEXUAL!

Cuando veo que dos personas se quieren, yo no soy el primero en quitarme el sombreo, porque no soporto los sombreros, pero si los tuviera al uso, me lo quitaría y con una generosa genuflexión de reconocimiento y no me hago un trío con ellos, porque no me dejan, sino en ese tren, yo me apuntaría a ser el vagón del medio. Pero señores los tríos ya no están de moda, ahora estamos en tiempos de monogamia, ahora ya nadie se plantea que va a ser de la pareja y ese concepto rupturista de que rompamos fronteras y rasguemos banderas, ha caído en la cuneta.

Lo que se anduvo en sus tiempos, ahora se desanduvo y se retrocedió en el tema siglos y siglos y ahora estamos más cerca del medievo que del siglo XXI. Volvemos a la parejas de hecho y de cohecho y si ya no me quieres es porque estás muy equivocado y a lo mejor lo que tienes que hacer es el ir al psiquiatra y para que te reajuste y te ponga las pilas. Vamos que al final, te aburres de tanta comedura de coco y de tanto pastilleo y te llegas a convencer de que anteriormente habías metido la pata. Y vuelves como un corderito obediente al redil de tu pareja y que seguramente ha pasado la misma angustia que tú, sólo que se lo ha guardado y hasta que reviente o muera.

Nada de lo que digo es inhumano, más bien al revés, rezuma sentimientos reales, sólo que los humanos y según la época que nos toca vivir, miramos para un lado o para el otro. O nos tiramos a la vorágine sexual y sin medida o nos hacemos los recataditos y estreñidos. Y así no debe ser la cosa, la cosa debe tener diversidad y muchas opciones que se puedan tomar, la cosa debe ser de pareja para quién la quiera o de puto contubernio para quién lo desee, somos muy libres de elegir y tanto ahora como en el siglo XXI. Y señores como mínimo ya van perdidos 15 años de libertad sexual.

CREO QUE NO...

Yo soy de los que digo, no me puedo quejar y a continuación y sin que medie una pausa, me quejo sin más. Tengo esa jeta o tengo esa coraza especial que solo poseemos los que tenemos más cara que espalda. Algunos simplemente le llaman tener jeta, sin más. La verdad es que hasta hace poco me sentía indemne de ese mal y no sé muy bien el porqué, quizás sea un tema defensivo y por tanto, que no quiera verme a través de mi espejo vital. Borrón y cuenta nueva, como siempre hice y con dispares resultados.

A veces me salió bien la estrategia y en cambio en otras, me salió el tiro por la culata y acabó estampándose en mi puta cara como una granada de mano. Él me salió bien es un decir, pues el efecto boomerang hay que contarlo y sopesarlo, pues todo lo olvidado, después vuelve con más fuerza. O sea que menuda mierda de estrategia me he montado para andar por la vida, hubiera sido más fácil ser un tío sensible y delicado sin más florituras, un tío apocado, un tío tímido y callado, un lechugino que nada dice, un tío amorfo y sintético, un tío de puto plástico, en fin, un tío metido para sus adentros y hasta sus ancestros.

 Mejor me hubiera ido por la vida, por lo menos nadie se fijaría en mi cuerpo casi decrépito y menos en mi personalidad esquizofrénica. Sería un tío sin más en un mundo que no da para más, sería una hormiga más del hormiguero, una oveja que  bala menos que las demás, un insulso, un desaborío, un imbécil más entre los demás imbéciles, pero eso sí, no sería un objeto diana y el estar expuesto a que me lancen todos los dardos envenenados. Pero la pregunta está: ¿en que si yo seguiría siendo yo y tal como soy ahora?. Pues creo, que no...

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...