LA AGRESIVIDAD AL VOLANTE

Mea culpa, mea culpa. Hoy no tengo disculpa, pues no escribo porque tengo la cabeza en otro sitio y no precisamente en un sitio precioso y bello, sino y por desgracia, la tengo ocupada con temas laborales. Estoy en una especie de nube y es nube, porque tengo la sensación de flotar entre algodones de ideas y me esfuerzo por intentar darles una concreción y es tóxica, porque yo soy un tío tóxico y nocivo o sea no soy trigo limpio.

Y ahora estoy sentado en mi escritorio y tengo la ventana abierta y acaba de pasar un coche y haciendo algo que a mi me desquicia. Aporreando el pito o claxon o bocina y por poco me hace convulsionar. Odio hasta el infinito esos ruidos agudos y también los odio cuando voy conduciendo y alguien va y mete un pitazo. El pito o bocina o como se llame, es útil solo y solo para casos de emergencia y por si un coche no te ve o ves que se despista y se va hacia otro lado, en fin, sirve para casos como estos y no para decir que yo estoy aquí y ¿qué pasa?.

Pero ya se sabe que le pasa a la gente dentro su coche, que se transforma en un monstruo de dos cabezas. He visto tíos apocados en sus relaciones sociales y laborales y cuando entran en su coche se transforman en lo contrario, en tíos agresivos  y envalentonados. No sé si el coche es una prolongación de tú personalidad real y el coche consigue sacar al otro ser que llevamos dentro o sea, al yo verdadero. O que también tiene el mismo poder que tiene la borrachera y sencillamente te saca el lado oscuro. Yo que sé, pero algo distinto te saca. Porque en mi hubo épocas en que conducir me sacaba de quicio e iba como un loco, pitando, insultando, gritando, chillando y cagándome en todo aquél que se cruzara conmigo o también cagándome en su puta madre.

MIÉRCOLES 14 DE MAYO

Y hoy es día 14 de Mayo y es miércoles y por fin, es Miércoles. Llevaba el lunes y el martes pensando que era miércoles, pues nada, que ya se cumplió mi deseo deseado y ya es Miércoles. mañana de papeleos burocráticos y de un viaje en balde. Me tenía que ir a la otra punta de la Isla, que son solo 45 kilómetros y parecía que me iba de Cádiz a Madrid y que en realidad eran 600 kilómetros y no señor son solo 45 . Pues nada que fui y no estaba el que tenía que estar y simplemente me tuve que dar la vuelta. La vida es así, resulta que era imprescindible que yo fuera hasta allí y ahora ya no lo es, ahora se puede arreglar por vía correo. ¡Hay que joderse!.

Bueno de todas formas así me di un paseo de extremo a extremo de la Isla y mientras conducía mi buga le fui dando al coco, que para eso está, para pensar. Comprobé que el viento de Tramontana está revuelto y que hoy sopla con inusitada fuerza. Del paisaje no me enteré mucho, pues iba ensimismado con mis pensamientos profundos y creo que a veces conducía en plan más automático que consciente. Pero bueno algo siempre se ve y ésta Isla sigue preciosa, verde y en todas las tonalidades y por supuesto en los prados y laderas no puede faltar su buque insignia, que son las lindas vacas frisonas.

Por lo demás, no hay más novedades. Aunque para mi hay una muy importante, que me estreno a currar en el Hospital privado, el viernes y eso para mi es un acontecimiento. Después de más de 15 años sin currar en la medicina privada y rompiendo mi juramento de que jamás volvería a currar en una clínica privada, pues claro que tiene que ser todo un acontecimiento y no sé si es para celebrarlo o para cagarme en el día en que decidí ofrecerme a trabajar. Después busco el refuerzo positivo y para ello tengo que pensar en las pelas. Qué siempre es un buen aliciente, pero nunca es el
suficiente, o no?.

MI CALENDARIO LUNÁTICO

Y son las 11 de la noche y hoy tengo un día de agradecimientos. Le agradezco al día la espectacularidad de su luz solar y al viento de Tramontana, por despertarme de mis sueños y espabilarme un poco y también un poco más. El resto no lo hizo nadie y lo hice Yo y tuve que poner las pilas a tope y sacar fuerzas de donde no las tengo y escribir y escribir y hasta que ahora, me caigo de sueño. También agradezco y mucho, a la Luna y que hoy se muestra en su plena belleza, pues hoy, hay luna llena y ese foco no siempre se enciende, solo a veces. Y me cago en mi puto calendario, pues mucho hablar de Saturno y de Júpiter y de las constelaciones y no anuncia cuando la luna está a tope.

Y no sé si romper el calendario y comprarme otro y que me hable solo de la Luna. Pues la Luna es la luna y me entusiasma su luz lunática y tenue, y como altera a los locos y como sube y baja las mareas y como controla las cosechas y su influjo y su influjo de bruja. No sé cuando me enamoré de la Luna, pero supongo que sería un día de verano y tumbado en un prado o sobre la arena de una playa o sobre una roca de una montaña. Yo que sé, del Cielo y de la Luna, me enamoré cuando era pequeño y cuando abría mi ventana para escuchar mejor al mar y de paso miraba hacia el cielo y allí estaban los astros mostrando sus encantos.

Y sí, y sí me enamoré del Cielo y con esa música de fondo del mar rompiendo en olas imaginarias, pero también reales. Y también me enamoré de las Constelaciones y de la Estrella Polar y ya no digamos de las Estrellas Fugaces o esas estrellas que rompían la quietud del firmamento y que desaparecían y tal como habían aparecido y que nunca me daban el tiempo suficiente para poder pedirles un deseo y casi siempre se quedaba en un deseo holgazán y tardío. Después miraba al mar y me recordaba al cielo, luces fluctuantes que flotaban sobre aguas tranquilas, paz y silencio y solo roto por los sonidos de las olas y claro y como siempre, venía un ser humano y con gritos y voces, jodía todo el encanto.

SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...