Si me dieran a elegir un superpoder entre todos los superpoderes del mundo, pediría tener la capacidad de rebobinar y al mismo tiempo, de avanzar en mi vida y como si fuera una película más dentro de mi película definitiva y total. Ojalá pasara en dos minutos todas las diapositivas de mi vida y para llegar al destino final y definitivo y en en el que me podría morir en paz. En fin, no quiero tener que sufrir el esfuerzo diario con la lengua de fuera y los huesos dislocados. Quiero volver atrás y seguir aprendiendo a base de datos, anotaciones y conclusiones que como diría el otro, pocas veces te llevan a alguna parte.
Avanzar y conocer los créditos del rédito final y definitivo y ver quiénes fueron los nombres de los protagonistas y el de los actores secundarios que aparentaron ser algo. Pararme un segundo y a escuchar una banda sonora y ver si hace juego con las cortinas del salón de casa y si el tono es el correcto y el más adecuado. Pero creo que entonces perdería la chispa. La vida pasada es bonita porque no va a volver. La vida futura es bonita porque no sabes cómo va a ser.