Me queda mucho por decir
y poco de lo que que hablar.
Siento que estoy en un punto muerto
como si flotara bajo la luz de la luna
y perdido entre los matorrales que crecen en los descampados
y a veces, hasta me pierdo entre la yema de mis dedos.
No me siento cobarde
pero tampoco el más valiente entre los más valientes,
me siento más un punto suspensivo
una duda viciosa y convencida
o una inmensa piedra en el camino que he recorrido
y como persona a veces me veo como un espertento o un fiasco
pero aún así y todo
me gusto como soy y como me encuentro
y cuando disparo sé que mis balas son de aire
que el gatillo está anquilasado
y que el cañón de mi escopeta está trucado
y en realidad, apunta hacia el infinito.
No me siento agresivo, aunque a veces lo parezco,
me siento un ser muy primario, a veces
y en otras un animal que sobrevive lo que puede.
Nadie me enseñó lo que era vivir
y ahora que he vivido y estoy viviendo
he entendido que vivir no es un sufrimiento
que vivir es dar un paso tras otro
y que tiene como fin de enamorarse de la vida
y de levantar la cabeza cuando notas que te la pisan.
Nadie me enseñó a querer
y en cambio y poco a poco y de manera sorpresiva
he entendido el mensaje
no se puede querer a nadie
si primero no te quieres a ti mismo.
Me queda mucho por decir
y poco de lo que que hablar.
Siento que estoy en un punto muerto
como si flotara bajo la luz de la luna
y perdido entre los matorrales que crecen en los descampados
y a veces, hasta me pierdo entre la yema de mis dedos.
No me siento cobarde
pero tampoco el más valiente entre los más valientes,
me siento más un punto suspensivo
una duda viciosa y convencida
o una inmensa piedra en el camino que he recorrido
y como persona a veces me veo como un espertento o un fiasco
pero aún así y todo
me gusto como soy y como me encuentro
y cuando disparo sé que mis balas son de aire
que el gatillo está anquilasado
y que el cañón de mi escopeta está trucado
y en realidad, apunta hacia el infinito.
No me siento agresivo, aunque a veces lo parezco,
me siento un ser muy primario, a veces
y en otras un animal que sobrevive lo que puede.
Nadie me enseñó lo que era vivir
y ahora que he vivido y estoy viviendo
he entendido que vivir no es un sufrimiento
que vivir es dar un paso tras otro
y que tiene como fin de enamorarse de la vida
y de levantar la cabeza cuando notas que te la pisan.
Nadie me enseñó a querer
y en cambio y poco a poco y de manera sorpresiva
he entendido el mensaje
no se puede querer a nadie
si primero no te quieres a ti mismo.