MI CARA (Poema)

Balneario de la Palma, de mi Cádiz del alma.
Tú cara podía ser la mía,
pero no señor,
tú cara es diferente,
la tuya tiene brillo,
y la mía es cérea como una vela,
es triste, a veces,
y en otras, galopa sobre caballos de fuego,
y es dura como es la vida,
y es opaca cuando se nubla el cielo,
y es risueña cuando aparecen las hadas.

Mi cara es tierna en los atardeceres,
y es grotesca en los amaneceres,
es liviana cuando el viento la acompaña,
es húmeda cuando suda,
y es sincera cuando la verdad, lo requiere.

Es mi cara, mi cara que no la tuya,
mi cara verdadera, sin máscaras,
 ni ornamentos, ni pinturas,
mi cara llena de surcos y arañazos,
mi cara envejecida, apergaminada,
descamada y agrietada.

Pero mi cara es mía,
y yo la reivindico,
con todas las consecuencias,
la reivindico,
con sus heridas de balas,
y con sus bolsas ojerosas,
y con sus cicatrices de mil batallas.
 para eso es mi cara,
y es lo que me identifica,
mi cara tatuada,
con las marcas que dibuja la vida..

REBOTADO (Poema)

Rebotado ando,
de una esquina a la otra esquina,
de un borde al otro,
de una línea a otra,
de una coma a un punto y coma,
de tí y sin tí, ando perdido,
 por los arrabales de las ciudades.

 Me pierdo entre los arrozales,
me escondo en grutas marinas,
y me mareo persiguiendo tú estela,
la estela de tu fragancia,
la estela de tú esencia,
la estela de tús sentimientos,
y en esa estela, yo me pierdo.

Me pierdo sólo o acompañado,
me pierdo en la calle,
me pierdo entre la gente,
me pierdo dentro de tús ojos,
y me pierdo cuando me siento sólo.

A veces no me encuentro,
entonces yo te busco a mi alrededor,
o cuando pasa alguien,
y les miro a los ojos directamente,
por si intuyo que detrás de esa mirada vacía,
está tú retina escondida.

Me veo y no me lo creo,
me oigo y no me escucho,
me toco y no me siento,
y me quedo en estado catatónico,
absorto, mirando la cara de un niño,
o como una araña teje su telaraña,
y entonces lo veo, lo veo claro,
y veo que todo sigue su curso,
y que la mirada vacía se llena de vida,
y que es la mirada de otra persona,
que no es la tuya,
pues la tuya, al final entiendo,
que está, que está dentro de la mía.

UN CAMALEÓN (Poema)

Bajo un milímetro de mi piel,
yo me escondo del sol incandescente,
y no sólo me escondo,
yo me camuflo debajo de mi piel reseca,
y al llegar la noche,
y bajo el influjo de la luna,
yo me transformo en otro ser vivo.

Soy un camaleón,
un ser de doble cara,
un judas, un fariseo,
un trapichero de sentimientos,
un comerciante fenicio,
y un notámbulo empedernido.

Necesito de todo un poco,
me gustan las mezclas,
 y me encantan, los mestizajes,
me entusiasman, los mareas vivas,
 los tonos otoñales,
y el solsticio de verano.

Me gusta el sol primaveral,
y sus juegos de colores,
me gustan,
los inviernos duros y fríos,
la nieve, la lluvia,
 y el sabor de la escarcha,
y me gusta tú cara de mala leche,
y  el rictus cínico de tús labios,
me gusta tú pelo lacio,
y como el viento lo enreda,
me gusta la marca de tú carmin,
alrededor de mi ombligo,
y pasar juntos la noche de San Juan,
a la luz de una hoguera callejera.

EL MONJE SHAOLÍ (Pensamiento)

  No sé que me tengo que suponer, que hay vida después de la vida, o que no hay nada, la nada absoluta, no lo sé ahora, ni lo sabré nunca. Que tengo que suponer, que existe el infierno, y entonces que es esto en que vivimos, no creo, pues no puede haber un infierno peor que éste. Si Dios existe, que baje al ruedo y me convezca que esto no es el Infierno en vida. Esto está que trina, revienta y explota y cada día es una nueva gota que rebosa el vaso de mi paciencia infinita. Ayer pillaron a un monje shaolí de postín y no era ni monje, ni maestro de kung-fu y lo que era realmente era, era un asesino engreído, un enano de circo, sólo que en éste caso, el circo era real como la vida misma, como las mismas  vidas que fué segando.

                    Cuanto colgado suelto, cuanto sátrapa y mira que el payaso resulta que arrastraba gente, y salió en la tele y en las revistas y con su dogmatismo fanático el tío creó escuela. Y eso, ¿no indica nada?, pues para mí indica mucho, menuda sociedad de mierda, que colgados tenemos que estar, para seguir a semejante payaso y hacerle famoso e idolatrarlo como a un semidios. Cuando en realidad era un enano infiltrado y acomplejado, que prometía el equilibrio de la psique a través de él y también prometía, el vaciado de los bolsillos de sus seguidores. Soltara el rollo que soltara, tenía adeptos que le seguían y si hablaba de voto de pobreza, le seguían al mismo ritmo que el tío se montaba en el dólar. Pero la reflexión social no se hace, sólo se habla de lo malo que era el tío y como se lo montó para engañar a todos. La pregunta es de nuevo obligatoria, ¿estamos tan necesitados de mentes milagreras?, sí y lo demuestran los hechos: a ver, si el tío estaba montado, no era con dinero falso, el dinero era verdadero, entonces, ¿a quién se lo quitaba?. Como no conviene hurgar, pues no se hurga, se habla de la maldad del individuo y no se habla de la cantidad de pringaos que cayeron en sus redes. No se puede, ni se debe hablar del tema, pues sería levantar ampollas sobre ésta sociedad de mierda y demostraría una vez más, la falta de formación y de conciencia de muchos de sus habitantes.

                         Yo me estoy pensando que ante la crisis que padecemos, voy a tirar del imaginario y me voy a meter monje maoísta y pondré de nuevo de moda el libro rojo, como guía de salvación de la humanidad y haremos todos juntos la larga marcha, la larga marcha no sé adonde, pero ya me buscaré un objetivo y si le pongo un poco de énfasis y hago que me lo creo y con unas pequeñas dosis de calculada locura, seguro que creo una secta. Después sólo toca convencerles que se vacíen los bolsillos en señal de respeto al maestro, que soy yo y ya está, ni crisis ni hostias benditas, la pasta en un banco de Suiza y en la misma sucursal del Bárcenas.

                         Lo malo y lo peor de éste tema, no es que hay un colgado asesino como éste y su grupo de seguidores, lo peor de todo, es que por nuestra geografía hay miles de monjes shaolís vestidos de naranja, miles de vendedores de almas que prometen el zen o el equilibrio perfecto o el yin-yan o el paraiso prometido o el arco iris de colores y si sumamos poquito a poquito a todos sus acólitos, al final resulta que son una legión de ellos. Entonces que cada uno reflexione lo que quiera, pero lo que queda más que claro es hay algo que nos falla.

TIEMPO AL TIEMPO (Minireflexión)

Hoy tengo una extraña sensación, esa sensación de que se te olvidó algo y no sabes lo que es. Y el problema es que es algo importante, como si fuera algo vital. No sé, es como si en la reconstrucción de mi rompecabezas me hubiera quedado una pieza suelta y noto que me falta, pero que no sé cual es. Un vacío, un pequeño vacío o uno grande, he aquí el dilema, grande o pequeño, pequeño o grande. Y debe ser que he dormido poco, pues estoy saliente de guardia (como digo yo, salido) que tengo una nube en mi cabeza y cualquiera se pone a dormir con el cacho día que hace. Aunque el día es una lucha contínua entre el sol y las nubes, pero por fin, ha llegado algo, no sé si la primavera o el verano, pero algo ha cambiado, algo que indica que de una vez hay un cambio estacional.

                          No sé si éste cambio estacional me influye, puede, pues tengo esa necesidad de resolver, no sé el qué, pero quiero resolver. Quizá sea eso, que también quiero cambiar de estación por dentro y dejar mi estado de hibernación atrás y lanzarme al vacío, a la aventura, a lo que sea. Pero lanzarme sin paracaídas, sin sopesar nada, sin valorar y analizar, sin darle vueltas, sin comerme el coco, pues estoy harto de tantas valoraciones y revaloraciones. No sé, si saliera de ésta Isla durante unos cuantos días, estoy seguro que me ayudaría a soltarme y a desmelenarme (esto lo veo más difícil, por el poco pelo que me queda, eso si, no tengo ni un sólo pelo de tonto). De momento voy a hacer los recados que tanto me gustan, los papeleos burocráticos, el banco, el otro banco y la madre que los parió a todos y a hacer la comida para mis tres fieras bípedas.

                          Al final, me voy con la misma sensación con que empecé el escrito, con esa desazón interior, con ese formiguillo que me corroe. Algo está pasando dentro de mí y quizá lo único que debo hacer es darle tiermpo al tiempo. Ya os contaré en que acabó la cosa.

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...