NOMBRES Y MOTES

Destellos, mi blog se llama Destellos y yo me llamo Bruno o Javier y según convenga. De bautizo me pusieron Javier, pero el tiempo y sobre todo las circunstancias, me hicieron cambiar de nombre y entonces me llamo Bruno. Dislexia galopante o confusión numantina y ¿qué sé yo? y que mecanismos personales me llevaron a aceptar un nuevo nombre. Pero como me gustó más el segundo o sea Bruno, pues me dije voy a aprovechar el mote y el mote simplemente pasó a ser mi nombre. Si mi mote hubiera sido Pedro o Pablo o Jordan o Jonatán o Kevin  y por supuesto sin ser Costner, ya me lo hubiera pensado dos veces, pero seguro que renegaría de mi mote.

Pero me gustó mi mote. Javier en mis tiempos  estaba demasiado desgastado, había tantos Javieres como Josés o Pepes o Manolos. Yo tengo un hermano que se llama Manuel y Manuel me gusta como nombre, es suave y es melódico, pero odio su transformación en Manolos. Manolos me suena  a basto y a ordinario y tal cual como diría mi madre, ¡Hijo no seas basto y ordinario! y a continuación vendría una mirada fulminante. Manolo es  nombre de bombo de fútbol y sudores de estadio y en mis tiempos era bajar un escalafón en la película.

Me llamo Manuel, pero me llaman Manolo y ya el trato es diferente. Es más confianzudo y más campechano y de repente ya eras un colega de vinos, de copas y de putas. Mi amigo Manolo y ya piensas que es un
chollo y es que suena al bonachón de  la borrachera y Manolo escucha y Manolo dame pasta y Manolo invítame a una copa y Manolo no me dejes solo y llévame a mi casa. Al final Manolo hace papel de escoba y se lleva a todos los que se caen al suelo. Yo prefiero Bruno que a Javier y habrá quién diga que soy un cambiachaquetas, pero yo soy yo y mis circunstancias y además mi dignidad me dice, que no tengo que rendir cuentas a nadie. Y por eso me llamo Bruno.

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...