EL MONO


 Usted pare de contar historias...me escucho decir a veces.

Y me trato de usted

porque usted se merece todos mis respetos.

Pero la verdad es que no puedo

soy adicto, 

estoy enganchado

si no cuento algo me entra el mal de altura

y mareos y vértigos y ganas de vomitar

en fin, me entra el mono

y ante ese hecho

me pongo a escribir de nuevo.



















FOTOS

Yo quiero mirarte de frente
y al mismo tiempo estar a tu espalda,
yo quiero estar aquí y allí,
antes y después,
por delante y por detrás,
yo quiero caminar sin tocar el suelo,
simplemente quiero...acariciarlo con la yema de mis dedos
y sin dejar huella ni rastro,
mi huella ya la llevo yo por dentro...
y mi rastro se lo llevará una corriente de aire.
Yo quiero estar contigo en un amanecer,
con el sol de fondo
y tú señalando el norte,
el norte para recordar que es el camino a seguir,
pero sabiendo eso,
se me puede conceder un minuto de honor y gloria,
yo haría la foto
y tú posarías con ese aire ausente que te caracteriza,
yo, no me gusto en las fotos,
me sale cara de pez globo
y una sonrisa que da más pena que gloria
y no puedo soportar que alguien se ponga insistente,
y ponte, anda ponte, no seas tímido y ya verás que foto,
lo que esa persona no sabe es que yo sé cual es el resultado,
tú saldrás espectacular como una musa
y yo saldré con cara de nabo hinchado
y no sé como decirlo,
no quiero fotos
y porque si yo no conociera mi cara,
estoy seguro que diría,
pero éste tío ¿quién es?
tiene cara de bolla (que no de polla)
y una sonrisa como de hiena reprimida,
vale... pues dicho esto,
hay gente o personas que siguen insistiendo,
yo ahora...paso sin más
y no doy margen y que le den por culo
pero antes y a veces (pocas),
cedía ante tanta insistencia suplicatoria
y entonces a mi cara había que añadirle
un rictus parecido al estar como estreñido:
frente fruncida,
ojos semicerrados o cerrados,
labios comprimidos...
y entonces cuando veían el estado de mi cara,
venía la insoportable terapia de relajación:
tienes que relajar los músculos de la cara,
ves... deja los brazos flojos y como muertos,
escucha como respiras,
inspira y ahora, expira hasta que no te quede nada de aire...
cierra y abre los ojos y repítelo 100 veces,
escucha al mar y a los pájaros
y por dentro mi tensión iba en aumento,
y de cada vez estaba más rígido y más histérico,
me iba poniendo duro como una piedra,
la yugular me palpitaba como un caballo desbocado
y las ganas de matar a la tipa crecían de forma exponencial,
al final, como ya dije antes, cedía (a veces)
y así salía en la foto al completo,
gesto de cabreo,
serio y tieso como una mojama
y con la cara de siempre
cara de pastelero comiendo buñuelos.
















LOS DÍAS SE VAN CONVIRTIENDO EN... (Tiempos de Pandemia)

 

Los días se van convirtiendo
en largas tardes primaverales,
al final de la calle ladra un perro que antes no conocía,
ha pasado la hora de los aplausos,
bueno, ya no se aplaude tanto
¡y menos mal!,
yo cumplo en mi trabajo de médico
y siempre he cumplido lo mejor que pude
y para no ser un mentiroso,
los primeros días de aplausos sentaban que te cagas,
pero con una semana llegaba,
incluso sobraba,
claro que entre algún personal que trabaja conmigo
creó adicción
y como si fuera una puta droga dura
iban en busca del aplauso fácil
y cuando tú decías
¡ya está bien!
que estuvo muy bien
pero que hay saber cuando empieza a rebosar el vaso,
entonces, te miraban con cara de haba
y como diciendo... será falso e hipócrita este tío,
¡menudo falso!
pues lo siento muchachos
ni soy ni lo uno ni lo otro,
soy médico y médico todo terreno,
he currado en todos los frentes,
me dieron satisfacciones por todos lados
y también me regalaron grandes disgustos,
estoy bregado y currado por mis cuatro costados
y tengo callo hasta por dentro de mis entrañas,
y el tema aplausos me pareció muy bien,
pero en ésta vida hay que saber hasta donde puedes llegar,
porque si fuera por mí
ahora mismo aplaudiría a toda esa gente invisible
que ha tenido, que tiene o casi, el mismo riesgo que yo,
yo aplaudiría y hasta la locura
a esos empleados de supermercados,
a las auxiliares de farmacias,
y a las señoras de la limpieza de los hospitales y similares
y a todas esa personas que nos hacen llegar los alimentos,
pero claro, tanto aplauso no cabe en la misma hora,
pero que todo dios sepa,
que si yo salgo a aplaudir,
mi aplauso será dedicado a todas esas personas...
¡yo ya tuve mi ración de aplausos!
y lo digo sin demagogias
porque al final...
¿qué podría ganar mintiéndome a mi mismo?


























A. Muñoz Molina, "Accidente sin huella"

 

"Un poco antes del amanecer los faros súbitos de un camión nos cegaron al salir de una curva. El mundo se deshizo en esquirlas de vidrio y afilados metales retorcidos. Abrí los ojos y me sorprendió estar vivo todavía, tan indemne como si no viajara en aquel automóvil. Un cristal me había arañado ligeramente la mano izquierda. La mujer que venía con nosotros tenía aplastada sobre la frente una medusa de sangre que le cubría la nariz y los ojos. Nos llevaron al hospital de una ciudad: con la mano vendada, salí a la calle para seguir sabiendo que vivía. En una plaza con toldos y soportales se celebraba un mercado. Pensé entonces que si yo hubiera muerto serían iguales todas las cosas que veía: el sol y el viento en los toldos, las cajas relucientes de fruta, el eco metálico de los altavoces. Imaginamos nuestro fin como un cataclismo que lo anegará todo, pero no será más perceptible la muerte de un insecto."












DESDE ABAJO (Gonzalo Rojas)

 

Entonces nos colgaron de los pies, nos sacaron
la sangre por los ojos,
con un cuchillo
nos fueron marcando en el lomo, yo soy el número
25.033,
nos pidieron
dulcemente,
casi al oído,
que gritáramos
viva no sé quién.
Lo demás
son estas piedras que nos tapan, el viento.



















Esta escultura de Isaac Cordal en Berlín se llama ′′ Políticos discutiendo el calentamiento global."


 Esta escultura de Isaac Cordal en Berlín se llama ′′ Políticos discutiendo el calentamiento global."

Todas las reacciones:

Ernesto Sabato

  "Queda tan muerto como queda una casa cuando se retiran para siempre los seres que la habitan y, sobre todo, que sufrieron y se amaro...