Por motivos paternales hoy me quedé sin ordenador hasta las 9 de la noche y os juro que no es lo mismo, no es lo mismo el escribir sobre un folio, que hacerlo directamente en el teclado del ordenador. Y aquí tengo que hacer una pequeña reflexión, pues hace exactamente un año, no decía lo mismo, el tema era al revés, de aquellas necesitaba el boli y el folio como instrumentos imprescindibles para escribir algo. Pero así son las cosas o lo que es lo mismo así es la evolución de las personas y yo como soy muy moderno entre comillas, me he adaptado perfectamente a las nuevas tecnologías y por tanto ahora sin ordenador ya no vivo.
Es curioso lo que siento cuando hablo de evolución pues me hace pensar en la mía, en la propia e impropia. Yo soy condescendiente conmigo mismo y pienso que he cumplido casi todas las etapas de mi ciclo vital: nacer, crecer, revolucionarme y revolucionarlo todo, desmadrarse y desmadrarse un poco más, intentar estabilizarme y seguir intentándolo y ahora estoy viviendo mi última etapa de mi evolución, estoy estable e intento desmadrarme todo lo que puedo. Aparte que tengo que decir, que ya cumplí los tres deseos que oficialmente debe tener cualquier persona. He plantado muchos árboles, he escrito lo suficiente para hacer dos o tres libros y tengo tres lindos hijos.
Entonces que pienso, ¿pienso que mi evolución y mis deseos se han cumplido?, pues sí, pero no. O sea lo oficial se ha cumplido, pero nada más, porque me falta por cumplir la parte más buena o sea la parte ilegal, lo que siempre se piensa y nunca se dice y también son tres deseos: estar forrado de pasta hasta las trancas, follar como un poseído y viajar hasta el infinito. Y de estos tres, sí que no he cumplido ninguno y en eso estoy, en tareas de construcción de ideas e iniciativas para que de una vez se cumplan mis tres deseos ilegales. Y si quiero morirme en paz, antes tengo que haber cumplido mis tres deseos ilegales, sino no hay trato.




