¡SALDREMOS DE ÉSTA!





Yo no puedo comprender lo que vendrá,

puedo intuirlo,

puedo suponerlo,

puedo planear sobre lo pensado,

pero ¿vamos a ver?

quién podía pensar en ésta pandemia

y es que el tema 

ha pillado en pelotas

hasta a los que echan las cartas vestidos en bata de casa,

y a los hacen presagios sobre bolas de cristal

y sobre una mesa camilla cutre comprada en ikea,

aquí no hubo ninguna literatura fantasiosa,

ni siquiera hubo terreno para el realismo mágico,

esto, un día empezó en China

allí se minimizó el asunto todo lo que se pudo y más,

pero les pasó igual que la burbuja inmobiliaria

que a base de tantas mentiras

todo acabó por estallar...

después vino el Trump montado en su caballo blanco

y venga a decir bravatas

aquí no ha pasado nada

 ese bicho se va a quedar en China

porque los yanquis somos inmunes a todo lo chino

claro que después se fueron sumando otros muchos

a esa teoría que rezaba y reza:

es un bicho creado a conciencia

y en un puto laboratorio chino,

por tanto (concluían)

que ellos se lo guisen y que se lo coman...

y mientras el virus iba saltando todo contento

y de uno en uno y de uno en tres o a cuarenta,

y el que pensaba que se iba salvar

pues le pasó como al Boris Johnson

que se lo comió con la sopa recalentada del mediodía

y a punto estuvo de mandarlo al otro barrio

pero nada de lo que les ocurre a estos señores de la guerra,

les pasa factura política

ellos siguen como si nada hubiera pasado,

pero no nos olvidemos de otros países, 

como el nuestro,

que fueron lentos y excesivamente calmos

y también nos decían que hasta aquí no iba a llegar

y llegó

y sí que llegó y como llegó

arrasó viejos con su sable de fuego

y fue diezmando las filas sanitarias

y por poco casi nos mata a todos...

en fin, 

diremos lo que se puede decir en éstos casos,

¡seguimos vivos!

pero ante todo

 reclamemos tranquilidad y cumplimiento,

nos quedan por pasar todas las fases de la desescalada,

habrá rebrotes,

habrá marchas atrás,

habrá muchos días sin paz

habrá mucha hambre en el horizonte...

pero ¡saldremos de ésta!

y claro que ¡saldremos de ésta!.

¿QUÉ VIENE?

Después de la cuarentena

¿qué viene?

¿un tiempo de paz en épocas de hambre voraz?

o ¿un tiempo de transición hacia otro desastre?

pero venga lo que venga

yo seguiré aquí,

seguiré al borde de mi precipicio,

escribiré hasta que me estallen los huesos

y se desgarre la piel de mis carnes

seré el mismo impertinente que antes

quizá un poco más cansado de todo,

un punto más harto,

y un punto más loco

conforme avanzo en ésta vida,

lo racional me desquicia,

la empatía me pone frenético

y la amistad me demuestra que es una quimera,

y entonces el amor ¿qué es?

si yo lo supiera,

juro que os lo contaría,

el amor es o puede ser

algo que se mueve bajo la piel

que cruje cuando lo acaricias,

que te sube la temperatura,

que te vuelve monotema,

y porque no decirlo,

es como cualquier Trastorno Obsesivo Compulsivo,

en definitiva y a modo de resumen,

el amor es un TOC que necesita su tratamiento...

algunos (muy pocos) lo hacen correctamente

y otros muchos (entre los que me incluyo),

fallamos más que escopetas de feria,

apuntamos bien,

ponemos postura y muchas ganas

y al final, nunca acertamos

y esa será...

 ¡nuestra puta condena!.

LAS 6 DE LA MAÑANA...








Las 6 de la mañana...sigo durmiendo,

a las 8 suena el despertador,

lo miro de reojo con aire ausente

mientras me digo...

hoy es domingo

además... hoy no trabajo

y lo único que tengo que hacer

es escribir

y no quiero entrar en la lista de mis tareas domésticas,

a esa hora me niego,

y aún así y todo,

 seguro que me sobran horas

para tocarme los huevos a dos manos,

y en el último momento

se suma el ruido de la lluvia

y entonces,

 ya me siento dotado con todos los argumentos

para apagar el despertador

y dejar la cuestión del despertar

en manos del destino...

a las 9 de la mañana abro un ojo

y a las 9 y un minuto abro el otro,

a los dos minutos estoy sentado en la cama

y a las 9 y cinco tengo los dos pies en el suelo,

afuera, sigue lloviendo y con descaro,

todo nublado

hasta yo me siento nublado,

bajo al baño,

y tengo que encender las luces,

se hace de noche en pleno día,

aún bajo un piso más en mi casa 

(tiene tres alturas o dos pisos,

aparte de un sótano)

y me presento en la cocina,

me hago un sabroso desayuno,

que a su vez lo subo a mi sitio de ser y de estar

y de ser yo mismo,





abro el internet,

leo lo que hay sobre el coronavirus en el mundo,

mientras como y bebo el café,

ahora, oigo un clink que no identifico,

hasta que el clink se hace más continuo

y eso enciende mis alarmas,

entonces localizo una pequeña gotera,

que me hace pensar

que debe de ser como las que tengo dentro de mi cerebro,

pequeñas pero que varias juntas,

crean fuertes hemorragias,

pienso que voy a poner un periódico en el suelo

para que se seque el charco

y que no me joda la madera del suelo,

al mismo tiempo 


me digo que menos mal que aquí llueve muy poco,

a mi edad no me atrevo a subir al tejado,

en lo físico me atrevo mucho menos que antes,

en lo psíquico me pasa al revés,

me siento más intrépido y más atrevido que nunca...

me pongo música


y para calmar a mi fiera

(la que llevo dentro)

y poco a poco voy entrando en una especie de trance,

pero sigo leyendo

ahora leo a otros poetas,

y para ver si alguno de ellos

tira de mi hilo poético

y entonces empiezo con éste poema,

y ahora estoy buscando su punto final

y es que a veces,

es más difícil dar el punto final y definitivo

que levantarse a las 6 de la mañana.


CAMBIA TODO...




Cambia lo superficial

Cambia también lo profundo

Cambia el modo de pensar

Cambia todo en este mundo


Julio Numhauser

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...