Nada ni nadie me quita el sueño,
ni siquiera tú me quitaste el sueño
y eso que tú me has dado motivos para subirme por los tejados
incluso para andar solo y perdido en el medio de la noche
y como un Gato pardo triste y abandonado, que solo era capaz de maullar su pena...
pero siempre y tarde o temprano he vuelto a las manos de Morfeo
y he dormido porque tenía que dormir y porque así estaba escrito,
nada ni nadie me puede arrebatar mis sueños de Verano,
ni esos deliciosos sueños en esas tardes otoñales,
o esos grandes amaneceres entre sueños primaverales,
soñar y tener el derecho a soñar es de unos pocos
y yo tengo el privilegio, de ser uno de ellos,
yo voy a seguir soñando en medio de la Bruma del Invierno
y nada ni nadie me va a quitar el sueño.