Karmelo C. Iribarren

 

"Lo mejor

es no pensarlo mucho:

seguir andando,

tomar cafés, enamorarse,

ver la lluvia".

ROSALÍA (ALFONSINA Y EL MAR). Poema de Alfonsina Storni



Por la blanda arena que lame el mar, 
super pequeña huella no vuelve más, 
un sendero solo de pena y silencio Llegó 
Hasta el agua profunda.
Un sendero solo de penas mudas Llegó 
Hasta la espuma. 

Sabe Dios qué angustia te acompaña, 
qué dolores viejos Calló tu voz 
para recostarte arrullada en el canto 
de las caracolas marinas 
la canción que canta en el fondo oscuro del mar, 
la caracola. 

Te vas, Alfonsina, con tu soledad. 
¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar? 
Una voz antigua de viento y de sal 
te requiebro el alma 
y la está llevando. 
Y te vas Hacia allá  
como en sueños, dormida, 
Alfonsina, vestida de mar. 

Cinco Sirenitas te quita 
miedo caminos de algas y de coral 
y fosforescentes caballos marinos haran 
una ronda a tu lado, 
y los habitantes del agua van a jugar 
pronto a tu lado. 

Bájame la lámpara un poco más 
tú, déjame que duermes nodriza, en paz 
y si llama lo no le digas que estoy 
dile que Alfonsina no vuelve
y si llama lo no le digas nunca que estoy,
tú dile que me he ido.
 
Te vas, Alfonsina, con tu soledad. 
¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar? 
Una voz antigua de viento y de sal 
te requiebro el alma 
y la está llevando. 
Y te vas Hacia allá, 
como en sueños, dormida, 
Alfonsina, vestida de mar,
de mar.

CANCIÓN ÚLTIMA - Miguel Hernández


Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.
Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.
Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa.

Si yo tuviera poderes

 

Si yo tuviera poderes, ya sabéis de lo que hablo...poderes especiales como por ejemplo, matar el hambre, tocaría con mi varita mágica a una fuente y aparte de agua, beberíamos ideas frescas y relucientes y como no, ricos y crujientes panes de todos los colores y sabores...Después nos sentaríamos a hablar y negociar. No sentaríamos a decirnos yo pienso así y tú piensas lo contrario y no pasaría nada...

Porque ¿qué puede pasar con dos ideas distintas?, que primero choquen y que después, se entiendan, que primero se retuerzan y que al final, se estiren y se acaben enredando la una en la otra y la otra en la una. Vamos, que yo me presento voluntario para hablar con el contrario, ahora sí, sin fanatismos patrioteros, sin artículos 155 y demás mierdas legislativas que lo suelen joder todo, sin represión pero también sin tanto teatro exagerado por el contrario...digamos que hablaría desnudo o con lo puesto y bueno, no nos íbamos a comer la boca, pero quizá sí que nos entenderíamos...

La cuestión definitiva...es simplemente querer entenderse.
Y si uno o mejor los dos, parten de esa misma idea como objetivo (entenderse) tarde o temprano asomará un resquicio una fisura por donde uno empezará a entender la idea del otro y viceversa. Dicho esto, yo pongo el pan y tú pones el chorizo y juntos nos hacemos un rico bocata de pan con chorizo y con eso, daríamos por concluido nuestro entrañable encuentro. Con fecha en honor al día en que nos entendimos, por lo menos en que nos entendimos un poco.

Natalia Carbajosa, 2 poemas. (Blog de "Emma Gunst")




DE VUELTA A CASA

... he terminado el libro. Estoy en casa.
Luciano Feria

Las luces de la ciudad
enceguecen la lumbre del cielo.
La Osa Mayor a duras penas distingo.
Una de mis hijas
me llama: le canto, la arropo,
vuelvo a la ventana. Otros soles y otras formas
atraen la sed de mis ojos:
una lámpara de araña
destejiéndose gris sobre la sala,
el reflejo azul inquieto
de un televisor,
la silueta de barniz radiante de una cuna,
movimientos al son alicatado
de platos y cubiertos en la cocina.
En torno a cada faz visible siento rotar
mi propio hábitat multiplicado,
el orden imperfecto de mi cosmos.
No puedo ni deseo
dejar que la añoranza de mi estrella se consuma.
Mas es hora de entonar estos cristales
y saludar a la gravedad bajo mis pies.




DÓNDE LA VIDA

¡Que mi estrella no sea la que más resplandezca
sino la más lejana!
Claudio Rodríguez

Ni ahí arriba
en el fragor mecánico
en los engranajes apretados por el humo
            ciego
corazón de chimenea con las arterias hinchadas
de crepitaciones

ni ahí abajo
en las calles amordazadas por la sujeción
en los conductos obstruidos por donde no cruza la savia
de lluvia y la basura aguarda
su venganza de abono para futuros verbos

sólo ahí
en las burbujas de mundos sutiles
en los intersticios-mundo
en el espacio no creado y si creado fugaz como el 
trigo del olvido y sus luciérnagas rotas

en la distancia del ojo a la estrella que ya no existe o todavía 
en la distancia


Desde una estrella enana: Biografía elemental,
Editorial Poesía Eres Tú, Colección Poesía,
Madrid, 2009




Natalia Carbajosa
(Palmero, Puerto de Santa María, España, 1971)

Antonio Deltoro (Domingo). Blog "Rua das Pretas"

 

DOMINGO

 Me siento solo como un dedo al que le faltara mano.


El domingo es un híbrido, un animal


con pies de sábado y cabeza de lunes,


tierra de nadie que respira aburrimiento, comidas familiares.


Es un juego de cartas donde no se arriesga,


música con sordina, sobremesa.


El domingo es anacrónico, corre despacio por miedo al despeñadero,


al infarto del lunes, al infierno:


en el domingo los audaces se juegan más que la semana.


El domingo es un día por decreto oficial, un falso día.


El domingo amanece tarde y anochece temprano,


es un crepúsculo precoz, entre paredes,


pesado.

Fabio Pusterla: Cualquier fragmento se admite por inútil


Poetry Foundation, Luvina


Paisaje     




Aquí llueve días enteros, hasta meses enteros. 
Las piedras están negras de chubascos, 
los senderos pesados. 

En el borde de las acequias: 
renacuajos, latas oscuras. Una maleta 
alquitranada. 
 
Un hilo de aceite se escurre 
sobre la grava. Encima, cemento. 
Si rascas la tierra: escombros, 
ladrillos arrojados, dientes de conejo. 
 
Pueden pensarse sonidos humanos, 
pasos, pelotitas de tenis. Voces eventuales. 
Cualquier fragmento se admite por inútil.

Porque esto es el vacío hay lugar para todo
y lo poco que hay es como si no hubiera.
También las vías están completamente inertes,
los lagartos inmóviles, los vagones
olvidados.

Después el gallinero. Las cosas sin historia.
O afuera. Una carretilla
que no tiene ruedas. Un pozo. Un balde pútrido
desprovisto de fondo. El nombre de un tonto:
Luigino. Plumas en la red, de gallina.
Agujeros en la red. Tramas rotas.
Eso que ustedes no llaman crueldad.

Yo soy esto: nada.
Y quiero lo que soy intensamente.
Y las palabras: ahora nadie me las robará.

 

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...