"Disfruta del tiempo de hoy.
El de mañana será otro día después.
Y el de antes,
fue anteayer
y creo que lo han cerrado a las diez.
Por tanto
disfruta de éste nuevo amanecer
y mejor juntos que mal disimulados".
"Disfruta del tiempo de hoy.
El de mañana será otro día después.
Y el de antes,
fue anteayer
y creo que lo han cerrado a las diez.
Por tanto
disfruta de éste nuevo amanecer
y mejor juntos que mal disimulados".
y pase lo que pase...
¡nunca dejes de querer!
Porque lo que llevas dentro...
porque lo que llevas dentro de lo más profundo de tus adentros
es puro, duro y delicioso sentimiento.
Y un abrazo de los tuyos,
es envolverme en profundas capas de ternura casi olvidada
Y un beso dado por tus labios
es un viaje a través de varias dimensiones
y en distintos mundos a la vez.
Y no te dejes...
y no te dejes vencer por el imperio de las dudas,
porque tú eres un volcán en erupción constante
y sobre el que nunca se pone el sol,
y de ti,
salen los mejores sentimientos,
y no te preocupes por mí,
yo te espero sentado en el cráter que atrás hemos dejado.
A mí,
me gusta sentarme en los bordes
que nos va dejando la vida
y sobre todo me gusta,
en el amanecer.
Dedicatoria del libro “La sombra de lo que fuimos “, de Luis Sepúlveda, fallecido hace hoy un año a consecuencia del coronavirus.
Leo poemas al azar, leo casi sin pensar en lo que leo. Cuando me encuentro un verso triste, siento en el alma como una caricia. No es que me alivie la tristeza ajena; es que me siento menos solo. |
Hay plantas que te deforman el alma
hasta hacerla de cristal.
Primero, te sacuden como una alfombra mágica.
Segundo, te muestran su encanto visual y ritual.
Tercero, te inundan de olfatos olvidados y siempre
se cuela uno de sorpresa.
Y cuarto, se muestran tan suaves y tiernas
que te entras ganas de comerlas en vivo y en crudo.
En fin, hay plantas que son para alucinar.
Tú, no eres parte de este poema,
pero yo, tampoco lo soy.
El viento es parte de este poema inacabado
entró por una esquina de mi habitación
ha pasado entre mis dedos
y acabó plasmado en el ordenador.
Tú, eres el poema inacabado
el que siempre quedó pendiente
de ser escrito y de ser leído.
Que está echo antes de...
y después de...
y en medio de...
y que tengo en la punta de mi lengua
o en la misma trastienda
y siempre susceptible de ser parido.
Pero que nunca fue parido
y porque nació muerto antes de nacer.
Su esqueleto ha funcionado,
no así su alma inmunda
y es que tengo la estructura externa
pero me falta por cubrir su complejo interior.
Tengo entre mis dedos
a un poema muerto antes de nacer.
Era y fue algo,
tuvo la intención de nacer
pero en el canal del parto
se quedó atravesado
y murió con la intención de ser algo más que un simple poema
que estaba a punto de morir antes de ser parido
pero que él no lo sabía
y es más...¡nunca lo sabrá!.
Descóseme otra vez,
desármame de una vez por todas
y piensa en todo lo que aquello fue.
Siente el dolor descosido de mi piel arrugada y endurecida.
En canal me abro,
en canal me siento
y desde el suelo hasta el mismo techo.
En canal me escucho
y así me hablo y así me quiero
y así se soporta una parte a la otra....
En canal nos conocimos,
con la sonrisa como arma arrojadiza,
con la mirada tierna y complaciente del primer día,
con el viento de cara
y con el pelo enredado bajo aquél pañuelo...
En canal nos hablamos.
Yo emitía señales de reconocimiento
y tú lo interpretabas todo con gestos,
muecas y risas nerviosas
que algún día, quién sabe,
alcanzaríamos a saber interpretar.
De todas formas,
unos meses más tarde
la misma playa estaba llena de suciedad,
decían que era por el viento y por la marea viva,
pero yo estoy seguro que era un presagio
y aquello que en principio lucía tan limpio, claro y alucinante,
se iría cubriendo de densidades oscuras y premonitorias,
mientras de fondo,
se oían los graznidos de un cuervo negro.
Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...