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JORGE LUIS BORGES


 

"Nunca se termina de aprender a leer.
Tal vez como nunca se termine de aprender a vivir".
- Jorge Luis Borges

LA POESÍA...



La poesía no besa donde los labios no llegan.

La poesía a veces besa,

otras veces muerde y se enfada.

En algunas contrataca

y por sentirse herida y ultrajada.

En otras, 

se defiende como gato panza arriba

y hasta con uñas y dientes.


La poesía no engaña,

el que puede engañar es el poeta,

puede prometer amor

(lo más común)

y en la realidad,

no puede dar nada

y se exprime y no sangra

y  se pellizca y no le duele

y te dice que te quiere

pero muchas veces

se lo está diciendo a si mismo.


El poeta no traza líneas en el aire porque sí,

él suelta palabras y versos,

te embauca con la sonoridad de las palabras,

te susurra al oído palabras sin nombre,

te arrulla, te conquista

y al final, te dice

¡si todo era pura metáfora!.

VINCENT VAN GOGH

 


"Confieso que no sé por qué, pero mirar las estrellas siempre me hace soñar".

Vincent Van Gogh.

QUÉ TARDE MÁS TARDE ES ÉSTA TARDE

 

Que tarde más tarde es ésta tarde,

de noche a las 5 y media de la tarde

y con el cielo oscuro y encapotado,

siempre amenazante...

tarde de ceño fruncido

y más oscura que la misma noche sin luna.


Ya no son aquellas tardes de verano,

donde el sudor era lo predominante,

donde la tarde duraba más que la noche

y el sol se acostaba sobre las 10...


5 horas más de luz,

que se dicen pronto

y es que en 5 horas da tiempo para todo,

aunque en mi caso,

esas 5 horas estarían dedicadas a la escritura

igual que ahora,

la única diferencia estribaría

en que ahora estoy a merced de mi chimenea

y en verano tiro del aire acondicionado.

DOS CUERPOS FRENTE A FRENTE de OCTAVIO PAZ (Blog "azuldemar")

 

Dos cuerpos frente a frente

son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

LUCÍA ETXEBARRÍA


El 25 de noviembre es el Día Internacional de la violencia contra la mujer, conmemorando el brutal asesinato de estas tres mujeres: Minerva, Patria y María Teresa mirabal.
Las hermanas Mirabal eran opositoras al dictador Trujillo. Trujillo las tenía en su punto de mira no solo por ser mujeres opositoras sino también porque Minerva le había humillado públicamente. En unas versiones rechazó bailar con él en un baile, y en otras le abofeteó.
En cualquier caso ,era de toda la República Dominicana bien sabido que Leónidas Trujillo tenía a estas mujeres en el punto de mira. Y fueron de ello avisadas, sus amistades lo recomendaron que abandonaran el pais.
Minerva se negó: que me mate, dijo, y de la tumba sacaré yo los brazos para reclamar libertad.
El 25 de noviembre las tres hermanas fueron interceptadas en el jeep en el que viajaban. Las violaron, las apalearon y las tiraron a un precipicio para fingir un accidente.
El asesinato conmovió a la opinión pública Dominicana que no podía creer que los sicarios del dictador hubieran sido tan brutales con unas mujeres indefensas.
En 1961 abatieron a Trujillo a tiros en una carretera , cuando iba con su chófer a visitar a una joven amante,.
Los implicados en el "ajusticiamiento", como se conoce en República Dominicana al hecho , citan sin excepción el crimen de las Mirabal como "la gota que colmó la copa".
El recuerdo de las hermanas Mirabal sirve para concienciarnos de que no todas las violencias contra las mujeres suceden en la pareja.
De que también somos objeto de agresiones ,violaciones y acosos en la calle. Porque se nos percibe como objetos vulnerables, y no como personas.
A las hermanas Mirabal no les asesinaron sus parejas. Les asesinaron 3 sicarios que se enseñaron con ellas. Y que las violaron para reafirmar su poder.

Desértico

GATA CATTANA - BANZAI

GATA CATTANA



"Soy procaz, no soy sincera, 

y el día que yo me muera 

 se muere lo que más quiero, 

 que no hay amor verdadero 

 para aquel que no se espera, 

y como yo no te espero 

 soledad es mi compañera". 

ESA VIEJA ES UN PAÍS (Eduardo Galeano)

 


Esa vieja es un país.
1.
La última vez que la Abuela viajó a Buenos Aires llegó sin ningún diente, como un recién nacido. Yo hice como que no lo notaba. Graciela me había advertido, por teléfono, desde Montevideo: "Está muy preocupada. Me preguntó: ¿No me encontrará fea, Eduardo?"
La Abuela estaba hecha un pajarito. Los años iban pasando y la encogían.
Salimos abrazados del puerto.
Le propuse un taxi.
-No, no -le dije-. No es porque crea que te vas a cansar. Yo sé que vos aguantas. Es que el hotel queda muy lejos, ¿entendés?
Pero ella quería caminar.
-Escúchame, Abuela -le dije-. Por aquí no vale la pena. El paisaje es feo. Ésta es una parte fea de Buenos Aires. Después, cuando hayas descansado, vamos a ir juntos a caminar por los parques.
Se detuvo, me miró de arriba a abajo. Me insultó. Y me preguntó, furiosa:
-¿Te crees que yo miro el paisaje, cuando camino contigo?
Se colgó de mí.
-Me siento agrandada -me dijo- bajo el ala tuya. Me preguntó: "¿Te acordás cuando me llevabas alzada, en el sanatorio, después de la operación?" Me habló del Uruguay, del silencio y del miedo.
-Está todo tan sucio. Está tan sucio todo.
Me habló de la muerte:
-Yo voy a reencarnar en un abrojo. O en un nieto o bisnieto tuyo, yo voy a aparecer.
-Pero, vieja -le dije-. Si usted va a vivir doscientos años. No me hable de la muerte, que usted tiene para mucho todavía.
-No seas perverso -me dijo.
Me dijo que estaba harta de su cuerpo.
-Dos por tres le digo, a mi cuerpo: "No te soporto". Y él me contesta: "Y yo tampoco".
-Mira -me dijo, y se estiró el pellejo del brazo.
Me habló del viaje:
-¿Te acordás cuando te estaba matando la fiebre en Venezuela y yo me pasé la noche llorando, en Montevideo, sin saber por qué? Todos estos días yo le venía diciendo a Emma: "Eduardo no está tranquilo". Y me vine. Y ahora también pienso que no estás tranquilo.

2.
La Abuela estuvo unos días y se volvió a Montevideo. Al tiempo le escribí una carta. Le escribí que no se cuide, que no se aburra, que no se canse. Le dije que yo bien sé de dónde viene el barro con que me hicieron.
Y después me avisaron que había tenido un accidente.
La llamé por teléfono.
.
-Fue culpa mía -me dijo-. Me escapé y me fui caminando hasta la Universidad, por el mismo camino que antes hacía para verte. ¿Te acordás? Yo ya sé que no puedo hacer eso. Cada vez que voy, me caigo. Llegué al pie de la escalera y dije, en voz alta: "Aroma del tiempo", que era el nombre del perfume que una vez me regalaste. Y entonces me caí. Me levantaron y me trajeron aquí. Creyeron que me había roto algún hueso. Pero hoy, no bien me dejaron sola, me levanté de la cama y me escapé. Salí a la calle y dije: "Yo estoy bien viva y loca, como él me quiere".
Eduardo Galeano.













































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SANGRE

 

Que rápido se tiñe el mar de rojo,

algunos dicen que por tanta sangre derramada,

otros en cambio,

hablan de pasión y sangre,

aunque hay algunos

que confunden el rojo cereza

con sangre fresca de herida abierta.


Al principio todo es sangre viva

y al final,

la sangre se convierte en horchata

y entonces es cuando te vas dando cuenta

de que estás muerto y frío.

MICHAEL PETO de Pedro M. Martínez (blog "Glup 2.0)

 

Michael Peto

 

Street scene, Dundee, 1959 - by Michael Peto (1908 - 1970), Hungarian

Es cierto que un día vi a la muerte travestida, mirándome (y sí, vi la luz blanca esa que dicen, la del final de un túnel). En las tertulias de los que se sientan en el pesebre no hay sitio para el color blanco, o para el verde, solo hay un color, el suyo (que casi nunca es el mío). No me aletargo, al menos no en los últimos seis/siete años. No meto mis pies en los arroyos que bajan de la montaña del miedo. No me acuesto al lado de recuerdos que solo sirven para enturbiar el gesto, para romper la sonrisa. Sí quiero acostarme al lado de la mujer que amo. Busco sin descanso los privilegios reservados a los dioses y no sé cómo no dejo de escribir y me lanzo a los caminos. Es lo que haré ahora mismo. Voy a ver.



(Mi comentario en Facebook)

Lo de la muerte travestida es rigurosamente cierto. Pasado un tiempo analicé aquella visión, incluso recurrí a un amigo, prestigioso psiquiatra. Es curioso como la mente almacena imágenes que nos impresionan y las deja ahí, en reserva. En los 70 conocí en Baracaldo (interesante por qué fui aquel día a ese bar, pero eso lo contaré otro día) a unos de los hermanos Azcona (los del “Mayorazgo de Basterretxe”). La cuestión es que este señor estaba sentado con una postura femenina, con una rodilla tomada entre las dos manos y nos miraba con una mezcla de burla y desafío. La dama a la que fui a visitar (acabáramos), me dijo que no le hiciese caso, que era un señor mayor. No le hice caso y seguí a lo mío. La cuestión es que en un momento de mi vida estuve más p´allá que p´acá, me acababan de subir de la UCI a planta y estaba con una debilidad extrema, esa noche fue dura, vi todo el pack, el túnel, la luz blanca y la muerte sentada en una silla enfrente mi cama. En mi confusión y en mi miedo (todo hay que decirlo) la muerte tenía la forma de aquel señor que vi en Baracaldo, en su misma postura, más femenino aun, con la cara maquillada, sobre todo los ojos. Me miraba con un gesto obsceno, poderoso, de burla, de desprecio. Grité y el resto es historia. Entre una y otra situación habían pasado treinta años. Misterios.

No sé si desde entonces cambió algo dentro de mí, los primeros meses sí, después tuve que trabajar tanto que no me quedaba tiempo para lo metafísico. Ahora me doy cuenta que sí porque disfruto cada día de las cosas sencillas que, al fin y al cabo, son las más grandes.

Pues eso.


EL AMOR QUE CALLA de Gabriela Mistral (blog de Emma Gunst)

 


EL AMOR QUE CALLA


Si yo te odiara, mi odio te daría
en las palabras, rotundo y seguro;
pero te amo y mi amor no se confía
a este hablar de los hombres, tan oscuro.

Tú lo quisieras vuelto en alarido,
y viene de tan hondo que ha deshecho
su quemante raudal, desfallecido,
antes de la garganta, antes del pecho.

Estoy lo mismo que estanque colmado
y te parezco un surtidor inerte.
¡Todo por mi callar atribulado
que es más atroz que el entrar en la muerte!

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...