¿VUELAS?




¿Sueñas aún?,

¿vuelas?, ¿te elevas?, ¿flotas?

porque yo......sí........

solo que ahora vuelo más bajo y con más cuidado,

me elevo mucho menos que antes,

floto y porque sino me ahogaría en medio de cualquier charco,

mis poderes ahora, son un bien escaso,

mi magia sufrió un infarto,

mi mala suerte se presentó un día y me dijo:

te tengo que cortar las alas.....

y ahora... vuelo como puedo,

vuelo a pequeños saltos,

vuelo en un continuo querer y no poder,

como hacen los saltamontes,

y como hacen las personas que han dejado de querer

pero que aún así...lo intentan.

ESCRIBIR


 

Escribir es describir,

es poner un dedo señalando el todo o la nada,

es alzar el vuelo y olvidarte del miedo,

es atrapar moscas dentro de un estercolero,

y es decir adiós cuando te dicen hasta luego.

Escribir es malvivir,

es ser huérfano y hechicero,

es ser pirata dentro de una lata,

es andar a hurtadillas y espiando mentiras

y ya sean propias o ajenas.

Escribir es dilatar agujeros inexplicables,

y es decir te quiero

y además...decirlo de nuevo.

EL VEINTISÉIS



A veces me gusto

y otras veces me asusto y me disgusto.

Por mi mente pasa la gloria

y también, la más triste derrota,

a veces soy pudiente como el sol naciente,

en otras me visto de pena insumisa

y voy pidiendo caricias de incontrolable consuelo,

aunque también es verdad,

que a veces me atrinchero

y a esperar...toca...

Son las  menos,

pues no me gusta esperar a nadie,

y menos me gusta

que los acontecimientos me den órdenes

y escriban y deletreen mis pensamientos,

yo asumo mi caos como parte de mi orden,

mi universo tiene una parte caótica

y otra parte que ha nacido por parto natural,

y así...

después del uno...vendrá el doce,

y después el tres y el catorce

y por fin, el veintiséis...

aunque hay veces

que después del uno viene el dos.

Necesito un informe de ti.


 Necesito un informe de ti.

Un informe que primero valore

tus daños actuales.

Que segundo, 

que me describa como todo transcurrió entre los dos.

Y que tercero,

que desglose mi parte de responsabilidad,

La tuya, la dejo contigo.

Y que por fin,

que los dos firmemos un parte amistoso,

y que cada uno recoja sus velas

y evalúe sus propias daños estructurales,

y entonces y sin más,

llegaremos al punto final

y fin de nuestro informe pericial.

¿QUÉ ES LO QUE ME PASA A MÍ?


¿Qué es lo que me pasa a mí?

 que es lo que a los demás no les pasa,

¿qué es?.... ¿qué coño es?

Acaso soy yo un ser tan extraordinariamente raro,

acaso soy tan diferente y extraño,

o son los demás los que andan sin pies y 
comen sin manos.

Porque yo me veo la cara todos los días

y en el mismo espejo del mismo baño,

y os puedo asegurar 

que a mi no me han salido cuernos,

ni mis incisivos se han convertido en dientes de vampiro,

ni mi cara se ha elongado en forma de hocico,

además, yo no tengo la rabia,

ni rosmo, ni ladro,

ni siquiera babeo por mis comisuras bucales.

Por tanto concluyo:

soy una persona normal

aunque no carezca de defectos,

pero estos vienen así de fábrica,

y al mismo tiempo os puedo asegurar

que no tengo fecha de caducidad,

y me puedo morir hoy,

que lo mismo puede ser mañana

o en el próximo año bisiesto.

Acaso será que yo soy el ser humano

y que los demás son falsas apariencias vestidas de humanos,

¿será eso?...

en realidad...no lo sé,

y entonces lo que puede pasar

 es que al final, yo no me fío de nadie,

ni tan siquiera me fío de mi mismo,

y si me pasa eso

y en el espejo veo toda mi humanidad reflejada en mi viejo rostro,

entonces me pregunto porque los demás

no pueden ser lobos con piel de cordero 

o puede que sea al revés.

O hay alguien por ahí que ose decirme lo contrario,

¿hay alguien?...

porque yo no soy el espejo de nada ni de nadie,

ni espío a través de cerraduras,

ni soy un confesor de vuestros peores pecados

soy simplemente un ser que tira, anda y respira

y que no quiere saber de vuestros pormenores y resquemores.

Yo lo único que sé de la raza humana,

es que a éste ritmo tan destructivo, 

nos queda poco,

apenas nos queda esperanza de vida,

 y puede que después de hoy quizá no haya un mañana,

y que tras el día puede que nos espere la eterna noche...

"Pausa", Mario Benedetti


"De vez en cuando
hay que hacer una pausa
contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades".

YO ANTES (HACE 15 DÍAS)


Yo antes (hace 15 días)
abrazaba por pseudópodos
y era tal mi poder envolvente
que cuando abrazaba...me derretía...
lo que no sé
es lo que le ocurría a la otra persona...
Yo de aquellas,
era suave e intrépido,
me gustaba pasear por las veredas de la vida,
como también,
me encantaba acariciar piel evanescente,
la que un día tuve entre mis dedos
y la que otro día,
fue declarada como desaparecida
como desaparecida en combate...
piel evanescente como una estrella fugaz,
piel fluorescente escrita con letras de oro y plata
piel de estraperlo cultivada a la luz natural...
Además, yo era intrépido,
valiente, espléndido,
amable a veces,
irritable en otras,
duro y frío como la escarcha,
soñador empedernido,
mal amante,
muy mal amante en sexo tradicional,
buen conversador,
indisciplinado,
anárquico,
buena persona,
carismático,
actor de pandereta,
bucólico y melancólico,...
Yo era de otra época,
era antiguo a no poder más,
era de balneario oxidado con herrumbe y moho,
era profundamente entrañable,
era una persona afable y amable,
me gustaba con locura la música
y conducir y cabrearme dentro del coche,
siempre había un pero hacia otro conductor,
un pero ácido y agrio,
pero que se acababa al salir del coche,
dejaba mi armadura ácida en el asiento
y sin más, me volvía a vestir de Bruno...

SOLO (Juan José Millás)

 

Detestaba mucho a un amigo en cuya muerte imaginaria me recreaba con frecuencia. Cuando me descubría en tal actitud, sentía vergüenza de mí y procuraba cambiar de fantasía. Pero con cuanta más fuerza la rechazaba, con más fuerza volvía. Mírenme en el tanatorio, observando su cadáver para asegurarme de que ese viejo camarada está muerto y bien muerto. Finjo ante sus familiares una pena que no me posee, pues me llena de felicidad haber ganado esta batalla. Ese individuo y yo simulábamos desde hace años una devoción mutua inexistente, pues por debajo de las apariencias circulaba un odio feroz. Si no lo hubiera matado yo a él (imaginariamente, insisto), habría acabado él conmigo. Aquí paz y después gloria.
Lo curioso es que después de sus sucesivos entierros (pues lo asesinaba cada tarde) sentía un vacío enorme. Por un lado, estaba el sentimiento de culpa, claro, no soy ningún monstruo, pero, por otro, la impresión de que me faltaba algo. Por fortuna, resucitaba a diario en la realidad con la misma facilidad con la que yo lo enterraba en mi mente, y de este modo el ciclo del odio se renovaba. A veces me preguntaba si él me ejecutaba con la asiduidad con la que yo lo ejecutaba a él y si había jornadas en las que yo asistía a su funeral a la misma hora a la que él asistía al mío.
El caso es que el viernes pasado estaba estrangulándolo una vez más, y mientras escuchaba su respiración agónica por la falta de aire sonó el teléfono y resultó que era él.
- ¿Qué hacías? -me preguntó.
-Te estaba estrangulando imaginariamente -dije.
El hombre se rio como si se tratase de una broma y yo reí con él para evitar sospechas. Me llamaba para hacerme un favor de carácter personal que no viene al caso referir. Pero se trataba de uno de esos favores que uno no olvida nunca porque llegan en el momento justo. Uno de esos favores que te salvan la vida. Le di las gracias, charlamos unos minutos y quedamos en vernos pronto. ¿Me hacía ese favor para que lo odiara más o para firmar una paz secreta?, me pregunté esa noche en la cama, incapaz de conciliar el sueño. Nunca lo sabré porque al día siguiente falleció de un infarto, como para fastidiarme, dejándome más solo que la una.

SI LLAMA LA MUERTE


Si llama la muerte,
díle de mi parte, que se vaya.
Díle que quizás mañana o pasado o dentro de un año,
díle que tengo deudas de juego por pagar,
que no he acabado éste poema que acabo de empezar,
que tengo mucho más de lo que hablar,
que tengo hijos que mantener
y sobre todo...que querer.
Díle que aún me quedan sueños por cumplir
y sobre todo...
me quedan muchas ganas de vivir.
Díle que hoy estoy aquí
y puede que mañana esté en el fin del mundo.
Díle que me quedan pasos por dar y por planificar.
Díle que mis lágrimas están secas por tanto llorar,
pero a la vez están húmedas de soledad,
que si, que no,
pero muerte espera...
que yo sé que la vida no es eterna
y que todo, tarde o temprano, llegará.

Leopoldo María Panero. La balada de la lámpara azul o Esquizofrenias.


"Aquí estoy yo, Leopoldo María Panero
hijo de padre borracho
y hermano de un suicida
perseguido por los pájaros y los recuerdos
que me acechan cada mañana
escondidos en matorrales
gritando por que termine la memoria
y el recuerdo se vuelva azul, y gima
rezándole a la nada porque muera..."

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...